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Nuestro
compromiso político desde la “nueva” izquierda latinoamericana – izquierda
pos-neoliberal – se ubica en un escenario del “Cambio de Época, Histórica”, producto
de la propia crisis estructural del sistema capitalista, pero como lo “nuevo”
diferente, distinto, superior, que nace de la crisis, lleva en su propia
estructura, no solamente los elementos y características que lo definen, como nuevas,
dinámicas, cambiantes, innovadoras, pero también están presentes, profundamente
enraizados, los elementos “viejos”,
nocivos, destructivos, profundamente concatenados y resistentes que impiden
cualquier tipo de cambio, reformas e innovaciones. Ahí está la dialéctica
funcionando en su máxima realización. La nueva izquierda en este escenario de las clases y la lucha
de clases, siempre se encuentra con los viejos poderes presente en
el burocratismo organizativo, el amarillaje político, el extremo reformismo
parasitario y su plena identificación con posiciones supuestamente
anti-imperialistas. Los viejos líderes
convertidos en caudillos, jerarcas y caciques de vieja data; hace mucho
tiempo que renunciaron a la lucha política de clases, encerraron el movimiento
en la sola lucha economicista, colaboracionista, encasillaron el movimiento en
un reformismo parlamentarista consuetudinario, en la práctica, son uno más de los “viejos” poderes que
defiende el statu-quo vigente dominante.
Presidentes de América latina, líderes continentales de nuevos procesos políticos progresistas, de izquierda, nacionalistas; cada uno, como expresión de lucha de sus pueblos, forjan y construyen un proceso político pos-neoliberal, que no es copia ni calco, es creación heroica de cada pueblo".
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El “Cambio de
Época, Histórica”, representa para nosotros el nacimiento en escenario de
escenarios de las clases y la lucha de clases,
los Nuevos Sujetos Sociales (Históricos), que nos traen nuevas formas de
organización, lucha y movilización y representación. Es la Sociedad Civil,
Real, emergente, popular, plural, democrática como Nuevo Poder Local, desde
donde están “naciendo” los Nuevos Ciudadanos, Interculturales, (diferenciados)
conjunción de contextos sociales de nuevas formas de hacer política, fraguan y
forjan Nuevos Líderes Comunitarios – sociales, humanistas -, portadores de lo
mejor del nuevo proceso: LA CONFIANZA personal, social e institucional, es
decir, la columna vertebral para reconstruir la Nueva Izquierda, como proceso
político que nace, surge, vertebra y fortalece al calor de la lucha de clases –
el movimiento político, como propuesta y alternativa diferente y superior, está
naciendo en un escenario complejo, múltiple, turbulento, multipolarizado,
además está dejando atrás toda la “basura política” – la anti-política, neoliberal,
convertida en el evangelio hegemónico -. Trabajo político, histórico que lo
realizan Presidentes como el Comandante Chávez
– Hasta la Victoria, siempre -. Kirchner,
Lula, Evo, Cristina, Dilma, Rafael, “El Pepe” Mujica, movimientos políticos
de izquierda con todos sus males propios y naturales, pero, también con sus
grandes aciertos y virtudes, porque todo movimiento político de izquierda,
progresista, anti-imperialista, “no es
ni copia ni calco, es creación heroica de cada pueblo”, porque responde, es expresión y manifestación directa de las
condiciones económico-sociales de cada pueblo,
comunidad o Nación.
El "Cambio de Época, Histórica" producto de la propia crisis estructural, multidimensional del sistema capitalista, como Nuevo Orden Mundial - en un escenario global de economía emergentes - BRIChS - muy poderosas, nos dirigimos hacia un Nuevo Mundo Multipolar. ( El "viejo" mundo Unipolar del Estado Corporativo global, desapareció producto de sus propias contradicciones internas, y hoy forjamos y construimos el Nuevo Multilateralismo (multidimensional), propio de un Mundo Multipolar.
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Son los nuevos movimientos
sociales, anti-globalización – nacen en el
epicentro de la Democracia liberal, representativa –
protestas sociales que tienen nuevos
actores sociales, plataforma de reivindicaciones y derechos totalmente distinto
y superior a los viejos modelos que hundieron, corrompieron y adormecieron a la
vieja izquierda. El Capital Político Democrático que define y caracteriza la
estructura de la Nueva Izquierda,
Democrática, Ciudadana, Participativa y Republicana en un Mundo Multipolar, hoy tiene raíces
anti-neoliberales, definidas políticamente en su carácter de clase, lleva
consigo un proyecto de gobernabilidad democrática, eficiente en el diálogo como herramienta de concertación y
consenso, eficaz en cuanto institución,
sistematiza intereses distintos, complejos, hasta contradictorios, que permiten
crecimiento, credibilidad y legitimidad en una opinión pública que comienza a
ganar confianza social e institucional. Su
visión de futuro, como compromiso social y responsabilidad política es
eliminar las resistencias y los obstáculos, que intenten impedir, oponer o
destruir los caminos y alternativas de la estabilidad política, como fortaleza
democrática en la natural marcha de la Participación
Ciudadana, la Nueva Democracia, como Paradigma del Progreso en la Historia
del Nuevo Milenio: Otro Mundo Socialista, si es posible, la forja y construcción de la Nueva
Civilización Humana.
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Las guerras, el genocidio de pueblos enteros, más la economía criminal - narcotráfico, lavado de activos, corrupción, paraísos fiscales, prostitución y ahora la minería criminal, los narco-Estados, - más la inseguridad ciudadana - bandas organizadas de criminales, sicarios, secuestros, feminicidio, pederastía , etc.- todos conjuntamente a su turno, más la crisis estructural, multidimensional del capitalismo, ponen en grave riesgo global a la sociedad y por lo tanto la forja de un Mundo Multipolar -.
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SOCIÓLOGO EMIR SADER: La nueva izquierda en la
era neoliberal.
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Emir Sader
Página /12 viernes 25 de
julio del 2014.
Las
referencias fundamentales para entender el mundo contemporáneo vienen de la
hegemonía imperial norteamericana y del modelo neoliberal dominante. Ser de
izquierda en la era neoliberal es luchar por un mundo multipolar y por la
construcción de un modelo de superación del neoliberalismo, de un modelo pos-neoliberal.
Son referencias
globales, que afectan a todos nuestros países y pueblos, cualquiera que sea el
continente donde se encuentren. El final de la Guerra Fría resultó en un mundo
unipolar bajo la hegemonía imperial norteamericana, que ya no encontraba
límites para ejercer su dominación. El tiempo de la pax americana es un tiempo
de más guerras, que afectan la vida de gente de todos los continentes, de forma
directa o indirecta. Es un tiempo de un poder que busca militarizar los
conflictos para tratar de resolverlos por medio de la fuerza.
El modelo neoliberal
surgió del agotamiento del modelo de desarrollo industrial comandado por las grandes
corporaciones, que marcó el ciclo más grande de expansión económica del
capitalismo.
La izquierda se
reorganizó para resistir al modelo neoliberal y a la acción imperial
norteamericana con éxitos distintos. Si el neoliberalismo había tenido en
América latina el continente donde más se había propagado, y en sus modalidades
más radicales, fue justamente ahí que la resistencia y la reacción fueron más
fuertes. Después de las crisis de México en 1994, de Brasil en 1999 y de la
Argentina en 2001/2002 –sus economías más grandes–, el fracaso del modelo
neoliberal y las luchas de resistencia permitieron elegir gobiernos pos-neoliberales
en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador –gobiernos que
siguen dirigiendo a sus países hasta hoy–.
Se constituyó así una
nueva izquierda, que ha incorporado la comprensión de las nuevas condiciones de
luchas en el marco de las grandes y regresivas transformaciones por las que
había pasado el mundo, en el final de la Guerra Fría y en el ascenso del modelo
neoliberal. Líderes como Hugo Chávez, Lula, Néstor Kirchner, Evo Morales,
Rafael Correa pertenecen a esa nueva izquierda.
Lo mismo no sucedió en
otros países de la región, el caso más significativo es el de México. Uno de
los países pioneros en la introducción del neoliberalismo en Latinoamérica, a
pesar de todos los daños que el país sufrió y sigue sufriendo, su izquierda no
ha logrado todavía llegar al gobierno. Fue una izquierda que no logró, al
contrario de otros países del continente, colocar el modelo neoliberal y sus
fracasos en el centro del debate, favoreciendo la alternancia entre los
partidos de derecha, en lugar de una victoria de la izquierda.
Esos gobiernos y fuerzas
de izquierda de América latina viven cierto nivel de aislamiento a escala
internacional, a pesar del reconocimiento de sus éxitos, aun en el marco
internacional de supervivencia del neoliberalismo. Que es uno de los elementos
de debilidad de esos gobiernos, pero que no depende de ellos, sino de que la
comprensión que esas fuerzas han tenido se propague hacia otras regiones del
mundo, especialmente hacia la izquierda europea.
Esta fue una víctima
concentrada de las transformaciones que ha vivido el mundo con el fin de la
Unión Soviética, sus efectos sobre las alianzas en la izquierda, así como la
adhesión de la socialdemocracia al modelo neoliberal –lo cual ha desfigurado
completamente la izquierda como históricamente se había constituido en las
décadas anteriores en Europa–. El resultado es una debilidad como nunca había
tenido la izquierda desde hace mucho tiempo. Sea la incomprensión del rol de la
hegemonía imperial norteamericana, sea las trampas en que ha caído respecto del
neoliberalismo –en la Unión Europea–, lo cierto es que la izquierda del siglo
XXI, pos-neoliberal, da ahora sus primeros pasos para constituirse, en países
como Grecia y España, entre otros.
Del
fortalecimiento, constitución y la articulación entre los distintos sectores de
la nueva izquierda –la izquierda del siglo XXI, la izquierda post neoliberal– depende la superación
de la hegemonía imperial norteamericana y del modelo neoliberal.
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