jueves, 17 de julio de 2014

LOS BRICS EN BUSCA DE UNA GOBERNANZA ECONÓMICA ALTERNATIVA. UNASUR APLAUDE NUEVO BANCO DE DESARROLLO DE LOS BRICS.

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Tras una inédita cumbre en Brasilia (capital brasileña), que reunió a los líderes de las potencias emergentes que conforman el BRICS y a los mandatarios miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), los presidentes suramericanos saludaron este miércoles la creación del banco de este bloque como alternativa al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial.  Previamente, los jefes de Estado de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica acordaron el martes en Fortaleza (noreste de Brasil) la creación de un banco de desarrollo para financiar infraestructuras que los países en desarrollo precisan y un millonario acuerdo de reservas para asistirse en caso de crisis, instituciones que buscan contrarrestar la hegemonía europea y estadounidense en esta materia. El nuevo banco y el acuerdo de reservas "han sido recibidos como una gran noticia en toda la región de Suramérica, hemos propuesto una alianza de trabajo del Banco del Sur y el Banco de los BRICS", apuntó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

"Lo que hacían el BM y el FMI es chantajear a los gobiernos (...) el nuevo banco de desarrollo estoy seguro de que en el futuro acabará con las políticas de neoliberalismo y nuevo colonialismo", manifestó, por su parte, el mandatario boliviano, Evo Morales, al término del evento.  Entre tanto, la jefa de Estado argentina, Cristina Fernández, defendió un "reordenamiento global financiero que incluya las necesidades de crecimiento, producción, y no de destrucción del empleo, el abandono de las sociedades que nos ha tocado vivir durante tantas décadas a los americanos del sur". Los 16 líderes se reunieron a puerta cerrada durante buena parte de este miércoles, en la sede de la Cancillería en Brasilia. Varios dignatarios abordaron el tema del crecimiento inclusivo, que debía ser central en la Cumbre BRICS-UNASUR, entre estos la presidenta chilena, Michelle Bachelet, que llamó a trabajar para "derrotar la desigualdad, a fin de lograr un desarrollo inclusivo y sostenible". Por parte de los BRICS estaban presentes la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; de Rusia, Vladimir Putin; China, Xi Jinping; Sudáfrica, Jacob Zuma, y el primer ministro indio, Narendra Modi. Este jueves será lanzado el foro China-América Latina también en Brasilia, donde se espera la presencia del presidente cubano, Raúl Castro, y numerosos líderes de la región. Este foro muestra el interés de China en Suramérica.
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La Cumbre Mundial, reunió a  Líderes de potencias emergentes – BRICS – y  a los Mandatarios de la Unión de Naciones del Sur –UNASUR – quienes saludaron la creación del Banco del BRICS como alternativa al FMI y al BM, y además brindaron su respaldo a Argentina en el caso de los denominados fondos buitre.
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LOS BRICS EN BUSCA DE UNA GOBERNANZA ECONÓMICA ALTERNATIVA.
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Brasil, Rusia, India y China (BRIC), los países no-OCDE, buscan aumentar su influencia en el modo en el que se fijan las reglas del juego de la globalización, bien modificando los equilibrios de poder en las estructuras ya existentes, o bien creando otras instituciones paralelas en las que los países avanzados no tengan influencia

Que buscan los BRICS? Una Nueva Gobernanza Económica.

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Infolatam

Madrid, 14 julio 2014

Por Federico Steinberg

Lo que comenzó como un acrónimo simpático inventado por Jim O´Neill cuando era economista jefe de Goldman Sachs en 2001 para referirse a Brasil, Rusia, India y China (BRIC), los países no-OCDE más pujantes en aquella época, ha terminado por transformarse en un selecto club de potencias que quieren cambiar la gobernanza económica global. Así, estos días, en Fortaleza, Brasil, tendrá lugar la VI cumbre BRICS (a los cuatro originarios se les ha unido Sudáfrica), lo que constata que las reuniones de este grupo tan heterogéneo de países ya se han consolidado.

Y lo que intentarán conseguir es fácil de decir y difícil de instrumentalizar: buscan aumentar su influencia en el modo en el que se fijan las reglas del juego de la globalización, bien modificando los equilibrios de poder en las estructuras ya existentes, como el G-20, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial o la Organización Mundial del Comercio (OMC), bien creando otras instituciones paralelas en las que los países avanzados no tengan influencia.

Desde Occidente es fácil criticar al grupo de los BRICS diciendo que es un constructo sui generis con pocas cosas en común cuyo único punto de unión es su descontento con el actual orden económico internacional, que se apoya en las instituciones creadas tras la Segunda Guerra Mundial bajo liderazgo estadounidense y que se ha adaptado poco a los nuevos tiempos de multipolaridad económica y declive relativo de Occidente. Y, si bien es cierto que en el grupo de los BRICS conviven democracias, autocracias y dictaduras; economías exportadoras de commodities con otras que devoran materias primas y energía; y potencias que aspiran a tener influencia global algún día con otras que bastante tienen con cuidar sus patios traseros; lo cierto es que representa el 40% de la población mundial y un cuarto de su PIB y que, si avanzan con iniciativas concretas, podrían empezar a lograr algunos cambios.

De momento, y con buen criterio, los BRICS han empezado por la cooperación económica, que es donde tienen una mayor sintonía. Es un área en la que se sienten cada vez más frustrados. Primero, porque en el G-20, donde por fin tienen voz (no sucedía así en el G-7/8), no ven que sus demandas se traduzcan en grandes avances, en especial en lo relativo a la coordinación monetaria internacional y las guerras de divisas, que tienen mucho que ver con el papel hegemónico que el dólar sigue jugando en el sistema monetario internacional (recordemos que el G-20, tras un periodo de protagonismo en 2008-2010, cuando sus acuerdos salvaron al mundo de una segunda Gran Recesión, lleva varios años sumido en la irrelevancia). Y, segundo, porque el Congreso estadounidense está bloqueando un acuerdo alcanzado en 2010 en el seno del propio G-20 para darle a los BRICS (y a otros emergentes) más voz en el FMI.

Es por ello que han propuesto crear dos instituciones nuevas que rivalicen con las de Bretton Woods (el FMI y el Banco Mundial): se trata de un Banco de Desarrollo y de un Fondo de Reservas común, cada uno dotado con 100.000 millones de dólares. El primero tendría como objetivo financiar proyectos, sobre todo infraestructuras, ya estos países necesitan llevar a cabo enormes inversiones públicas para poder sostener su potencial de crecimiento en los próximos años (sobre todo India, Brasil y Sudáfrica). El segundo serviría para proveer de liquidez a quienes tuvieran que enfrentarse a crisis financieras; es decir, aspiraría a sustituir al FMI, que tiene bastante “mala prensa” en las potencias emergentes desde sus actuaciones en la crisis asiática de 1997. Se trata, por tanto, de estructuras alternativas de financiación que no cuenten con la intromisión de los países ricos a la hora de tomar sus decisiones.

Se trata, sin duda, de una iniciativa que puede tener un impacto importante. Sin embargo, hay muchos interrogantes por resolver. Primero, habrá que ver si efectivamente se desembolsará el capital y si la estructura de gobernanza de ambos fondos puede ser pactada, algo que no será sencillo dado que China es mucho más potente y solvente que el resto de los BRICS (recordemos que iniciativas similares de cooperación monetaria y financiare como el Banco del Sur o el acuerdo de Chang Mai de momento no se han mostrado muy efectivos). Y segundo, habrá que ver si otros países emergentes recurren a estos fondos, en caso de que se acuerde que puedan hacerlo si se enfrentan a crisis financieras, optando así por dar la espalda al FMI, lo que tendría implicaciones geopolíticas de primer orden.
Por otra parte, esta iniciativa podría servir también para desatascar la reforma del FMI, algo que es necesario para adaptar la institución a los retos del siglo XXI.

En todo caso, los países avanzados harían bien en hacer un esfuerzo para encontrar un encaje adecuado para las potencias emergentes en las instituciones ya existentes. La consolidación de estructuras paralelas solo contribuirá a hacer más difícil la cooperación económica internacional y la gobernanza de la globalización, precisamente cuando ésta es más necesaria para gestionar los cambios en los equilibrios de poder que se están produciendo en la economía mundial por el auge de los BRICS.

Federico Steinberg

América Latina BRICS.


UNASUR APLAUDE NUEVO BANCO DE DESARROLLO DE LOS BRICS.
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BRICS – economías emergentes. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Han realizado su VI Cumbre Mundial en la Ciudad de Fortaleza, Brasil, e invitaron a participar a la Unión de Naciones el Sur, UNASUR. Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Uruguay, Argentina, Paraguay;  el continente de mayor crecimiento macro-económico, de la población más joven, pero también el continente más desigual del mundo. Se ha conseguido enormes resultados en beneficio de las corporaciones transnacionales? O será a favor de los pueblos?. Veremos los siguientes años.

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Federico Steimberg.
Reuters

Brasilia, 16 julio 2014

(Especial Infolatam).- “Los BRICS han propuesto crear  un Banco de Desarrollo y de un Fondo de Reservas común. Se trata de estructuras alternativas de financiación que no cuenten con la intromisión de los países ricos a la hora de tomar sus decisiones. La consolidación de estructuras paralelas solo contribuirá a hacer más difícil la cooperación económica internacional y la gobernanza de la globalización”.

Una decena de presidentes de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) volaron a Brasilia para aplaudir el miércoles al grupo de potencias emergentes BRICS por desafiar el orden financiero internacional con la creación de un nuevo banco de desarrollo.

Los líderes latinoamericanos ven el banco creado el martes por los presidentes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica como una fuente de financiamiento alternativa al Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

“Quiero proponer un brindis por todos nosotros”, dijo la presidenta brasileña Dilma Rousseff. “Un brindis para la relación permanente entre Unasur y los BRICS”, añadió.

La reunión en el Palacio de Itamaraty, el elegante edificio modernista de la cancillería brasileña, fue la presentación de los nuevos instrumentos de financiamiento que los BRICS pretende ofrecer a países como los sudamericanos, ampliando la influencia del grupo en la región.

Allí estaba la presidenta argentina Cristina Fernández, el colombiano Juan Manuel Santos, la chilena Michelle Bachelet, el peruano Ollanta Humala y el venezolano Nicolás Maduro.

“Esta reunión significa la concreción de una nueva geopolítica mundial para la paz y el desarrollo compartido”, dijo Maduro a Reuters.

En la foto oficial aparece una sonriente Rousseff flanqueada por el presidente chino Xi Jinping, el ruso Vladimir Putin, el sudafricano Jacob Zuma y el primer ministro indio Narendra Modi.

A su alrededor están los presidentes de la UNASUR incluyendo el boliviano Evo Morales, el uruguayo José Mujica y el paraguayo Horacio Cartes.

El banco de los BRICS es visto desde el sur del mundo como una fuente de financiamiento menos hostil que el FMI, que por décadas impuso severas condiciones y recetas económicas a la región.

“Van surgiendo cada vez más instituciones que cuestionan precisamente el funcionamiento de los organismos multilaterales, que en lugar de dar soluciones no hacen más que complicar la vida de nuestros pueblos”, dijo la argentina Fernández, cuyo país está marginado de los mercados de capital por una masiva cesación de pagos en el 2002.

Fernández recibió en Brasil el espaldarazo de sus colegas sudamericanos en la pulseada que su país sostiene con un grupo de acreedores que tienen a Argentina al borde de otro default.

El presidente colombiano Santos dijo que todos apoyaron a Argentina ante la decisión “irracional” de un juez de Estados Unidos que falló a favor de los acreedores que reclaman el pago de 1.330 millones de dólares más intereses.

La presidenta chilena Bachelet dijo que el nuevo banco de los BRICS podría ayudar a financiar obras de infraestructura que América Latina tanto necesita.

“Ello facilitaría avanzar de manera sustantiva en la integración sudamericana”, dijo en un discurso, “potenciando de manera virtuosa la correlación entre infraestructura y desarrollo económico y social”.

El presidente chino Xi dejó la reunión para hablar en una sesión solemne del Congreso brasileño antes de una visita de Estado a Brasil el jueves.

El líder cubano Raúl Castro llegó también a Brasilia para asistir el jueves a una reunión que Xi pidió con el cuarteto de países que encabezan la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

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