KAREN
HUDES.- ex soplona del banco Mundial,
despedida por haber revelado información sobre corrupción en el banco, explicó con
detalle los mecanismos bancarios para domi9nar nuestro planeta. Karen Hudes es graduada de la escuela de Derecho de Yale y trabajó en el
departamento jurídico del Banco Mundial durante 20 años. En calidad de 'asesora jurídica superior', tuvo suficiente
información para obtener una visión global de cómo la élite domina al mundo. De
este modo, lo que cuenta no es una 'teoría de la conspiración' más.
De acuerdo con
la especialista, citada por el portal Exposing The Realities, la élite usa un
núcleo hermético de instituciones financieras y
gigantes corporaciones para dominar el planeta. Citando
un explosivo estudio suizo de 2011 publicado en la revista 'Plos One' sobre la
"red de control corporativo global", Hudes señaló que un pequeño grupo de entidades, en su mayoría
instituciones financieras y bancos centrales, ejercen una enorme influencia
sobre la economía internacional entre bambalinas. "Lo que realmente está
sucediendo es que los recursos del mundo están siendo dominados por este
grupo", explicó la experta con 20 años de antigüedad en el Banco Mundial, y
agregó que los "capturadores del poder corruptos" han logrado dominar
los medios de comunicación también. "Se les está permitido hacerlo", aseguró.
El estudio suizo que mencionó Hudes fue
llevado a cabo por un equipo del Instituto Federal Suizo de Tecnología de
Zúrich. Los investigadores estudiaron las relaciones entre 37 millones de
empresas e inversores de todo el mundo y descubrieron que existe una
"superentidad" de 147
megacorporaciones muy unidas y que controlan el 40% de toda la economía
mundial. Pero las elites globales no solo controlan estas megacorporaciones. Según Hudes, también dominan las
organizaciones no elegidas y que no rinden cuentas pero sí controlan las
finanzas de casi todas las naciones del planeta. Se trata del Banco Mundial, el
FMI y los bancos centrales, como la Reserva Federal estadounidense, que controlan toda la
emisión de dinero y su circulación internacional.
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Raúl Zibechi, escritor y periodista Uruguayo, de izquierda y democrático. A finales de octubre de 2012 Raúl Zibechi,
periodista uruguayo y analista internacional, viajó a México para presentar su
más reciente trabajo “Brasil Potencia. Entre la integración regional y un nuevo imperialismo”, editado
por Bajo Tierra
Ediciones y JRA (Jóvenes en Resistencia Alternativa).
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UNA OJEADA AL UNO
POR CIENTO.
“La élite
financiero global”.
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Raúl Zibechi.
La jornada sábado 12 de julio del 2014.
La crisis actual está
profundizando la polarización social y económica entre un pequeño puñado de multimillonarios y buena parte de la humanidad
que se hunde cada vez más en la pobreza y la desesperación. Los ricos son cada
vez más ricos, algo que sabemos por decenas de trabajos que se han venido
difundiendo en los últimos años. Sin embargo, los ricos de la acumulación financiera son
diferentes a los de otras etapas del capitalismo, cuando la hegemonía
correspondía al capital productivo.
Son perros de presa,
grandes predadores como los definió Fernand
Braudel. En este periodo de declive del imperialismo estadunidense y de
caos geopolítico, han adquirido un perfil adicional: son guerreros, del tipo de los
mercenarios despiadados de las peores guerras civiles; no acatan reglas ni
tienen el menor respeto por los seres humanos. El economista Michael Hudson, quien los conoció de
cerca, destaca que profesan valores feudales y pretenden retroceder a la
servidumbre por deudas de la población trabajadora.
La tesis de maestría de Marco Bulhões Cecilio, que integra el
equipo del economista brasileño José
Luis Fiori (Poder global y geopolítica del capitalismo, en el marco de la
Universidad Federal de Río de Janeiro), señala que en el sistema financiero
actual, los mayores ganadores son la élite
de la clase dirigente y no los
accionistas. Como hemos señalado en otras ocasiones, la burguesía se ha bifurcado entre los propietarios y los gestores
del capital, que son los que toman las decisiones y están situados en los
escalones donde fluye el dinero.
La tesis de Cecilio recupera el trabajo de Braudel en el periodo de acumulación
acelerada de riquezas, y somete algunas de sus tesis a severo escrutinio, entre
ellas la que postula que la economía de mercado y el capitalismo son opuestos (http://www.poderglobal.net/category/
3_teses-e-dissertacoes/).
Entre la clase de los gestores que se hacen con ganancias
descomunales, pone de ejemplo algunos presidentes
(CEO) de grandes empresas, que ganaron en plena crisis remuneraciones hasta
de 162 millones de dólares, como Stanley O’Neal, de Merril Lynch. Es un caso excepcional, en un medio donde muchos
ejecutivos ganan más de un millón de dólares anuales. En 2007, la empresa pagó
bonos a sus ejecutivos por 4 mil
millones de dólares y en 2008 las empresas de Wall Street pagaron 18 mil
millones de dólares a sus ejecutivos, cuando el sistema financiero fue salvado
por el gobierno.
Siguiendo con las remuneraciones, en 2014 la consultora
Robert Walters estudió los salarios medios fijos de los ejecutivos en 27 países, en particular aquellos que
tienen más de 12 años de
experiencia. Sin incluir los bonos, después de la crisis de 2008 un director
financiero (CFO) percibe 360 mil
dólares anuales en Shanghai, apenas por encima de sus colegas en Nueva York y
Londres. En São Paulo el mismo cargo
recibe 250 mil dólares anuales. Los
gerentes de contabilidad, situados en la parte baja del escalafón, obtienen en
torno a los 100 mil dólares ( Valor,
12/2/14).
Pero hay una segunda cuestión tan importante como
los ingresos. El perfil de este grupo indica que 80 por ciento son varones blancos, egresados de universidades de élite, preparados para
una competencia feroz, que no tienen la menor fidelidad a nada que no sea ellos
mismos. Una encuesta de la consultora brasileña Talenses, entre 620
ejecutivos de alto nivel de São Paulo, reveló que para los directores y gerentes el factor decisivo a la hora de decidir un
lugar de trabajo es sentirse desafiados,
y sólo en segundo lugar aparecen las remuneraciones
y bonos (Asociación Brasileña de Recursos Humanos, 29/1/14).
Lo que más los motiva son los
desafíos, la conquista de nuevos logros, el reto permanente para ir más
allá. Cambian constantemente de empresa: sólo 6.6 por ciento de los entrevistados
llevaban más de 10 años en la
empresa, 29 por ciento entre dos y cinco años y 52 por ciento menos de dos
años. El cambio de empresa es parte del desafío de estos ejecutivos que tienen
entre 24 y 40 años. Los altos salarios buscan retenerlos.
Como señala Braudel, son personas que tienen el
privilegio de poder escoger, libertad de movimientos, no se aferran a las
actividades anteriores, no se especializan en una sola actividad, de modo que
pueden entrar en juegos inaccesibles para los demás. Tienen acceso a información privilegiada que les permite, por un
lado, eludir los controles, y por otro, apropiarse de las innovaciones que
nacen casi siempre en la base de la sociedad, ahorrando las más de las veces en
desarrollo tecnológico.
Parasitismo de larga duración, le llamaba a esa actitud
vital. Un parasitismo activo, destructivo, arrasador. Este modo de actuar, esta
cultura empresarial, tiene enormes similitudes con la que promueven los think tanks militares.
Hoy más que nunca, los ejércitos actúan como los CEO del sector financiero, y
viceversa.
William McNeill, en La búsqueda del poder, sintetiza estas
características de modo brillante: Nuestros únicos macroparásitos
significativos son otros hombres, que, al especializarse en la violencia, se
muestran capaces de asegurarse la vida sin tener que producir por sí mismos el
alimento y otros géneros que consumen (Siglo XXI, 1988, Prefacio). Continúa
destacando que los cambios en el armamento de los ejércitos se parecen a las
mutaciones genéticas de los microorganismos
para abrir nuevas zonas geográficas de explotación, o destruir algunos límites
mediante el ejercicio de la fuerza dentro de la propia sociedad que los cobija.
Capital financiero y fuerzas armadas
(estatales o paraestatales) son los grandes parásitos-predadores que se
comportan como plagas esquilmando a la humanidad. Es la lógica del uno por
ciento, que no va a cambiar por voluntad propia. Como sabemos, con las plagas
no se puede negociar. Se las frena o nos destruyen. Es necesario tener claridad
sobre los modos del uno por ciento. Pero debemos reconocer que aún no tenemos una estrategia para
frenarlos.
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