Thomas
Piketty, autor de un bets-seller, como es su libro “El Capitalismo del siglo
XXI”, publicado en varios idiomas, sobre
economía, desigualdad y renta, trabajo de investigación que hoy representa una
real y objetiva contribución a aclarar en forma determinante cual es el origen para
él de la desigualdad económico-social hoy mundializada y que tiene como
alternativa su comprensión desde la política. Académico reconocido en todo el
mundo. El gobierno francés iba a
Condecorar con el máximo reconocimiento como es “La Legión de Honor” – décadas anteriores
lo hicieron y rechazaron intelectuales de la categoría universal como Jean Paul Sartre, Claude Monet o Albert
Camus – Ahora el Dr. Piketty
rechaza públicamente la condecoración en honor y respeto al pueblo francés,
atacado cobardemente por las políticas nefastas y salvajes de la austeridad,
cuya responsabilidad le corresponde en esta coyuntura al Presidente Francés François Hollande, político representante del
partido Socialista, - primero
traiciono a su propio Partido - pero una vez en el gobierno se transformó en
un “pastor fiel seguidor” de las políticas
de reajuste y austeridad impuestas por la Canciller alemana Angela Merkel, es decir, del más oscuro
y subterráneo neoliberalismo de la Troika
Europea y se olvidó – mejor – traicionó al pueblo francés del programa que el propuso en su
campaña electoral de inversión con empleo.
Al
rechazar la “Legión de Honor”, no sólo criticó al Presidente francés – por su cobardía política de someterse a las políticas
de la Sra Merkel, sino que cuestionó
seria y profundamente a la derecha francesa del Frente Nacional – la más oscura y conservadora de todo Europa – así
como a toda la derecha política europea de recurrir única y fácilmente a las políticas
de ajuste y reajuste en contra de la
Ciudadanía europea, que ha atacado las instituciones principales del sistema
democrático. Por eso hoy reconoce el avance de la izquierda
en España con Podemos y en Grecia con Syriza – movimientos políticos
que representan lo mejor de la sociedad tendientes en sus objetivos
estratégicos a “refundar la política europea”, alternativa política que nace de lo mejor de la juventud por
varios años en las calles y plazas públicas; de los trabajadores y sus sindicatos en su lucha diaria y permanente
contra las políticas asesinas del neoliberalismo. El Dr. Piketty, con esta actuación da respuesta a los políticos tradicionales en proceso de
descomposición moral, asume directamente una posición política que viene de lo más profundo de sus trabajos de
investigación y que hoy constituyen toda una sensación en el mundo
académico y político a nivel global. Un
intelectual de talla mundial que nos da un mensaje claro y definido: La alternativa, la propuesta a todos
nuestros trabajos sobre la desigualdad económico-social, está en el campo de
la Política,
pero no la vieja y corrupta política, sino una nueva, diferente y superior que represente en conjunto los
intereses de clase de la Ciudadanía que
hoy lucha y se moviliza a nivel mundial. Gracias Dr. Piketty por darnos un mensaje de una Nueva
Política para forjar y construir una Nueva Democracia de Ciudadanos, Participativa
y Moderna.
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Según Piketty, “habría que invertir masivamente en
la capacitación, la innovación y las tecnologías verdes. Pero se hace todo lo
contrario. Actualmente, Italia consagra cerca del 6 por ciento del PIB para
pagar los intereses de su deuda e invierte apenas 1 por ciento en el conjunto
de sus universidades”.
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PIKETTY
ELOGIA A LA IZQUIERDA Y LLAMA A REFUNDAR LA POLÍTICA.
No es un
legionario cualquiera.
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El economista francés, autor del best-seller mundial El
Capital en el siglo XXI, tras rechazar la Legión de Honor, fustigó las
políticas de ajuste, alabó a Syriza y a Podemos, y propuso una “refundación
democrática de Europa”.
Eduardo Febbro
Desde
París Página /12 sábado 3 de enero del 2015.
El economista francés Thomas Piketty, autor del
best-seller mundial El Capital en el siglo XXI, no movió un centímetro su
posición con respecto a lo que piensa de la política del gobierno socialista de
François Hollande, ni tampoco de la que encarnan los dirigentes europeos de
este nuevo siglo. Después de haber rechazado la distinción más alta de Francia,
la Legión de Honor, Piketty no sólo vuelve a defender su postura sino que,
además, ataca la política del Ejecutivo y las medidas que se adoptaron en
Europa para superar la crisis. Piketty, hoy en medio de una gran polémica,
propone pura y llanamente una “refundación democrática de Europa”. El
economista rechazó primero la Legión de Honor mediante un comunicado transmitido
a la agencia France Press, donde decía que no le correspondía a un gobierno
“decidir quién es honorable” y que, en vez de ocuparse de la Legión de Honor,
lo mejor que podía hacer era “consagrarse a la reactivación del crecimiento en
Francia y en Europa”. El portavoz del Ejecutivo y ministro de Agricultura,
Stéphane Le Foll, le respondió de inmediato. Según el titular de la cartera, es
preciso separar las cosas entre “quien tiene ideas interesantes, pero es un
investigador, que está en su oficina, que realiza cálculos, cuya
responsabilidad es un enfoque intelectual; y luego la política, que se
confronta con la realidad. Le corresponde entonces al gobierno de la república
decidir quiénes son meritorios”.
Pero Piketty volvió a la trinchera del combate en dos
tiempos. Primero mediante una entrevista realizada por el vespertino Le Monde
en Boston, donde se encuentra actualmente antes de viajar a la Argentina en
este mes de enero. Piketty lamenta que no le hayan avisado antes, porque así
“se hubiese evitado todo este lío”, y explica que su decisión de rechazar la
Legión de Honor “nada tiene que ver con mi opinión sobre este gobierno”. Para
el autor de El Capital en el siglo XXI, esa manera de decidir “quién es el
grupito de ciudadanos honrosos, cuyos méritos brillantes deben ser reconocidos,
es una concepción del papel del Estado, del gobierno, que me parece antigua”.
El economista deja también muy claro que habría “actuado de la misma manera con
un gobierno con el que hubiese estado en mejores términos”. Este no es
efectivamente el caso ya que, en la misma entrevista con Le Monde, Piketty
juzga que “la acción que el gobierno viene llevando a cabo en estos últimos dos
años ha sido catastrófica, y no tengo necesidad de ninguna Legión de Honor para
decirlo o para escribirlo”.
Las relaciones entre Piketty y el Ejecutivo socialista
son por demás polémicas. En una columna publicada por el matutino Libération,
Piketty ataca fuertemente las políticas de ajuste y reducción de los déficit
que imperan en Europa desde hace varios años. El intelectual escribe que “lo
más triste en la crisis europea es el encaprichamiento de los dirigentes por
presentar su política como la única posible, y el temor que les inspira
cualquier sacudida política capaz de alterar este feliz equilibrio”. El
economista califica de “amnésicos” a los países europeos, en especial Francia y
Alemania. En este contexto, Piketty argumenta que “el nuevo tratado
presupuestario europeo adoptado en 2012 bajo la presión de Alemania y Francia
organiza la austeridad en Europa (con una reducción excesivamente rápida de los
déficit y un sistema de sanciones automáticas totalmente inoperante), y condujo
a una recesión generalizada de la Zona Euro”.
Además de “amnésicos”, Piketty juzga que en el dúo de
Francia y Alemania “la palma de la hipocresía se la ganan los dirigentes
franceses”, que pasan su tiempo en echarle toda la culpa a Alemania cuando, en
realidad, se trata de una responsabilidad compartida”. Las cifras que adelanta
el economista valen como argumento. Según Piketty, “habría que invertir
masivamente en la capacitación, la innovación y las tecnologías verdes. Pero se
hace todo lo contrario. Actualmente, Italia consagra cerca del 6 por ciento del
PIB para pagar los intereses de su deuda e invierte apenas 1 por ciento en el
conjunto de sus universidades”. Piketty se pregunta luego qué trastornos
podrían hacer para que en 2015 se muevan las líneas. Su respuesta cabe en tres
posibilidades:
“O una nueva crisis financiera, o un shock político proveniente
de la izquierda, o un shock político proveniente de la derecha”. Piketty sabe
bien cuál de las tres prefiere. “Los dirigentes europeos actuales deberían
tener la inteligencia de reconocer que la segunda posibilidad es, por lejos, la
mejor. Los movimientos políticos que prosperan hoy a la izquierda de la
izquierda, como Podemos en España o Syriza en Grecia, son fundamentalmente
internacionalistas y preeuropeos. En vez de rechazarlos, por el contrario,
habría que trabajar con ellos para reformular los contornos de una refundación
democrática de la Unión Europea. Sin ello podemos enfrentarnos a un shock mucho
más inquietante, oriundo de la derecha.” Por derecha hay que entender aquí la
extrema derecha, como la del Frente Nacional en Francia.
Pese a todo, Piketty muestra su optimismo. Escribe que se
puede “esperar lo imposible” y sueña con que el presidente francés, François
Hollande, “reconozca sus errores de 2012 y tienda la mano a la Europa del sur, a fin de formular
propuestas audaces para nuestro continente”.
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