BRASIL
EN PODER DE CORRUPTOS Y GOLPISTAS.- En tres periodos y más un año de gobierno del P.T. Los
Presidentes Lula y Dilma, NO hicieron políticamente lo que debieron hacer, pero
hicieron lo que no debía hacer, globalizar la empresa y corporaciones
brasileñas al mundo y permitieron con su “paciencia” todo tipo de corrupción. No tocaron ni con una flor el Estado, de
lejos lo vieron el Poder, (tuvieron miedo y se contentaron con hacerles
simples cariños y barnizaron su estructura) se embriagaron con el éxito pasajero
de las Políticas Sociales – sobre todo la
lucha contra la Pobreza -, se embarraron en un estructura maloliente de
corrupción y traicionando los grandes ideales político-sociales por cuales
fueron elegidos, se olvidaron olímpicamente la tarea histórica de
reivindicación socio-económica-política de la Reforma Agraria, derechos reclamados por el más grande Movimiento Social de la Historia, los
Trabajadores Sin Tierra. Al sacar de la pobreza a más de 60 millones de
familias, postergaron, excluyeron – los triunfos pasajeros los levantaron en hombros
– y dejaron a merced de la corruptela
de la burguesía político-empresarial- (desesperada del Poder) a millones de
jóvenes que salieron de la pobreza y
ahora reclamaban y peleaban en las calles por
nuevos Derechos Sociales como Educación Salud, Transporte, Cultura, infraestructura
deportiva, defensa del Medio ambiente, seguridad ciudadana, etc. Pero
positivamente transformaron Brasil en la séptima economía del mundo, parte
importante de las economías emergentes del mundo, las economías BRICS – y en alguna coyuntura global fueron considerados
como un país importante del Nuevo Orden
Mundial y presentaron a su país como en los Deportes Mundiales. Río 2014 (Campeonato Mundial de Fútbol) y las Olimpiadas Río
de Janeiro 2016. Sin embargo, el fracaso político de su partido, como la
corrupción der sus principales dirigentes, mataron, “asesinaron” políticamente
el trabajo de más de 10 años y prepararon la mesa para que venga la burguesía político-empresarial – con odio,
venganza y cobrando la pesada factura social de 4 derrotas consecutivas – hoy comenzó todo el
desmontaje social y político y así terminará por siempre una experiencia más
fallida de los progresismos en América latina.
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El ataque será mortal contra el, progresismo y la izquierda en Nuestra América. No seamos observadores desde el balcón.
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BRASIL: TAN
SOLO SIETE DÍAS PARA DESTRUIR CONQUISTAS DE AÑOS.
Gobierno
interino de Michel Temer da un giro conservador en Brasil y su relación
con la Región.
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El anuncio de terminar con la gratuidad de la universidad
y la salud públicas, la eliminación de ministerios clave y la anulación de
contratos para la construcción de viviendas populares son algunas de las
iniciativas de Temer.
Darío Pignotti
Página/12 En Brasil
Desde Brasilia jueves 19 de mayo del 2016.
Hoy se cumple una semana del putch parlamentario que
separó de su cargo a la presidenta Dilma Rousseff y franqueó el ascenso de
Michel Temer, que posiblemente ya haya perdido el 2 por ciento de popularidad
del que gozaba hace 8 días. En los últimos siete, Temer presentó un gabinete
sin ministros negros ni mujeres que a poco de entrar en funciones anunció el
fin de la gratuidad de la universidad pública, la extinción del ministerio de
cultura, la eliminación de la universalidad de la salud pública, la (contra)reforma
previsional, la anulación de contratos para la construcción de viviendas
populares, la revisión de la diplomacia preferencial hacia Latinoamérica y
recortes en la Bolsa Familia.
“Este es un gobierno extremadamente conservador en lo
político y liberal en lo económico” resumió Rousseff. “Desde que llegaron están
hablando de cortar beneficios sociales, en el caso de la Bolsa Familia hablan
de cortar de un 10 a un 30% (de su presupuesto), ¿saben que significa eso?,
significa sacar hasta 36 millones de personas de la Bolsa Familia de un
plumazo” afirmó ayer Dilma en diálogo con internautas, desde su nueva base de
operaciones política en el Palacio de Alvorada. En esa residencia oficial
también recibió a legisladores con quienes analizó la estrategia a desplegar en
el juicio político que se le sustentará en la Cámara Alta. Donde será juzgada
por los mismos senadores que aprobaron por 55 votos a 22 la apertura del
proceso, un dato que autoriza a pensar que será difícil que la absuelvan.
Luego de visitar a la presidenta el senador Humberto
Costa, jefe del bloque del PT, dijo haberla visto “optimista” ante la temprana
reacción de la opinión pública frente a un gobierno que “comete un error tras
otro” y no satisface las expectativas que había generado en una parte de la
sociedad.
Si hubiera que escoger la foto de la semana inicial de
Temer, en ella no estaría él sino la actriz Sonia Braga en Cannes, junto a
otros miembros del elenco de la película Aquarius, denunciando el “golpe” con
cartelitos escritos en inglés y francés. Fue tan potente el impacto de esa
noticia que repercutió hasta en Globo y otras cadenas periodísticas privadas
unidas en una muralla que impide el paso de los relatos en los que se menciona
al golpe, del que sí hablan los miles de ciudadanos que se han volcado a las
calles desde la caída de Rousseff. Protestas en las que se observa un buen
número de personas que no pertenecen ni votaron al PT, pero exigen el respeto
del sufragio popular. Ha surgido una indignación anticonservadora más vigorosa
y temprana de lo que se esperaba, con el protagonismo de los movimientos
sociales y de mujeres en pie de guerra contra el machismo blanco que exuda la
nomenclatura temerista. La insurgencia femenina es particularmente activa, es
un activismo que fue fermentando en los últimos meses cuando la presidenta dejó
su despacho para encabezar decenas de actos en varias ciudades. Una actitud que
tal vez debería ella haber tomado antes para frenar el aluvión antipolítico y
de clase media que exigía su renuncia.
En cierta medida esta nueva rebelión cívica, progresista,
es la que se expresa en las declaraciones de Sonia Braga (fuerte candidata a la
Palma de Oro en Cannes) y el actor Wagner Moura protagonista de la serie Narcos
y la película Tropa de Elite, él tampoco es petista, quien deploró el
“conservadurismo y oscurantismo” del nuevo régimen. Y del cantante Caetano
Veloso, quien desde hace años rompió con el PT, pero repudió el impeachment y
esta semana tocará en un edificio ocupado por trabajadores de la cultura en Río
de Janeiro.
Si en lugar de elegir una foto, hubiera que elegir dos
sobre los primeros siete días del gobierno interino, la segunda no sería para
Temer sino para Eduardo Cunha, considerado por el Ministerio Público Federal
como el “jefe” de una organización delictiva que tomó cuenta de la Cámara de
Diputados.
Esa fotografía de Cunha seguramente será tomada hoy
cuando él reaparezca en el Legislativo, a pesar de que fue suspendido de sus
fueros por el Supremo Tribunal Federal que lo procesó por varios cargos a
partir de las evidencias de que era una pieza importante en la trama de
corrupción que estafó a Petrobras con la complicidad de grandes empresas
constructores y miembros del PT.
Ingresar al Legislativo a pesar de su desafuero
provisorio será una demostración del poder que aún detenta Cunha, un socio sin
el cual Temer no hubiera llegado a donde está. Porque fue el ex jefe de la
Cámara baja quien regimentó a unos 200 congresistas, entre ellos muchos
pastores, policías y procesados por la justicia, para que se apruebe el
impeachment contra Dilma en la cómica sesión del domingo 17 de abril cuando la
oposición aplastó al gobierno por 367 votos a 137. Decretando el irremediable
fin de la mandataria electa, semanas más tarde también sería derrotada en el
Senado.
A pesar de que Temer evitó mostrarse ante los
camarógrafos junto a su correligionario Cunha - el político brasileño con peor
imagen - él es el padrino de dos miembros del gabinete y del nuevo jefe del
bloque oficialista en Diputados.
Sin el apoyo de esa bancada el jefe de estado provisorio
no logrará aprobar ninguna de las leyes indispensables para implementar el
programa de ajuste prometido a los banqueros e inversores extranjeros, éstos
representados por el titular de Hacienda Henrique Meirelles.
El ex ejecutivo del Banco de Boston Meirelles es el
fiador del nuevo jefe del Banco Central, Ilan Goldfajn, a su vez jefe de
economistas del Banco Itaú.
Por cierto Meirelles es el superministro del gabinete de
Temer, un presidente con dificultades que para garantizar la gobernabilidad
depende en buena medida del poder en las sombras de Cunha.
Ese es el triunvirato sobre el que se apoya el nuevo
régimen, que en su segunda línea de poder tiene al canciller José Serra, que en
su discurso de toma de posesión ayer anunció el fin de la diplomacia con eje en
las relaciones Sur-Sur, el estrechamiento de los vínculos con Argentina y Estados
Unidos, y la revisión del Mercosur para retomar su dimensión comercial.
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