UN LIDERAZGO CONSTRUIDO
POLÍTICAMENTE EN TORNO A LA PERSONALIDAD DE CRISTINA.- Los liderazgos no se construyen fácilmente. En la
Argentina hay muchos dirigentes políticos y un solo liderazgo, que es el de Cristina Fernández de
Kirchner, en cualquier espacio político. Liderazgo en tanto lo conocemos
nosotros, en los espacios populares y democráticos, que es cuando el pueblo te
lleva en el corazón y no te suelta porque es tu figura emblemática. Cristina es la que te generó derechos, la
que siempre te resolvió los problemas, la que te acercó el Estado para la
resolución de tus problemas y tu vida, la que le dio al Estado un dinamismo -no
solo de construcción de derechos- sino del cuidado de esos derechos y que esos
derechos lleguen a la mayor cantidad de gente posible. Y para eso hubo que reconstruir al Estado, después de una
destrucción que fue sistemática por décadas. Reconstruirlo ha sido y es mucho
más difícil. Destruirlo es fácil –en referencia al gobierno de Macri. Construir
el Estado es una tarea enorme y se necesita del pueblo. Ese pueblo está, ese
pueblo existe, es la mitad del país y
tiene un liderazgo, el liderazgo de Cristina. La aparición de Cristina lo
que hace es mostrar eso. El que hace una lectura de que Cristina “se terminó”,
de que “murió este proyecto político”, de que “el peronismo, el kirchnerismo
está muerto y Cristina está muerta y es una abuelita en su casa”, no entiende
nada de política. Hace una lectura equivocada de la realidad.
Cristina se paró en medio de
la escena utilizando una desafortunada citación judicial. Citación que, por cierto, fue realizada por un juez más
que cuestionado, no solo por sus actuaciones judiciales sino también por sus
actuaciones personales y por lo ridículo de la imputación a la ex presidenta. Cristina se enfrenta entonces a ese Poder
Judicial, que es el único Poder que no se repensó después del ’83. Nosotros
hemos hecho intentos y hemos fracasado en todos: todos los proyectos de ley
para poder transformar el Poder
Judicial han sido declarados inconstitucionales en menos de 24 horas.
Pensemos que eso no sucedió ni con las leyes de obediencia debida y punto
final, corralito, canje, megacanje, etc. Pero
la Corporación Judicial se cuida y mucho, sabe cómo perpetuarse y cómo
cuidarse: en menos de 24 horas te declara inconstitucional las leyes del
Congreso.
Cristina enfrenta a ese
poder, le demuestra al pueblo que no le tiene miedo, como no le tuvo miedo a
ningún poder establecido, por
más fuerte que sea y por más de que estas corporaciones económicas, mediáticas,
judiciales, financieras, hayan causado
un gran daño a la Argentina, no a una persona, sino al conjunto de los
argentinos. Cristina hizo un acto frente a Comodoro
Py, que es el símbolo de ese Poder. Se paró en el centro de la escena de la
oposición. Nosotros perdimos la
elección, hay un presidente que fue constitucionalmente electo y está
gobernando, así que Cristina se paró donde tenía que pararse, desde la
oposición, y nos pide que estemos al lado de la gente que sufre, como siempre, como
peronistas, o no, porque también convoca a los espacios que no son
peronistas.
/////
El surgimiento de los gobiernos populares de la izquierda progresista en América latina, desde los inicios del nuevo milenio, marcó una etapa muy importante, porque cada uno - no fue igual en todos - fue resolviendo los grandes problemas estructurales propios de cada país, problemas múltiples que venían en muchos casos desde la Independencia del siglo XIX. Su gran problema y terrible error político no fue haber tocado el Estado, el problema del Poder y junto a ello se dejaron influenciar mucho por el éxito de las Políticas Sociales y otros cayeron fácilmente en el veneno neoliberal de la corrupción. La gran pregunta es en tiempos de crisis hoy, será final, definitiva la caída del progresismo, Cayendo políticamente . la derecha ataca ferozmente - Venezuela, Brasil, se terminó el proceso progresista, nosotros confiamos en la gran capacidad de organización, lucha y nuevas formas de hacer política de los pueblos que sabrán defender sus reivindicaciones y Derechos Ciudadanos y Constitucionales.
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DE LOS GOBIERNOS POPULARES A LA IRRUPCIÓN DE LA
DERECHA EN AMÉRICA LATINA: REFLEXIONES DE JULIANA DI TULLIO.
*****
Sabrina Flax y Silvina
M. Romano / CELAG .
TELEsur lunes 25 de
abril del 2016.
El gobierno de Macri es lo que ven. Esta vez no utiliza la política, corre la política, intenta desplazar la política para que los empresarios gobiernen. Cuando hay reuniones con ministros, lo primero que dicen es: “no hablemos de política porque yo no sé, hablemos de lo que hay que hacer”.
Juliana Di Tullio es Diputada Nacional por el
Frente para la Victoria desde Diciembre de 2005 a la actualidad. En esta
entrevista opina sobre el gobierno de Mauricio Macri y las consecuencias para
Argentina y la región, el liderazgo de Cristina Fernández, el impacto de las
derechas como parte de los ciclos históricos de la región
y el empoderamiento de los pueblos.
¿Por qué crees que después de 12 años de
kirchnerismo ganó un partido de derecha, a través de la vía democrática?
¿Cuáles son los factores que hicieron posible que un partido de derecha gane
democráticamente las elecciones por primera vez en la Argentina?
En principio, lo novedoso en la Argentina es que la
derecha por primera vez gana una elección en las urnas. La Argentina tiene
estos ciclos, la maestra de la política es la historia. La historia muestra que
después de esos ciclos populares la derecha siempre irrumpió: primero con una
dictadura militar, después irrumpió también con el peronismo disfrazado de
menemismo, que era un gobierno neoliberal pero que utilizó la política y al
peronismo para aplicar políticas neoliberales. Menem logró su primer gobierno
con votos del peronismo, pero la segunda elección la ganó con el mismo sector
que hoy le dio sus votos a Macri. Hoy, entonces, es la primera vez que gobierna
la derecha en nombre de la derecha. La verdad es que en la Argentina nadie
desconoce quién es Macri, ni quien es la familia Macri, ni que Macri es un empresario,
que tiene un gobierno de empresarios.
El gobierno de Macri es lo que ven. Esta vez no
utiliza la política, corre la política, intenta desplazar la política para que
los empresarios gobiernen. Cuando hay reuniones con ministros, lo primero que dicen
es: “no hablemos de política porque yo no sé, hablemos de lo que hay que
hacer”. Entonces piensan de verdad lo que están haciendo, lo sienten en serio,
una cosa es la traición del peronismo y usar al menemismo para aplicar
políticas neoliberales, pero otra cosa es esto: un gobierno de empresarios que
piensan exactamente esto, lo que están aplicando. Se trata de un proyecto que
no cierra si no tiene entre el 15 y el 20 por ciento de desocupación y es lo
que le dicen a todos los empresarios: “ajusten, suban tarifas, echen gente”.
Después de gobiernos populares y de transformación, de crecimiento con
inclusión social, siempre irrumpe la derecha.
¿Cómo ves la movilización social que ha despertado
la llegada de Cristina Fernández de Kirchner a Buenos Aires, en un contexto
donde tuvo que ir a declarar ante la justicia, pero que ha convertido esa
citación en su reaparición dentro de la escena política argentina?
Los liderazgos no se construyen fácilmente. En la
Argentina hay muchos dirigentes políticos y un solo liderazgo, que es el de
Cristina Fernández de Kirchner, en cualquier espacio político. Liderazgo en
tanto lo conocemos nosotros, en los espacios populares y democráticos, que es
cuando el pueblo te lleva en el corazón y no te suelta porque es tu figura
emblemática. Cristina es la que te generó derechos, la que siempre te resolvió
los problemas, la que te acercó el Estado para la resolución de tus problemas y
tu vida, la que le dio al Estado un dinamismo -no solo de construcción de
derechos- sino del cuidado de esos derechos y que esos derechos lleguen a la
mayor cantidad de gente posible. Y para eso hubo que reconstruir al Estado,
después de una destrucción que fue sistemática por décadas. Reconstruirlo ha
sido y es mucho más difícil. Destruirlo es fácil –en referencia al gobierno de
Macri. Construir el Estado es una tarea enorme y se necesita del pueblo. Ese
pueblo está, ese pueblo existe, es la mitad del país y tiene un liderazgo, el
liderazgo de Cristina. La aparición de Cristina lo que hace es mostrar eso. El
que hace una lectura de que Cristina “se terminó”, de que “murió este proyecto
político”, de que “el peronismo, el kirchnerismo está muerto y Cristina está
muerta y es una abuelita en su casa”, no entiende nada de política. Hace una
lectura equivocada de la realidad.
Cristina se paró en medio de la escena utilizando
una desafortunada citación judicial. Citación que, por cierto, fue realizada
por un juez más que cuestionado, no solo por sus actuaciones judiciales sino
también por sus actuaciones personales y por lo ridículo de la imputación a la
ex presidenta. Cristina se enfrenta entonces a ese Poder Judicial, que es el
único Poder que no se repensó después del ’83. Nosotros hemos hecho intentos y
hemos fracasado en todos: todos los proyectos de ley para poder
transformar el Poder Judicial han sido declarados inconstitucionales en menos
de 24 horas. Pensemos que eso no sucedió ni con las leyes de obediencia debida
y punto final, corralito, canje, megacanje, etc.. Pero la Corporación Judicial
se cuida y mucho, sabe cómo perpetuarse y cómo cuidarse: en menos de 24 horas
te declara inconstitucional las leyes del Congreso.
Cristina enfrenta a ese poder, le demuestra al
pueblo que no le tiene miedo, como no le tuvo miedo a ningún poder establecido,
por más fuerte que sea y por más de que estas corporaciones económicas,
mediáticas, judiciales, financieras, hayan causado un gran daño a la Argentina,
no a una persona, sino al conjunto de los argentinos. Cristina hizo un acto
frente a Comodoro Py, que es el símbolo de ese Poder. Se paró en el centro de
la escena de la oposición. Nosotros perdimos la elección, hay un presidente que
fue constitucionalmente electo y está gobernando, así que Cristina se paró
donde tenía que pararse, desde la oposición, y nos pide que estemos al lado de
la gente que sufre, como siempre, como peronistas, o no, porque también convoca
a los espacios que no son peronistas.
Cristina es la que te generó derechos, la que siempre te resolvió los problemas, la que te acercó el Estado para la resolución de tus problemas y tu vida, la que le dio al Estado un dinamismo -no solo de construcción de derechos- sino del cuidado de esos derechos y que esos derechos lleguen a la mayor cantidad de gente posible.
***
En esta reaparición de Cristina en la escena
política ha convocado a armar un Frente Ciudadano, ¿Cómo entendés esta
convocatoria?
Ese frente ciudadano es eso: es poder estar como
peronistas, pero también entendiendo que con el peronismo sólo no alcanza, que
se necesitan todos los espacios que tienen el mismo pensamiento afín:
nacionales, democráticos, populares. Por ejemplo, hay muchos radicales que no
son parte del gobierno y que están en este espacio: el Partido Comunista, el
Partido Humanista, Partido para la Victoria, el Frente Grande, Miles, Nuevo
Encuentro. El peronismo siempre ha sido frentista y lo que destaca Cristina es
que tiene que haber un sentido de frentismo mucho más amplio, que tomemos
nuestro lugar de militantes otra vez, este poder estar al lado de la gente que
sufre, cada uno desde su lugar. A nosotros nos habló como diputados y diputadas
de la Nación, conversamos sobre cómo es nuestra actuación institucional frente
al sufrimiento por los ajustes, por los tarifazos, por el enfriamiento de la
economía, por las políticas de endeudamiento de la Argentina – por volver a
cerrar con los fondos buitres, por volver al Fondo Monetario Internacional, por
aceptar como si fuera una buena noticia pasar del 13 al 25 % de endeudamiento
del país.
A esto hay que sumar un apagón mediático muy
importante, con una censura muy grosera instalada en la Argentina, con una
oposición silenciada, con periodistas echados, expulsados, censurados, canales
perseguidos y una protección mediática hacia el presidente de la República muy
importante ¿Por qué? Porque son parte de lo mismo: desde 1880 hasta acá, los
dueños son los mismos. No hay mucho más; y una persecución jurídica y mediática
que construye un relato que es difícil de desandar. Pero la realidad los va a
pasar por encima, la realidad es la realidad: cuando la gente sufre, sufre. Se
verá con el tiempo, hay que tener paciencia, los pueblos siempre aprenden. La
historia es la maestra de la política, siempre hay una toma de conciencia en
algún momento por parte del pueblo. Después de 12 años de un proyecto político
de transformación y de empoderamiento, tarda más, tarda menos…
Teniendo en cuenta lo que planteás respecto al
cerco mediático que protege al presidente Mauricio Macri, pero también el
pedido que habías realizado en 2013 respecto a que se reanuden las
investigaciones en torno a las cuentas offshore que tiene tanto el grupo
Clarín como su CEO, Héctor Magneto, ¿Qué pensás del modo en que fue tratada la
noticia respecto a las cuentas que tiene el mandatario en los paraísos fiscales
y su involucramiento en el escándalo de los Panamá Papers?
Hace algunos años hice una denuncia penal a Magneto
y a Pagliaro por tener cuentas offshore en Panamá desde el año ‘79, que
son las que salen en Panamá Papers. O sea, el juez no tiene más que pedir
esa información y ya está. Pero bueno, es una causa que está parada desde el
año 2013 hasta hoy, incluso teniendo un testigo “arrepentido” que es Arbizu,
que en su momento fue presidente de JP Morgan y que era un testigo privilegiado
para saber si hubo lavado de dinero o si hubo activos en las cuentas de Panamá.
Desde el año ‘79 tienen estas cuentas. El asunto es que el multimedio Clarín es
parte del esquema, el mismo esquema: son los dueños. La Argentina tiene,
exagerando, 100 personas que son sus dueños históricos.
Lo que a mí me preocupa, es esta cierta
manipulación sobre la realidad, sobre la verdad con respecto a las cuentas
fantasma en paraísos fiscales que tiene el presidente de la República. Cuando
construyen un relato mediático de que Cristina se robó la plata de los
argentinos, hay una porción de la población que pide que Cristina devuelva la
plata que se robó. Pero no le piden explicaciones y no tiene la misma energía
para con el presidente de la República, que es el que se llevó nuestro dinero,
y lo hizo para evadir impuestos. Como mínimo, si no hay delito, es lo más
antiético e inmoral como currículum de un presidente democrático. Además, se
trata de un empresario que eligió no reinvertir en el país. Es uno de los
dueños, uno de los empresarios más importantes de la Argentina, que además ha
vivido a costa del Estado y ha hecho que el Estado -el Estado en tiempos de
dictadura- re-estatice su deuda, para que se la paguemos los argentinos. Así
que, robó por lo menos dos veces. Es un presidente con una historia de robos
probados, es un ladrón de guante blanco. Sin embargo, hay una porción de la
población que por construcción mediática judicial y policial acusa a Cristina.
Parece una comedia pero es una tragedia.
Con vistas a la política exterior de Mauricio
Macri, especialmente respecto a su acercamiento con Estados Unidos y su mirada
hacia América Latina, ¿Cómo crees que va a impactar su política en los procesos
de integración regional que se venían dando durante los gobiernos de Néstor y
Cristina Kirchner?
Bueno, la presencia de Obama el 24 de marzo no es
casual, no es un “error diplomático”, no porque yo lo diga, sino porque figura
en los archivos desclasificados que Estados Unidos financió en toda la región
los Golpes de Estado. No es una buena noticia para quienes defendemos la libertad,
los Derechos Humanos, la memoria, la verdad y la justicia. O para quienes
fueron víctimas, para el pueblo en su conjunto, que fue la víctima, más allá de
que algunos no se lo apropien. No fue un “error diplomático”, fue una fecha
elegida adrede, fue una provocación. Lo lamento porque además tiene mucho que
ver con lo que está pasando en Brasil, esa visita tiene mucho que ver con lo
que está pasando en Brasil, con lo que cree el presidente Macri que tiene que
ser el rumbo a seguir de la Argentina, que es el Acuerdo de Libre Comercio
Trans-Pacífico.
Y estoy muy preocupada por la situación de la
región. Como lo que sucedió durante el impeachment contra Dilma: nunca había
visto un Golpe de Estado en vivo, nunca. La saña golpista y la agresión
golpista, mezclada con la traición y con un discurso que me recordó a la
discusión de la Ley 125 aquí en Argentina. La derecha siempre tiene el mismo
discurso, usa los mismos símbolos: la bandera, la familia, los hijos y la
traición. Y esos discursos que escuché en el impeachment para Dilma son
exactamente los mismos a los trazados por los que votaron en contra de la 125.
Me preocupa la estabilidad de la región, me
preocupa la derechización de la región, pero no porque sea algo insólito: cada
vez que hubo un proceso de independencia, de liberación, las amenazas foráneas
han estado siempre. Podemos comparar la amenaza de los fondos buitres con las
amenazas foráneas en el proceso de independencia de 1816. Simplemente tienen
otras metodologías, pero es lo mismo: infamia, calumnia, mentira, extorsión,
desde adentro y desde afuera. Tienen conexiones adentro y afuera, tienen
buitres afuera pero caranchos adentro. Ahora, con las redes y la tecnología,
los procesos son más inmediatos, pero también el conocimiento es más inmediato,
los pueblos se enteran mucho más rápido. Eso me genera expectativas, porque
esto es “en vivo y en directo” y no creo que a nadie le haya gustado lo que vio
en Brasil. Cuando Dilma da su conferencia de prensa y dice “a los brasileros no
nos gusta la traición”, es eso: a nadie le gusta la traición. Recordemos que se
trata de una presidenta que no está ni siquiera investigada. Paradójicamente,
los traidores sí son parte de la investigación, están procesados, están
indagados.
En este contexto, ¿Que pensás que se puede hacer
para desandar esta construcción de realidad de la que hablás?
Yo creo que la clave está en saber si los procesos
de estos años en América Latina tuvieron como sujeto y objeto al pueblo y
lograron el empoderamiento del pueblo. Dilma sacó a 50 millones de personas de
la pobreza, si a eso le agregó empoderamiento para ese sector, entonces hay un
sector muy grande, gigante, que se expresa y pelea por sus derechos. Lo mismo
puedo decir de Bolivia, de Ecuador, de Venezuela, de muchas partes de la
región. A la vez, es preocupante lo de Perú, que Keiko Fujimori esté en carrera
en el balotaje no es una buena noticia. Tampoco es una buena noticia la
derechización de Michele Bachelet, ese cambio tan abrupto. A mí me gustó la
primer Bachelet, no la segunda. Si bien está mucho más sola en la región,
porque hubo grandes pérdidas –Lula que no es presidente, Chávez y Kircher que
fallecieron– también podría tener aliados y aliadas: sigue estando vivo Fidel,
sigue Cristina que es una líder importantísima en la región, Correa y Evo
siguen gobernando. Y, justamente, también hay que destacar lo que le hicieron a
Evo para perder el referendo, que es parte de lo mismo, otro intento de
deslegitimación a través de la mentira, lo policial. Como dice Correa, ya no hay
más golpes militares, solo se necesitan medios y una justicia corrupta, con eso
ya haces un Golpe de Estado. En los últimos años hemos tenido Golpes de Estado
en 15 minutos, como en Paraguay y Honduras.
Sumado a esto, está lo que necesita el mundo: “los
mercados”. La primera medida del presidente Macri fue la apertura
indiscriminada de las importaciones y exportaciones, además de la quita de
retenciones a los granos. Estados Unidos y Europa están deseosos de aprovechar
el mercado latinoamericano. Vamos nuevamente hacia un proceso de
desindustrialización de la región que va a ser grave, porque estos procesos no
cierran sin el 20% de desocupación. Esto incluye el endeudamiento, que es parte
de este proceso “para atar, más que atar y dejar más que atado” este giro que
se está dando en la región [1]. La derecha deja “atados y más que atados”
a los pueblos. Y ahí hay que hacer una autocrítica: los procesos populares y
democráticos, tienen que “atar y más que atar”. Eso es empoderar a los pueblos,
eso es lo que ha hecho Cristina.
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[1] Se trata de una expresión que utilizó el Dictador
español Franco frente a la pregunta del embajador estadounidense de cómo iban a
asegurar la continuidad de las mismas políticas sin contar con el régimen
dictatorial, el General respondió: quédese tranquilo que esto está atado y bien
atado.
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