AMERICA LATINA, NUEVO NICHO PARA LA SEGUNDA “REVOLUCIÓN”
CONSERVADORA.- Brasil, el trono, ocupado por los
golpistas corruptos de la llamada burguesía política-empresarial y el poder de
la triple alianza - la clase política corrupta y pestilente; el de los medios
de comunicación - verdaderas corporaciones mediáticas fácticas – algunos jueces
y fiscales del Poder Judicial, por supuesto contando con el apoyo, venia y autorización
del imperio – ahora sí con Argentina, Brasil en manos del poder de las nuevas burguesías
político-empresariales, más los países de La Alianza del Pacífico (México,
Colombia, Perú y Chile) se inicia el proceso de “ajuste de cuentas”, odio y
venganza contra los dirigentes del gobierno anterior y los avances sociales en
políticas y programas de gobierno en favor de las grandes mayorías nacionales;
coyuntura de crisis de la democracia vigente, gobernantes – derrocados por “nuevas
formas y salidas que te brinda la democracia”, o derrotado en proceso
electoral. La factura social y política es muy elevada y en poder del
salvajismo burgués es realmente de violencia y el nuevo “sicariato moral” –
destrucción total del “líder” anterior, no importan si son medios lícitos o
ilícitos, pero lo justifican, con la “gran prensa” (Bendita y sagrada libertad
de expresión, en tu santo nombre cuantos crímenes se habrán cometido y seguirán
cometiendo). Ahora viene el desmantelamiento de las políticas sociales – sobre todo
exitosas – liquidación definitiva de los derechos sociales y laborales,
(Sindicatos los antiguos pero en proceso de terminación, Nuevos, prohibidos totalmente,
por los fines de la flexibilización laboral) políticas de despidos masivos, “reordenamiento”
del MERCOSUR, separación o expulsión de los “extraños”, Venezuela, que es otro
de los objetivos políticos del imperio – aislamiento total del UNASUR-
repotenciar el “Ministerio de las Colonias”
la OEA, - fin de la CELAC.
Obviamente,
dejamos en punto especial, que lo más importante en la coyuntura actual frente
al poder del imperio y las nuevas políticas globales, desde la UNASUR, se viene
trabajando en forma conjunta en el
proceso de Integración Política Continental, autónoma, independiente, sin la
tutela del imperio, con la finalidad no solo de forjar la UNIDAD continental de
América Latina, pero además seguir caminando en el proceso de Integración
Política con la finalidad de forjar nuevas condiciones políticas de mejor
negociación frente a los Poderes facticos múltiples – económicos, políticos,
sociales, culturales e Institucionales -. América Latina, forjando su unidad
continental es una buena alternativa frente al “Nuevo Orden Mundial” – de las
potencias imperialistas, del G-7 – o de la Unión Europea, o de las propias Economías BRICS – en sus
mejores tiempos -. EL CELAC es una extraordinaria alternativa de toda América
Latina y el Caribe –sin los poderosos del norte –pero es urgente, fortalecer
las bases regionales – América del Sur, Centro América y el Caribe -. Sin
embargo, la división es la mejor “arma” a favor del imperio. La Alianza del
Pacífico – rompe la estructura de fortalecer el MERCOSUR y el propio Pacto
Andino. La coyuntura política latinoamericana vista desde la óptica neoliberal,
está en condiciones para la imposición vertical y violenta de la “segunda fase
de la revolución conservadora”.
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DESMONTE DE LA INTEGRACIÓN REGIONAL.
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Emir Sader.
ALAI. América Latina en Movimiento.
Viernes 13 de mayo del 2016.
El ministro de economía de Argentina, Alfonso
Prat-Gay, ha declarado que los cambios políticos en Brasil son “una buena
oportunidad para refundar el Mercosur”. La coincidencia de gobiernos que
plantean el restablecimiento del modelo neoliberal, con su política de apertura
de los mercados y reacercamiento con los países del Norte, especialmente con
los EEUU, posibilitaron promover el desmonte de los procesos de integración
regional.
Esos procesos han tenido un momento decisivo cuando
EEUU y Brasil estaban listos para concluir el proyecto del ALCA, que
transformaría al continente en una inmensa área de libre comercio, comandada
por la economía norteamericana. Sería la extensión hacia toda la región de lo
que se estaba poniendo en práctica en México. (Los balances de los 20 años del
Tratado entre EEUU, Canadá y México han revelado ser altamente negativos para
este último. Era lo que nos aguardaba.)
La victoria de Lula en 2002 ha permitido que Brasil
rompiera con ese proyecto, bajo la dirección de Celso Amorim en la política
externa brasileña y abriera el camino hacia el fortalecimiento de los procesos
de integración existentes y hacia la construcción de otros espacios de
integración. Fue así que del fortalecimiento del Mercosur se avanzó hacia la
fundación de Unasur, con su Consejo Suramericano de Defensa, el Banco del Sur,
entre otros organismos, y que desembocara en la Celac, que cerraba definitivamente
con la vigencia de la Doctrina Monroe, para que América Latina y el Caribe
tuvieran finalmente un organismo propio de integración, separada de la OEA,
donde la presencia de EEUU y Canadá descaracterizaban esa integración.
Nunca EEUU habían estado tan aislados en el
continente como han estado hasta aquí en este siglo. Al mismo tiempo, América
Latina había cambiado su inserción internacional, especialmente los países que
han empezado a salir del modelo neoliberal. La prioridad de esos países pasó a
ser la integración regional y el intercambio Sur-Sur y no los Tratados de Libre
Comercio con los EEUU.
Esa nueva inserción ha permitido una integración
más grande entre nuestras economías, a la vez que nos permitió resistir en
mejores condiciones a los impactos de la prolongada y profunda crisis recesiva
internacional.
El intercambio regional, la intensificación del
comercio con China y la extensión y profundización del mercado interno de
consumo popular fueron claves en esa resistencia a la recesión, que en otras
condiciones nos habría llevado a la peor recesión de nuestra
historia.
El cambio de gobierno en Argentina y ahora en
Brasil es la oportunidad tan aguardada por los EEUU para la ruptura de su
aislamiento en América Latina. El viaje de Obama a Argentina y su
identificación con el proyecto neoliberal del gobierno Macri revela los
objetivos centrales de EEUU en la región. El silencio cómplice de Obama
respecto al golpe en Brasil confirma el regocijo de Washington con esa
posibilidad.
La declaración del ministro de economía de
Argentina coincide con las posiciones del nuevo ministro de relaciones
exteriores de Brasil, conocido por sus criticas a la política exterior
brasileña. Su obsesión con la entrega del petróleo brasileño a las grandes empresas
petrolíferas internacionales ha llevado a José Serra, candidato a la
presidencia de Brasil en el 2010, a realizar una reunión que debiera haber sido
clandestina, con representantes de las más grandes empresas internacionales de
petróleo, en Foz de Iguazú, prometiendo entregarles el proyecto del Pre-sal.
¿Qué significaría “refundar el Mercosur”? La
derecha siempre ha querido, sin terminar con el Mercosur, abrir espacios para
acuerdos bilaterales de libre comercio con los EEUU. Este es el objetivo central
de esa “refundación”. Por ahora, se anuncia el rebajamiento del perfil
del Mercosur, con la agilización de los acuerdos con la Unión Europea y de
intercambios con la Alianza para el Pacifico. Pero la firma de acuerdos
bilaterales con EEUU es el objetivo mayor de esa llamada refundación.
Sería el comienzo del desmonte de los procesos de
integración regional, debilitando al Mercosur, a Unasur y a Celac. La estrecha
alianza entre los gobiernos de Brasil y de Argentina, establecida por Lula y
por Néstor Kirchner, y continuada por Dilma y por Cristina, fue el eje a partir
del cual esos procesos de integración se han desarrollado. Ahora se trataría
de, a partir de la reversión de los gobiernos de esos países, revertir ese
proceso, promoviendo un nuevo proceso de norteamericanización de la región, con
un cerco todavía más grande a países como Venezuela, Bolivia y Ecuador.
Esa reversión conservadora depende de la fuerza que
pueda tener el gobierno golpista brasileño. Por el momento, parece no disponer
fuerza suficiente para un período largo y grandes trasformaciones. De ahí la
importancia todavía más grande de la lucha de resistencia de los brasileños en
la conquista de nuevas elecciones, que deslegitimen definitivamente el gobierno
de Temer y permitan al pueblo brasileño volver a definir su destino
democráticamente, incluida la inserción internacional de Brasil, entre la
integración regional y el intercambio Sur-Sur o el viejo destino de “patio
trasero” del Imperio.
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- Emir Sader, sociólogo y científico
político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la
Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).
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