UNIÓN EUROPEA. LA DECADENCIA DE OCCIDENTE.- EL
INFIERNO DE LA GUERRA.- LA CONSTRUCCIÓN DE LA UNIÓN EUROPEA.- CRISIS MIGRATORIA
A CRISIS CIVILIZATORIA. LA GLOBALIZACIÓN DE LA INDIFERENCIA.- Hoy con una mirada
desde América latina, la Unión Europea, su realidad interna, es una verdadera “casa
de locos”, turbulencia social, crisis política, decadencia de la institucionalidad
democrática, sumado al conjunto de problemas unos estructurales -. Como la
poli-crisis y sus consecuencias dramáticas e inhumanas y otros aparentemente coyunturales
– como la crisis migratoria, la ausencia de liderazgo o los graves problemas
internos en Francia y la Reforma laboral. Pero si vamos al fondo del problema,
que nos encontramos hoy, problemas generados, originados por geopolíticas, propias
de los tiempos de la Uni-Polaridad Política Global. La intervención militar en
Oriente Medio por las potencias Occidentales -Unión Europea, Estados Unidos) en
(Siria, Irán, Iraq, Afganistán, Túnez, Libia, Egipto, etc.), el saqueo de los
recursos naturales en el llamado Cuerno del África, y la miseria, hambre,
extrema pobreza - Desigualdad económico-social-laboral extrema)en el África
Subsahariana, la guerra e intervención militar actual, más la falsificación de
una burda democracia en Egipto, Libia, Iraq, etc., ha originado que miles
(millones en los últimos tres años, salgan, fuguen de sus países con dirección
a Europa y la U.E - 27 países - NO tienen hasta hoy una política de
Migraciones, sino 27 respuestas desde humanitarias hasta violentas contra los
refugiados. Miles han muerto en alta mar.
Otros, son expulsados con violencia de Turquía, miles llegan
a ser más pobres a Grecia, miles son aceptados, para trabajar en sus fábricas
ante la crisis de falta de trabajadores jóvenes - jóvenes en especial en
Alemania Italia, Francia, Reino Unido, por falta de mano de obra y en otros
países como en varias regiones de España, niños, para justificar el
funcionamiento de Escuelas – (Reflexiones sobre el drama y el epicentro de la
crisis) pero miles son enviados a la cárcel en Hungría, Rumanía, Austria,
Bélgica y otros países (por gobiernos conservadores y políticas xenofobias) o
deportados como en los últimos meses hacia Turquía – régimen político
ultraconservador y con fuertes contradicciones internas de guerra política -,
Frente a esta cruda y brutal realidad se alza la voz del papa Francisco y su
llamado a responder a los gobernantes de Occidente frente al crisis humanitaria y la globalización de
la Indiferencia y para mucho pensadores humanitarios hacer frente a la crisis y
la globalización del sufrimiento.
Esta migración de millones de seres humanos que salen
espantados del infierno de la guerra, de la persecución del Estado Islámico y su ejército de
yihadistas (religiosos-étnicos-militares, salvajes terroristas), se ve sólo
después de la Segunda Guerra Mundial.
Migración que ha producido en especial en la Unión Europea – que no
tiene hasta la fecha una Política unificada sobre este tipo de migración de
guerra – una crisis migratoria-humanitaria, que sumado a la crisis
económico-financiera (crisis estructural, se hunde la euro-zona) crisis
política (España, Francia, Italia, Portugal, Turquía, Grecia, etc escenario de
escenarios de las clases y la lucha de clases – conservadores-centro-nueva
izquierda), envejecimiento de la población – no hay niños y déficit de jóvenes
en España, Alemania, Reino Unido, y otros países de los Balcanes –
concentración de extrema pobreza en la Ciudad-Global – producto de la
globalización – París, Roma. Madrid, Lisboa, Londres, Atenas, Berlín – solo
como ejemplo – (producto de la migración, el desempleo, el fracaso de las
políticas de austeridad y la vigencia de políticas xenofóbicas). París, Francia hoy es un inmenso "laboratorio de lucha de clases". Las calles y plazas públicas, han sido tomadas por sindicalistas y jóvenes contra la Ley de Reforma laboral, de un presidente que se debate en la peor crisis de representación.
Guerra militar en Ucrania – y consecuencias de las políticas del
bloqueo económico-comercial-.financiero contra Rusia – separación de sus
territorios. Apertura y masificación de los movimientos políticos separatistas
e independentistas (Catalunya es el mejor ejemplo), asenso de los movimientos
conservadores, xenofóbicos – políticas homofóbicas – y grupos
nazis-.nacionalistas. Fuertes consecuencias humanitarias de la crisis del
Cambio Climático Global. Ataques del Terrorismo -. Con muertes violentas,
asesinatos en las principales ciudades (se vive un pánico colectivo en París y
últimamente en Bruselas) se responsabiliza al movimiento terrorista musulmán
del Ejército Islámico. Una mirada dialéctica hacia la Europa hoy, nos presenta
las condiciones objetivas de la
Poli-crisis estructural, de la crisis humanitaria hacia la crisis Civilizatoria, sumado a todo el “rompe cabezas” de la construcción Europea
y el “asalto” a la Soberanía nacional. Asistimos inexorablemente a la
Decadencia de Occidente
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Los 27 países de la Unión Europea. Un verdadero laberinto político, en la construcción de la Unión Europea, producto fundamental de la hipoteca de la Soberanía Nacional y la imposición de políticas propias de una "geopolítica" de los tiempos de la Unipolaridad Global el Estado Corporativo Mundial.
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LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA ES UNA CASA DE
LOCOS.
Los gestores del europeísmo, no saben cómo
salir del manicomio.
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Rafael Poch.
La Vanguardia.
Rebelión lunes 30 de mayo del 2016.
¿Qué es el
europeísmo? Obviamente ya no es lo que los eurócratas venían
diciendo. Para el sentido común de la gente normal “Europa” ya es sinónimo de deterioro de las condiciones de vida
(recortes del estado social y precariedad) y de la impotencia que se deriva de
la ausencia de soberanía nacional. Si quieres cambiar las cosas, es inútil
actuar en tu país porque las decisiones vienen de “Europa”, una instancia inapelable y situada más allá de todo voto
y soberanía.
La primacía del derecho europeo sobre el derecho
nacional es una curiosa prisión. “No
puede haber opción democrática contra los tratados europeos”, dijo el año
pasado Jean-Claude Juncker,
presidente de la Comisión. Es una construcción legal, pero no legítima porque
fue establecida por el propio derecho europeo. Es un golpe de mano autocrático
que ha sido tejido a lo largo de décadas entre la general indiferencia del
público y que se impone sobre edificios nacionales que, con todas sus
imperfecciones son resultado de ese juego institucional que llamamos “democrático”, es decir basado en la
división de poderes, la elección, etc.
Hoy toda la construcción europea es una casa de
locos. El europeismo se ha vuelto
loco. Nadie, ni en la izquierda ni en la derecha, sabe cómo salir del enredo
del euro, cómo salir de la austeridad que conduce, en el mejor de los casos, a
un estancamiento deflacionario a la japonesa, así que se sigue con lo mismo. ¿Cómo salir de la gran irracionalidad de
este manicomio? Claro que hay una lógica en esta irracionalidad: maximizar
el beneficio, supeditar lo político a lo financiero y demás, pero es obvio que
no es sostenible. Es una lógica loca.
La analogía con los años setenta en la URSS, cuando se sentaron las bases de
la autodesintegración del superestado de matriz rusa, es directa. Por más que
la eurocracia no sueñe en secreto con ningún socialismo, como era el caso de aquella podrida estadocracia
soviética que soñaba con privatizar sus dominios y hacerse con patrimonios
heredables, la cuestión de la sostenibilidad de todo el asunto es manifiesta.
¿Cómo se ha podido llegar a eso? Treinta años nos contemplan. Salvo contadas
excepciones, dos generaciones de periodistas y expertos en Bruselas han sido incapaces de explicarlo.
Todo esto viene a cuento de la actual revuelta
francesa contra el proyecto de reforma
laboral que el gobierno francés quiere imponer por decreto, a falta de
mayoría en la sociedad y en el Parlamento.
Fue el 12 de septiembre del año pasado. Recién
derrotada Grecia, que acababa de
tragarse, en julio, algo mucho peor que lo que su gallardo referéndum había
rechazado con el 62% de los votos. Y lo dijo en París el ex ministro griego Yanis Varufakis, en la Fiesta de l´Humanite:
“Grecia es un laboratorio de la austeridad donde el memorándum se ha puesto a
prueba antes de ser exportado. Todo lo que se ha experimentado con Grecia tiene en realidad a Francia en el punto de mira. La
estrategia del gobierno alemán es alcanzar el dominio supremo sobre el
presupuesto francés”, dijo.
El contenido de la reforma laboral francesa es
trabajar más, cobrar menos, precarizar, dar más poder a las empresas y menos a
los sindicatos. La indignación se dirige contra el gobierno francés, pero en
realidad, Hollande y Valls, no hacen
más que aplicar la lógica del europeísmo; la loca lógica de los tratados
europeos, de la llamada “estrategia de
Lisboa” y del euro.
Todo lo que la reforma
laboral francesa contiene se desprende, literalmente, de directivas
europeas, como ha explicado Coralie
Delaume en un blog de Le
Figaro, Las Grandes Orientaciones de Política Económica (GOPE) y
otros documentos de la Comisión marcan para la Francia del 2016; el “exceso de sus costes salariales”
(cuando aquí en la seguridad social y en la enseñanza se gana menos que en
España en términos reales) y de las cotizaciones patronales; el exceso del
salario mínimo, la necesidad de reducir las “rigideces” del mercado de trabajo,
etc., etc.
“La reforma del derecho laboral deseada e impuesta por el gobierno de
Valls es lo mínimo que hay que hacer”, dice ahora Jean-Claude Juncker. Así lo impone el derecho ilegítimo de los
tratados europeos, cuyo mandato ha sido tres veces rechazado en las urnas; en Francia y Holanda en 2005, y en Grecia en
julio de 2015.
De todo esto se deduce que a la actual protesta
francesa le falta poner el acento en una cosa a la que los franceses son, seguramente, los más sensibles de Europa:
la reivindicación de la soberanía nacional robada, que es uno de los
principales ingredientes del latente malestar francés. Solo recuperando las
diversas soberanías nacionales, podría replantearse el “proyecto europeo” sobre bases ciudadanas, en caso de que valga
la pena, es decir en caso de que pueda aportar algo a los retos del siglo.
Sea cual sea el resultado de la actual contestación
francesa, las raíces estatales-nacionales de la libertad y la democracia,
particularmente fuertes en Francia, hacen muy difícil
que el robo de soberanía que practica el europeismo no tenga consecuencias
rebeldes.
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