ARGENTINA VUELVE A LOS
TENTÁCULOS DEL FMI. TRAS EL DESPLOME DEL PESO. GOBIERNO DE
“DEMOCRACIA EMPRESARIAL” SE CAE EN PEDAZOS Y SE HUNDE EN SU EXTREMA INCAPACIDAD
POLÍTICA.- Que
vergüenza, que traición al Ciudadano Argentino, TRAICIÓN NACIONAL después de 15 años, cuando el Presidente KIRCHNER pagó toda la
inmensa deuda de los tiempos de la gran crisis -1999-2001 – con 6 presidentes y
más deuda y más dependencia al FMI. En setiembre del 2004, salió, con la cabeza
en alto y Dignidad Nacional y echó FMI de Argentina. Pero, hoy derrotados por su incapacidad política retornan, MACRI pide
auxilio, a la sra. LEGARDE– con la cabeza hasta los pies, humillados,
derrotados, acepta que la Sra. Legarde le acomode la corbata ( la fotografía) -
a la protección del mismo “monstruo monetario internacional”
responsable de todas las crisis, paquetazos, ajustes, reajustes, políticas de austeridad,
todos fracasados hasta hoy, y el mejor
testimonio viviente es el gobierno del señor MACRI.
EL PRESIDENTE DE ARGENTINA,
MAURICIO MACRI, anunció que ha iniciado conversaciones
con el FMI, para recibir una línea
de apoyo financiero por la crítica situación que vive el país trasandino ante la imparable depreciación del peso
frente al dólar. Según revela Bloomberg,
el crédito flexible rondaría los 30.000
millones de dólares. El valor del peso se ha hundido acumulando una
depreciación de 6% en los últimos
días. El dólar se cotizaba en enero
en 18,65 pesos y hoy lo hace a 23,50, su máximo histórico. Ninguna de de las medidas del gobierno ha
frenado el desplome, lo que ha provocado una profunda incertidumbre en el país,
y da cuenta del rotundo fracaso del gobierno macrista.
A DOCE AÑOS DE SALDAR LA
DEUDA CON EL FMI DE LA MANO DE NESTOR KIRCHNER, Argentina
vuelve a pedir socorro, como lo hizo en 2001,
para superar su precaria situación financiera. Como se sabe, las condiciones
para recibir apoyo del FMI son reformas estructurales, más privatizaciones,
más recortes en el gasto público y más flexibilización laboral.(En
cristiano, Privatización de la EDUCACIÓN, la SALUD, (para comenzar) AUSTERIDAD
total desde el Estado y barrer con los DERECHOS
de los TRABAJADORES, despidos, reajuste salarial, pensiones de los jubilados,)
El FMI presta a cambio de un
monitoreo trimestral para vigilar la aplicación de sus exigencias. Es decir, el
país pierde
soberanía financiera dado que la delega a los dictados del Fondo. Esperemos que esta vez los dólares
del FMI no sirvan para financiar la
fuga de capitales de los grandes actores financieros. Pero en el contexto
neoliberal del gobierno de MACRI, eso es mucho pedir. Se hunde en su propia MISERIA POLÍTICA. Pablo Raúl miércoles 9 de mayo del 2018.
/////
La vuelta del "hijo
pródigo". La sra. Legarde actual Presidenta
del FMI, acomoda la corbata del presidente Macri, y con plena seguridad le otorgará ese préstamo
de 30 mil millones de dólares - para salvar la coyuntura política del señor
Macri, que se hunde en su propia "miseria política", pero préstamo a
cambio de perder la soberanía financiera y
acatar a partir de ahora la "políticas salvajes y deshumanizadas" del
FMI. Privatizaciones, Reformas económicas, mayor
flexibilización social. En cristiano, Privatizar
la Educación y la Salud - ya comenzó, hace meses existe una amplia y profunda
lucha de los Maestros contra la políticas
privatizadoras, Ajuste y reajuste - más hiperinflación
- liquidación de los Derechos Laborales de los
trabajadores - cero derechos para los nuevos – “Ley
Pulpin” - y lo más salvaje entrar a expropiarles sus derechos de
sobrevivencia a los JUBILADOS.
***
ARGENTINA. LA CRISIS NOS
LLEVÓ AL FONDO.
EL MERCADO LO HIZO DE NUEVO.
*****
Eduardo Lucita.
Rebelión jueves 10 de mayo del 2018.
Una visión
superficial pone la causal de la corrida cambiaria de estos días en la combinación de factores internos y externos, que indudablemente
influyeron, pero las causales reales son más profundas. La situación política ha
cambiado.
Escribo esta nota en medio de la segunda oleada de la
crisis cambiaria. La pulseada la ganó el
mercado, como tantas otras veces en nuestra historia reciente, le torció el brazo al gobierno, y hoy
se lo está volviendo a torcer. Hace unos minutos el presidente anunció el regreso del país al FMI, al que se le
pedirá un crédito de emergencia. Un préstamo de este tipo y de este monto, se
habla de 30.000 millones de dólares,
no es gratuito. Los condicionamientos que impone el fondo empujarán a la recesión. El impacto en la economía y
la sociedad ya se siente y se intensificará en los próximos meses.
Malgastando reservas.
No fue sorpresa, se anticipaba que en algún momento
iba a pasar. Desde esta misma columna alertamos más de una vez sobre las
inconsistencias del programa en curso, que se acumulaban tensiones, que la
inflación no cedía, que presionaba sobre el dólar, que la dependencia del
endeudamiento no era sostenible en
el tiempo. En paralelo los acontecimientos del 14 y 18 de diciembre, y la insólita conferencia de prensa del 28 donde se anunció el cambio de metas y
se obligó al BCRA a bajar las tasas; el tarifazo y la renuncia anticipada
de Emilio Monzó en diputados fueron
armando el combo perfecto para que creciera la desconfianza sobre la capacidad de gestión del gobierno.
No ayudó mucho la política
errática del BCRA. Primero hizo
teoría y virtud de la flotación
cambiaria, luego fijó el tipo de
cambio para usarlo como ancla frente a la inflación, finalmente dejó que el dólar subiera para recién intervenir en el mercado (¿tal vez para
favorecer a algún comprador o para aprovechar una devaluación encubierta?). Las
disputas entre los ministros por el curso a seguir y al interior de Cambiemos
por el tarifazo completaron el cuadro.
No por esperada resultó menos impactante la crisis cambiaria. Nunca en la historia
de nuestras crisis el BCRA se vio obligado a vender casi 1.500 millones de dólares en un día.
En solo tres días fueron 3.700, y si
se toma el período del 5 de marzo al 3 de mayo se llega a 7.700, con lo que, si se le suman salidas por remesas y
turismo, prácticamente se dilapidó el préstamo
de 9.000 tomado en enero pasado.
Una cosa es la superficie y otra el fondo.
En un mundo
globalizado la interconexión de los mercados es un hecho de ahí
que efectivamente el impacto de la combinación del alza de tasas en EEUU y la aplicación de un impuesto a las rentas de las Lebacs provocara una masiva salida de
los fondos de inversión, algo que se verifica en toda América latina, y disparara la corrida cambiaria. Pero esto es la superficie del problema, en realidad se
levantó el velo sobre el fondo de la
cuestión: la
fragilidad de la economía y del programa de gobierno. No es solo
el déficit fiscal sino que más grave
aún es el del sector externo (saldo comercial, pago de remesas y
utilidades, turismo, fuga de capitales) que requiere cada vez mas divisas, que solo se consiguen con más deuda, pero los mercados
están alarmados y tomando sus precauciones, no están dispuestos a seguir
prestando. No en vano titulaba la revista
Forbes “Llegó el momento de salir de Argentina.
Ortodoxia al palo.
La respuesta de
urgencia del gobierno ha sido bien ortodoxa:
dilapidar reservas, subir la tasa de
referencia al 40 por ciento,
anunciar un mayor ajuste fiscal, imponer a los bancos que desarmen sus
posiciones en dólares, ratificar la meta del 15 por ciento. Solo mensajes para tranquilizar a los acreedores y
rogarles que no retiren los dólares. Fue en vano, dos días de tregua y volver a empezar con la presión compradora. El regreso al FMI resultó así inevitable,
si acuerda el préstamo por 30.000
millones el gobierno se garantizaría financiamiento para lo que resta del año y
también para el 2019.
No será
gratuito. Los condicionamientos significarán profundizar el ajuste, se encarecerá el
crédito, habrá una nueva ronda de
aumentos de precios, la carga de
intereses será mayor y el consumo caerá
más todavía. En síntesis que el PBI crecerá menos de lo poco que
estaba previsto creciera y el costo social será elevado.
Nuevo escenario político.
El gradualismo
está agotado y el gobierno se encontraba en un punto –como lo fue 1976, 1989/91 o 2001- en que debe
aplicar un fuerte ajuste para poder
relanzar el proceso de acumulación de capitales. Pero la situación política no
es la misma que en aquellos años –no hay
un gobierno militar, no se sale de
una hiperinflación como en tiempos
de Alfonsín, tampoco es el
descalabro de la convertibilidad que dejó De
La Rúa- y han sido las resistencias sociales al ajuste las que
impusieron el gradualismo y este
llegó a sus límites.
El acuerdo con el FMI viene a destrabar por derecha
esta situación.
Así el
escenario político ha cambiado, el recorte de la obra pública se sentirá en el crecimiento y también en los votos, el archipiélago peronista se
está recomponiendo alrededor de los tarifazos
y la reforma laboral, aunque aún no encuentra un liderazgo, la CGT se ve empujada a dejar su quietismo
colaboracionista (¿lo hará?). Ya nadie
asegura la reelección presidencial en 2019.
Se
vienen tiempos más duros. Todo depende de la reacción social.
Eduardo Lucita es integrante de EDI –Economistas de Izquierda.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario