PARIS 68. LA HISTÓRICA
HUELGA UNIVERSITARIA. LA GENERACIÓN POLÍTICA 68.- “LA IMAGINACIÓN AL PODER”.- Subsanamos un
gran error Político y un “olvido Académico”, MAYO 2018, expresamos que además de la Fiesta Roja de la Clase
Obrera Mundial, el Día del Trabajador; el Bicentenario del Nacimiento de Carlos Marx –, así como el Centenario
del “GRITO
DE CÓRDOBA”, la Histórica Reforma
Universitaria, Trabajo que estamos terminando. Pero nos faltó también un
acontecimiento político universitario, que
“CAMBIO EL MUNDO” PARÍS 68, hasta nuestros días. Profundos cambios en el escenario mundial –
desde Europa, Tiempos de la Guerra Fría, los “30 años de oro del capitalismo y
el Estado de Bienestar, tiempos de la Revolución Cultural China, de los Movimientos
de Liberación Nacional. En ese escenario Nacional francés (in)surge la
Histórica HUELGA UNIVERSITARIA DE PARÍS
68 y la “creación” hasta hoy “GENERACIÓN
POLÍTICA PARÍS 68”.
NO SOLO LO QUE SIGNIFICÓ EN SÍ la HUELGA UNIVERSITARIA,
que objetivos se propusieron desde las Aulas Universitarias; Definitivamente la
Universidad cambió, fue importante, decisiva en la Lucha Social y Política, con
los Nuevos Actores Sociales y Políticos,
influencia presente hasta hoy: como la liberación de la MUJER
en el mundo desarrollado, el protagonismo creciente de la SOCIEDAD CIVIL, la consolidación de
los DERECHOS
SINDICALES, el nacimiento de los “NUEVOS MOVIMIENTOS SOCIALES”, que cambian la Historia desde entonces.
Como el Movimiento Estudiantil “sacudió” las columnas políticas del gobierno
del Presidente Francés Charles de Gaulle
y como meses después el movimiento se extendió por todas las Universidades de Europa – recordaremos
la “Primavera de Praga”, y el fin de
los “tanques rusos”, llegaremos finalmente hasta aquel histórico Movimiento
Universitario de MÉXICO 68, la HUELGA de
la UNAM y la terrible masacre universitaria de la Ciudad de TLATELOLCO el 2 de octubre de 1968, antes de la Inauguración de las Olimpiadas.
HISTÓRICAS REIVINDICACIONES,
el trabajo “político” y la
competencia con los “viejos partidos políticos”. Los Nuevos Movimientos Sociales: Movimiento Feminista, Ambientalista,
Pro Derechos Humanos, Derechos Civiles (Negros y minorías nacionales),
Contra-Culturalista, Derecho de los Niños, Derecho de las minorías sexuales,
Defensa de los Consumidores, Pacifistas, etc. También como contra-partida MAYO 68,
impulsó en América Latina importantes,
significativos e históricos CAMBIOS
SOCIALES Y POLÍTICOS, tiempos aún presentes de la aplicación del programa
Yanqui de la Alianza para el Progreso y cómo ejecutar una “REFORMA AGRARIA” que “reoriente” a los Movimientos CAMPESINOS de las Guerrillas,
“modernicen y amplíen el mercado capitalista y la “modernidad” en América
Latina. Tiempos donde emergen “Nuevos Actores Sociales y Políticos” en los
procesos sociales y políticos: LA
JUVENTUD, LA MUJER, CAMPESINOS. Las organizaciones SINDICALES de Obreros reviven nuevas experiencias de lucha sindical
y consolidan “viejos” Derechos Sociales.
Miramos el horizonte, se acercan las dictaduras militares y la Democracia corre
serio peligro Político. El fascismo
militarista está ingresando con la Caravana de la Muerte.
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Tanqueta en el zócalo. México 68. Comienza la terrible masacre de cientos de Estudiantes Universitarios. Justo antes de la Inauguración de Las Olimpiadas. Investigación corrompida hasta hoy y donde se ha protegido impunemente a los verdaderos responsables.
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LA REVOLUCIÓN DE 1968
TRANSFORMÓ AMÉRICA LATINA.
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Raúl Zibechi.
Sputnik.
Rebelión martes 8 de mayo del 2018.
Solo mirando por debajo de la línea de flotación,
poniendo la lupa en la vida cotidiana, podemos comprender los profundos cambios
que provocaron en la región los sucesos en torno a 1968, que configuran un ciclo de luchas sociales con hondas
repercusiones políticas.
Una lista de las nuevas
organizaciones sociales surgidas en esos años, sorprendería aún a los
propios protagonistas. Fue el período en el que se activaron los pueblos originarios y afroamericanos,
pero también los campesinos y
estudiantes, los sindicatos obreros y las guerrillas que siguieron el camino
del Che Guevara, caído en combate en octubre
de 1967 en Bolivia. En su homenaje, Cuba proclamó 1968 como 'Año del
guerrillero heroico'.
Entre las grandes acciones populares, en el imaginario
colectivo aparece en lugar destacado la matanza
en la Plaza de las Tres Culturas, en la Ciudad de México,
el 2 de octubre, que puso fin a las masivas protestas estudiantiles contra
el régimen que debió asesinar a cientos de jóvenes para que no perturbaran la
realización de los Juegos Olímpicos,
inaugurados días después de la masacre de Tlatelolco.
Desde la óptica
obrera, la acción más importante sucedió tres meses después del fin de ese
año, en marzo de 1969, cuando unos 40.000 trabajadores automotrices de la
ciudad de Córdoba (Argentina), desafiaron al
régimen militar de Juan Carlos Onganía en las calles. Apoyados por estudiantes, los obreros ocuparon el
centro de la ciudad el 29 de marzo,
corrieron a la policía que agotó los gases lacrimógenos, asaltaron comisarías,
tomaron edificios públicos y se enfrentaron a las tropas que el gobernador
debió llamar para reponer el orden.
El
Cordobazo fue la
insurrección obrera más notable del período, que no triunfó pero forzó a la
dictadura a emprender la retirada. Lo más destacable es que en los meses
siguientes se produjeron 15
levantamientos populares en una decena de ciudades argentinas, entre ellas Rosario y Córdoba, que volvió a protagonizar una nueva insurrección
en 1971. Los obreros manuales
desbordaron el control en las fábricas y en las calles.
En Colombia los campesinos protagonizaron un desborde
similar. El presidente Carlos Lleras
Restrepo (1966-1970) ensayó una política reformista en sintonía con la Alianza para el Progreso, para lo que
necesitaba el apoyo del campesinado
para promover una reforma agraria desde arriba que neutralizara a los
terratenientes, refractarios al menor cambio. Para eso impulsó la creación de
la Asociación Nacional de Usuarios
Campesinos (ANUC), que en su
criterio debía
"institucionalizar
las relaciones del Estado con las clases
populares, en particular con el campesinado, que en la década del 60 comenzaba
a dar muestras de creciente iniciativa política a través de organizaciones
gremiales, movilizaciones espontáneas
por la tierra y apoyo directo o indirecto a la guerrilla"
Pero el campesinado
aprovechó la oportunidad para desprenderse de la tutela del Gobierno reformista
de Lleras. En una clara ruptura con los terratenientes y también con el
Gobierno que intentaba conciliar intereses antagónicos, ocuparon 645 fincas de grandes propietarios en
los últimos meses de 1971.
El
tercer gran desborde fue el estudiantil, que tuvo en Uruguay
una de sus mayores expresiones. En los cinco meses que transcurrieron entre la
marcha del 1 de Mayo del 68 y la
clausura de los cursos en la Universidad
de la República, la Universidad del
Trabajo y los colegios secundarios, decretada por Jorge Pacheco Areco el
domingo de 22 setiembre, se produjeron:
56 huelgas, 40 ocupaciones, 220
manifestaciones y 433 atentados con
bombas Molotov y de pintura, según cifras aportadas por Jorge Landinelli en su libro '1968:
la revuelta estudiantil'.
En mayo había 10
liceos ocupados, dos cerrados por huelga, tres cerrados por el Gobierno
para evitar ocupaciones y los enfrentamientos con la policía eran casi diarios.
En julio el Gobierno decreta la
militarización de los funcionarios estatales de electricidad, agua, petróleo y telecomunicaciones que estaban en
conflicto y se produce la confluencia entre obreros y estudiantes.
Tanto el Estado
como las propias organizaciones
estudiantiles y sindicales fueron desbordadas por el activismo de base. Ese
año fueron asesinados los estudiantes
Líber Arce, Susana Pintos y Hugo de los
Santos, algo inédito en la historia del Uruguay.
En torno a 1968
emergió una nueva generación de movimientos y de activistas, mucho más
politizados y activos que los anteriores. Buena parte de las
organizaciones que en los años siguientes jugaron un papel social y político
destacado, nacieron en esos años. Vale mencionar el Movimiento Julián Apaza en Bolivia,
cuna del katarismo; la Federación de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua
(Fucvam) en Uruguay; el Consejo
Regional Indígena del Cauca en Colombia y la Ecuarunari en Ecuador, entre los más destacados. Años después, pero también
influidos por la oleada de 1968, nacen
Madres de Plaza
de Mayo en Argentina y el Movimiento de
Trabajadores Rurales Sin Tierra en Brasil.
En 1968 Paulo
Freire redacta su libro 'Pedagogía del oprimido', que es la
carta de nacimiento de la educación
popular y el sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez
pronuncia una conferencia titulada 'Hacia
una teología de la liberación', con la que nace esta corriente religiosa.
En el terreno del pensamiento crítico, son los años de elaboración y difusión
de la teoría marxista de la dependencia
por los brasileños Ruy Mauro Marini y
Theotonio dos Santos, y de la formulación de la teoría de marginalidad por Aníbal Quijano,
José Nun y Miguel Murmis.
Con este conjunto de autores, el pensamiento latinoamericano se presenta ante el mundo con
personalidad y perfiles propios, del mismo modo que el movimiento social adquiere madurez y modos diferenciados de los del
primer mundo.
Este ciclo virtuoso en torno a 1968 fue interrumpido brutalmente por los golpes de Estado en Chile y Uruguay (1973), y en Argentina (1976), y por la represión en
casi todos los demás países. Pero provocó
cambios muy profundos, tanto en las sociedades como en el sistema político.
En
primer lugar, deslegitimó a
las viejas oligarquías y a las derechas, y a buena parte de las fuerzas que
apoyaban a los Estados Unidos. Aunque los cambios no fueron inmediatos, las
bases sobre las que gobernaron aquellas oligarquías fueron erosionadas por la
irrupción de las nuevas generaciones de
jóvenes.
En
segundo lugar, la irrupción
de nuevos sujetos colectivos, entre los que destacan mujeres, indígenas, afros y jóvenes, comenzó un largo
cuestionamiento del patriarcado y de
las relaciones coloniales de poder. Como destaca el sociólogo Immanuel Wallerstein, después de 1968 "los 'pueblos
olvidados' empezaron a organizarse como movimientos sociales y también como
movimientos intelectuales".
La
tercera cuestión son
los cambios culturales generados a partir de la década de 1960, que pueden sintetizarse en una
menor legitimación del imperialismo, del autoritarismo y de todas las formas de
dominación, en un amplio espectro que va desde la familia y la escuela hasta los lugares de trabajo y las instituciones.
Aún estamos viviendo, o sufriendo, si se prefiere, las
consecuencias de 1968. En adelante
nada volvió a ser igual. Los poderosos tuvieron más dificultades para imponer
su voluntad; los dominados tienden a salir de ese lugar. El mundo, para bien o para mal, es un lugar
menos estable y más caótico; pero los cambios se han convertido en norma en
nuestras sociedades.
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