Año del Perro: China en Latinoamérica.- El plan de cooperación 2015-2019 estableció una meta de aumentar el volumen comercial entre China y la región a US$500.000 millones en 10 años, fortaleciendo el desarrollo del comercio de servicios y el comercio electrónico. El Parque de Cooperación Económica y Comercial China-ALC, situado en la Área de Hengqin de la Zona Piloto de Libre Comercio de Guangdong, abarca tres centros y tres plataformas que desempeñarán diferentes funciones de comercio transfronterizo, investigación de políticas, servicios legales y cooperación financiera. Niu Jing, director de la Área de Hengqin sostiene que "A pesar de la larga distancia entre China y América Latina, los medios tecnológicos de informática nos conectan y a través de ellos vamos a establecer negocios B2B y B2C".
Las empresas dedicadas a negocios de comercio electrónico con América Latina y el Caribe que se establezcan por primera vez en Hengqin y obtengan unos ingresos anuales por encima de los 1.000 millones de yuanes (US$128.637.000), podrán recibir un premio máximo de dos millones de yuanes del gobierno, de acuerdo con un reglamento del gobierno local. China es el segundo mayor comercial de América Latina y el Caribe, mientras la región es el segundo mayor destino de la inversión directa de China en el exterior, cuyo volumen total superó los US$150.000 millones al cierre de 2016. El volumen comercial entre China y la región fue de US$216.600 millones.
China es uno de los principales socios comerciales de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay, a los que les compra mayormente materias primas. Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), América Latina está en una "segunda oleada" de inversiones, luego de un período de expansión entre 2000 y 2016 en el que el intercambio entre China y Latinoamérica se multiplicó por 17. "La inversión extranjera de China es de más de 100.000 millones de dólares en América Latina y el Caribe", dijo a Reuters el jefe de la División de Comercio e Inversión del BID, Fabrizio Opertti. "Pero ya no es China con soja, carne, petróleo o cobre, sino que también con software. China está invirtiendo en energías renovables y está haciendo investigación y desarrollo. Hay una segunda etapa de inversión en la región".
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CHINA: LA RUTA DE LA SEDA
DIGITAL DEL SIGLO XXI.
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Lidia
Fagale.
Rebelión
jueves 17 de mayo del 2018.
Uno más uno es mucho más que dos, sostiene Xi
Jinping, Presidente de la República Popular China, a la hora de definir el
desafío que se han propuesto para actuar y vincularse en un mundo donde el
principal déficit es la paz, el desarrollo y la gobernanza global. Se trata de
un planteo profundo que intenta modificar la forma en que se adoptan decisiones
económicas, políticas, sociales, ambientales, lo que implica un diseño de
nuevos mecanismos de cooperación de China con los países del mundo.
La paz, la cooperación, la apertura, la inclusión,
el aprendizaje y el beneficio mutuo son los principios de la Franja y la Ruta
(OBOR, por sus siglas en Inglés), una de las acciones más osadas que se hayan
llevado a cabo a lo largo de la historia de la humanidad en momentos donde el
mundo está amenazado por los trazos egoístas y guerreros con que pretende escribir
la historia- de sus ambiciones- los EEUU.
Después de más de 2000 años, el regreso de este
Marco Polo en su versión digital, el mercader veneciano que recorrió caminos y
surcó las rutas marítimas construyendo puentes e intercambiando sedas, piedras
y especies entre continentes, abre un nuevo horizonte en un siglo atravesado
por renovadas tempestades geopolíticas.
No se trata de un juego virtual, que nos trae del
pasado una figura mítica. La osada iniciativa convoca a millones de ciudadanos
del mundo y a Gobiernos de distintos continentes a nuevos desafíos en un
escenario donde la supremacía del mundo occidental estaría dejando de ser el
eje de desarrollo para redefinirse en nuevos equilibrios con países y culturas
muy diferentes.
Como en la ruta de antaño convergen hoy la
filosofía, el comercio y la posibilidad de la guerra. Y en su versión digital,
la ruta no escapa a las actuales tensiones territoriales geopolíticas y, en
momentos donde la identidad y la soberanía digital están en disputa, espejo de
las contradicciones entre el poder del dinero y la producción de subjetividades
a escala planetaria que construye nuevos seres humanos.
China en versión digital.
La Franja y la Ruta es una propuesta que requiere
conectar internamente a China, mejorar su infraestructura tecnológica y
garantizar a su vez, la conexión transfronteriza, incentivando el desarrollo
impulsado por la innovación; el fortalecimiento de la cooperación en las áreas
de la economía digital, la inteligencia artificial, nanotecnología y computación
cuántica, y en el incentivo de los grandes datos, la nube y las ciudades
inteligentes, temas, todos, que se conectan para formar la ruta de la seda
digital del siglo XXI.
La Osa Mayor/Bei Dou.
En 2018, la nueva Ruta de la seda alcanzará su
dimensión digital. China ampliará la cobertura de su sistema nacional de
navegación por satélite a 60 países. Hacia 2020, China quiere competir
directamente con el Sistema de Posicionamiento Global (GPS, en sus siglas en
inglés) de Estados Unidos, y expandir sus servicios con una red de 35
satélites.
Lo que China llama BeiDou (su término para la Osa
Mayor) tendrá aproximadamente 30 satélites, ajustando su precisión por debajo
de los 10 metros, aún por detrás del GPS, que puede localizar posiciones a un
metro o menos. Y su objetivo, finalmente, será superarlo. Las mejoras se
traducen en transmisiones más rápidas y eficaces. Los servicios de navegación
también recibirán un impulso. Y BeiDou conecta lo desconectado. La ONU dice que
el 62% de las personas en la región Asia-Pacífico no están conectadas
actualmente. Además del billón de dólares (838.060 millones de euros) de la
inversión en carreteras, China ha gastado cerca de 25.000 millones de dólares
(21.000 millones de euros) en BeiDou.
Más de 30 países han firmado acuerdos para
incorporar localmente BeiDou. Muchos autorizan a China para que construya
estaciones terrestres que mejoren la precisión de BeiDou y su fiabilidad.
Además, cuenta con un plan trianual para invertir en proyectos de
infraestructuras de información por un importe total de 174.000 millones de
dólares que incluye el desarrollo de cables de fibra óptica para conexiones de
alta velocidad. Ya, más de 150 millones de smartphones chinos, el 20% del
mercado, están equipados con BeiDou, y casi 40.000 pesqueros lo usan para
comunicarse. Algunas de las 20 millones de bicicletas y motocicletas chinas lo
emplean como servicio de localización.
China ha comenzado a actualizar su sistema de
navegación por satélite Beidou con capacidades de cobertura global a través del
lanzamiento de nuevos satélites, posicionándose como el cuarto sistema de
navegación satelital del mundo, siguiendo el GPS en los Estados Unidos, GLONASS
en Rusia y Galileo en la Unión Europea.
Se estima que a finales del 2019 China contará con
18 satélites de tercera generación que desde el espacio cubrirán a todas las
naciones involucradas en la iniciativa Bel tan Road (Un camino, una ruta). La
Iniciativa de Belt and Road, propuesta por el presidente Xi Jinping en 2013, se
refiere a Silk Road Economic Belt y 21st Century Maritime Silk Road. Se estima
que beneficia a unos 4.400 millones de personas en 65 países, según el gobierno
chino.
Hutong: Impedir el ingreso de los malos espíritus.
China cuenta con su propio espacio cibernético a la
vez que limita la llegada de los gigantes del ramo, principalmente provenientes
de Estados Unidos. Muchos comparan los antiguos distritos o callejones de
Beijing, que resaltan por su belleza e historia, con la internet china,
llamados Hutong. Las viviendas tienen una pared interior de cara a la puerta de
la casa que, a su vez, tiene un patio central. El propósito es impedir el
ingreso de los malos espiritus a su interior.
El camino está bloqueado para extranjeros como
Google y Facebook — a pesar de los esfuerzos de Mark Zuckerberg — mientras que
Alibaba, Baidu y Tencent —conforman las mayores empresas de Internet chinas.
Según la consultora Katar en el país asiático predomina WeChat. En su IV
estudio anual de medios sociales sostiene que “los medios sociales siguen evolucionando
en China, el paisaje de redes sociales se ha vuelto más complejo. WeChat
continúa dominando, sin embargo, su crecimiento se ha ralentizado. Weibo, por
su parte, ha reaparecido y muchas otras plataformas de medios sociales (nuevas
y antiguas) están logrando encontrar valor en el desarrollo de nichos de grupos
de usuarios”. En 2017, Tencent se convirtió en el primer gigante tecnológico
chino en ser valorado en más de US$500 mil millones. Esto ubicó a la compañía,
propietaria del popular servicio de mensajes WeChat, por delante de Facebook. Y
ahora ocupa el quinto lugar, detrás de Apple, Alphabet (Google), Microsoft y
Amazon. China posee hoy las más grandes redes sociales y de mensajería del
mundo. Entre las plataformas sociales se ubican Wechat con 500 millones de
usuarios, QQ, hoy centrada en el entretenimiento y las subculturas jóvenes de
China y Weibo, el twitter de China con 340 millones de usuarios.
Año del Perro: China en Latinoamérica.
El plan de cooperación 2015-2019 estableció una
meta de aumentar el volumen comercial entre China y la región a US$500.000
millones en 10 años, fortaleciendo el desarrollo del comercio de servicios y el
comercio electrónico.
El Parque de Cooperación Económica y Comercial
China-ALC, situado en la Área de Hengqin de la Zona Piloto de Libre Comercio de
Guangdong, abarca tres centros y tres plataformas que desempeñarán diferentes
funciones de comercio transfronterizo, investigación de políticas, servicios
legales y cooperación financiera. Niu Jing, director de la Área de Hengqin
sostiene que "A pesar de la larga distancia entre China y América Latina,
los medios tecnológicos de informática nos conectan y a través de ellos vamos a
establecer negocios B2B y B2C".
Las empresas dedicadas a negocios de comercio
electrónico con América Latina y el Caribe que se establezcan por primera vez
en Hengqin y obtengan unos ingresos anuales por encima de los 1.000 millones de
yuanes (US$128.637.000), podrán recibir un premio máximo de dos millones de
yuanes del gobierno, de acuerdo con un reglamento del gobierno local.
China es el segundo mayor comercial de América
Latina y el Caribe, mientras la región es el segundo mayor destino de la
inversión directa de China en el exterior, cuyo volumen total superó los
US$150.000 millones al cierre de 2016. El volumen comercial entre China y la
región fue de US$216.600 millones.
China es uno de los principales socios comerciales
de Brasil, Argentina, Chile, Perú y Uruguay, a los que les compra mayormente
materias primas.
Para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID),
América Latina está en una "segunda oleada" de inversiones, luego de
un período de expansión entre 2000 y 2016 en el que el intercambio entre China
y Latinoamérica se multiplicó por 17. "La inversión extranjera de China es
de más de 100.000 millones de dólares en América Latina y el Caribe", dijo
a Reuters el jefe de la División de Comercio e Inversión del BID, Fabrizio
Opertti. "Pero ya no es China con soja, carne, petróleo o cobre, sino que
también con software. China está invirtiendo en energías renovables y está
haciendo investigación y desarrollo. Hay una segunda etapa de inversión en la
región".
De la paciencia China a la Inteligencia Artificial.
China se encuentra en medio de una auténtica
revolución de la inteligencia artificial y ya compite con Estados Unidos, el
gran líder del sector. El propio presidente Xi Jinping ha dejado claro que se
trata de una prioridad estratégica nacional. Según el detallado plan nacional
de desarrollo del sector, la segunda economía del mundo quiere para 2030, ser
la referencia mundial en innovación en este sector.
Las empresas planean barcos que pueden recorrer
cientos de kilómetros sin piloto; sistemas para dirigir el tráfico en algunas
de las ciudades más congestionadas del mundo; identificar enfermedades y
tratarlas antes siquiera de que el enfermo haya empezado a notar síntomas.
La economía digital china suma ya 3,4 billones de
dólares, el 30% del PIB chino. Sus casi 1.400 millones de habitantes utilizan
internet con voracidad: este país cuenta con el mayor número de internautas del
mundo, 751 millones, y 1.390 millones de líneas telefónicas, según las cifras
oficiales. Todos ellos generan un enorme número de datos, “el combustible de la
inteligencia artificial”. Entre 2012 y 2017 invirtió 4.500 millones de dólares
en 200 “start-ups” centradas en la inteligencia artificial, según un informe
para la consultora Eurasia Group que firman Lee y el analista Paul Triolo.
China ya patenta más que ningún otro país en este campo, y ha igualado a
Estados Unidos en el número de estudios aceptados para su publicación en las
revistas técnicas.
Nano x.
La investigación aplicada sobre nanociencia e
industrialización de la nanotecnología viene desarrollándose sin pausa en
China, donde el número de solicitudes de patentes en el área se sitúa entre los
más altos del mundo, señala el informe, elaborado por Springer Nature, el
Centro Nacional para la Nanociencia y Tecnología (CNNT) y la Biblioteca
Nacional de Ciencias, dependiente de la Academia de Ciencias de China (ACCh).
El presidente de la ACCh, Bai Chunli, considera que China tiene ante sí nuevas
oportunidades para la investigación y el desarrollo de la nanociencia gracias a
la construcción del CNNT y otros centros científicos de influencia mundial.
Para indagar en la nanociencia (que es el estudio de la interacción,
composición, propiedades y métodos de fabricación de materiales a escala
nanométrica), China construye Nano-X, la mayor instalación del mundo para
nanociencia, una plataforma de investigación multifuncional para desarrollar
ordenadores más potentes y robot más inteligentes. Por lo que se refiere al
número de solicitudes de patentes, China ha alcanzado en los últimos 20 años
las 209.344, lo que representa el 45 por ciento del total mundial. La
investigación de nanomateriales ha crecido gracias a la copiosa financiación
gubernamental, así como a los cada vez más investigadores chinos formados en el
extranjero que han regresado a China atraídos por las políticas favorables a su
vuelta, lo que ha significado avances notables ha logrado China son la
nanotecnología de la energía y los nanomateriales catalíticos. En tanto, para
los problemas del deterioro medioambiental, está dedicando esfuerzos a la investigación
y desarrollo de nuevas energías, así como de tecnologías energéticas y de
protección ambiental eficientes. Esto ha convertido a la nanotecnología de la
energía en un área prometedora y ha llevado a investigadores chinos a estudiar
su aplicación en baterías y en la conversión y almacenamiento de energía. La
investigación de nanomateriales catalíticos está considerada como el área de la
nanociencia más prometedora para China. Los catalizadores basados en
nanoestructuras pueden acelerar las reacciones químicas y podrían ser útiles
para las industrias químicas y el refinado del petróleo, apuntan los expertos.
Made in china 2025: La revolución del Robot.
Este país concentra un tercio de la demanda de
robots en el planeta. La mayoría son usados para industria pesada. China está
instalando más robots que cualquier otra nación. Los envíos subieron 27% a unas
90.000 unidades el año pasado, un récord para un solo país y casi un tercio del
total mundial; la cifra se elevará a 160.000 en 2019, estima la Federación Internacional
de Robótica. Bajo el plan conocido en inglés como Made in China 2025 y un plan
de robots de cinco años lanzado en 2016, Beijing planea concentrarse en la
automatización de sectores clave como la automotriz, la electrónica, los
electrodomésticos, la logística y los alimentos. La "revolución del
robot", nombre de la iniciativa china, propone aumentar la participación
de los robots de marca china en el mercado del país de US$11.000 millones a más
de 50% del volumen total de ventas en 2020, de 31% el año pasado, y producir
100.000 robots al año para 2020, en comparación con 33.000 en 2015. Eso
significa que la competencia se intensificará para las empresas extranjeras que
suministran 67% de los robots de China, como las japonesas Fanuc Corp. y Yaskawa
Electric Corp., según BI.
La
propuesta está lanzada. El tablero mundial está agitado. La ruta digital del
Marco Polo del siglo XXI sigue su rumbo, sin detenerse.
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Referencias:
Federación
Internacional de Robótica,
Artículos de la Federación Latinoamericana de
Periodistas (FELAP)
CELAC.
Lidia
Fagale, Directora Periodística.
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