sábado, 26 de mayo de 2018

ECOLOGÍA SOCIAL: ¿EL CAMBIO CLIMÁTICO CREARÁ MÁS MIGRANTES QUE LAS GUERRAS?.

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EL CALENTAMIENTO Y SUS RESPONSABLES.- La investigadora del Conicet Inés Camilloni, advierte que para hacer frente al cambio climático es necesario una transformación cultural y alerta sobre los intereses en juego.
“Hacer frente al cambio climático implica una transformación cultural”, señala Inés Camilloni, que analiza las modificaciones de los fenómenos atmosféricos a partir de la comprensión de los aspectos sociales y éticos que se ponen en juego. En el ámbito internacional, los países firman consensos que nunca se respetan del todo; mientras que en el escenario local escasean las políticas públicas capaces de instrumentar transformaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y delimitar los aumentos de las temperaturas. 

–¿Siempre hubo cambio climático? 
–Sí, claro, el clima siempre cambió. Los climatólogos definimos al cambio climático como un proceso de variación significativa del clima durante un período largo (del orden de algunas décadas). La discusión, entonces, es en torno a establecer a cuánto tiempo nos referimos. Tras la Revolución Industrial, hacia finales del siglo XIX, los especialistas finalmente generaron instrumentos de medición fiables y comenzaron a evaluar las transformaciones que percibían. 

–¿Cómo era el clima en tiempos de Revolución Industrial?

–No era muy distinto a lo que es ahora. Sin embargo, es significativo observar cómo se modificó todo el esquema a partir del uso intensivo de los combustibles fósiles. Antes hubo variaciones en el clima, durante el Holoceno –período que comprende los últimos 11 mil años– se modificó con oscilaciones de un grado por encima o por debajo del promedio. 

–¿De qué manera analizan las variaciones en el clima?

–A partir de las observaciones y el examen de datos, que no solo comprenden a la temperatura sino también a todas las variables que describen a clima. Analizamos, por ejemplo, cómo la lluvia, la velocidad del viento, la nubosidad y la presión evolucionaron a través del tiempo y si efectivamente causaron una variación significativa (en términos estadísticos) digna de destacar. Utilizamos tecnologías provistas por la matemática que nos permiten demostrar cómo los promedios de las temperaturas del período 2000-2010 difieren en comparación a décadas precedentes. 

–¿Por qué, todavía, se discuten los efectos de las acciones humanas en el cambio climático cuando hay evidencia científica suficiente como para poder comprobarlo?

–Hay intereses subyacentes. Existe una industria muy fuerte vinculada a la explotación de combustibles fósiles, a la que le conviene deslindar el uso intensivo del petróleo como responsable del cambio climático. Aunque esas voces sigan siendo minoritarias, al ocupar espacios de poder y ámbitos económicos importantes, tienen visibilidad. No obstante desde el punto de vista científico, no hay un solo investigador que exculpe al ser humano. Hoy la temperatura promedio de la Tierra se halla 1.1°C respecto al período industrial (1880-1900).  Fuente Página/12. Diciembre del 2017.
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OVAIS SARMAD, secretario ejecutivo adjunto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, durante su conferencia en Buenos Aires, durante el encuentro para estudiar las emergencias provocadas por ese fenómeno, en el marco de la presidencia de Argentina del Grupo de los 20. Crédito: Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales.
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ECOLOGÍA SOCIAL: ¿EL CAMBIO CLIMÁTICO CREARÁ MÁS MIGRANTES QUE LAS GUERRAS?.

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Daniel Gutman.

IPS.

Sábado 26 de mayo del 2018.

BUENOS AIRES, 16 mayo 2018 (IPS) - El cambio climático es uno de los principales impulsores de las migraciones y lo será cada vez más. Incluso tendrá un papel más significativo como generador de desplazamientos de personas que los conflictos armados, que hoy provocan enormes crisis de refugiados.

Así lo advirtió el secretario ejecutivo adjunto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), Ovais Sarmad, quien estuvo en Buenos Aires para participar en un encuentro de figuras internacionales y altos funcionarios del gobierno argentino, este miércoles 16 para analizar los impactos de ese fenómeno.

“Yo pongo el ejemplo de los conflictos en Siria y África subsahariana, que recientemente provocaron que millón de refugiados y migrantes ingresaran a Europa, lo que es una cuestión de importancia política”, dijo Sarmad a IPS.

“Pero el impacto del cambio climático va a hacer que ese millón parezca un número pequeño, porque hay trescientos o cuatrocientos millones de personas que viven en países en desarrollo en zonas bajas, cerca del mar. Y si el nivel del mar sube, esas personas van a tener que moverse”, agregó.

Sarmad, de nacionalidad india, es un especialista en comercio y gestión financiera, con estudios de postgrado en Londres, que durante 27 años trabajó en la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

Fue jefe del Equipo del Director General de la OIM hasta el año pasado, cuando el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, lo nombró como número dos de la CMNUCC.

“Ese movimiento no será solamente nacional; la gente se moverá a otros países. Uno de los ejemplos es Kiribati, una pequeña isla en el océano Pacífico que tiene unos 100.000 habitantes y va a desaparecer en unos pocos años. ¿Qué pasará con esa población?”, se preguntó Sarmad en un encuentro con cuatro periodistas, entre ellos IPS.

¿Se puede hablar, en sentido estricto, de refugiados climáticos? La comunidad internacional hasta ahora no ha convalidado esa definición, pero Sarmad cree que el tema debería considerarse, por realidades como el aumento del nivel de mar, los huracanes cada vez más destructivos o las pertinaces sequías.

“En muchos países del mundo los agricultores son los más afectados por las sequías y se moverán. Con sus animales, sus familias o lo que sea. Y luego… no tendrán muchos lugares adonde ir. El mundo es uno solo y no pueden irse al espacio”, comentó el especialista.

En ese sentido, consideró que el mundo debe ser “solidario” y “no cerrar las puertas” ante quienes se desplacen debido a los eventos extremos del clima.

El diplomático indio fue el invitado estelar del encuentro Planeamiento, Riesgo y Respuestas frente a la Emergencia del Cambio Climático, organizado en el marco del llamado “Think 20 (T20)”, que reúne a organizaciones académicas e investigadores del Grupo de los 20 (G-20).

El T20 está estructurado en 10 grupos de trabajo, uno de los cuales se ocupa de cambio climático e infraestructura para el desarrollo.

Su misión es elevar recomendaciones de política públicas al G-20, el grupo de países industrializados y emergentes que engloba 66 por ciento de la población mundial y 85 por ciento del producto interno bruto mundial.

Argentina ocupa durante este año la presidencia del G-20, que concluirá a fin de año con la cumbre que congregará en Buenos Aires a los principales jefes de Estado y de gobierno del mundo.

La cuestión del cambio climático es especialmente conflictiva en el G-20, ya que el año pasado, durante la presidencia alemana, Estados Unidos no adhirió al Plan de Acción sobre del Clima consensuado por el resto, lo que llevó a muchos a concluir que el G-20 se había convertido en el Grupo de 19+1.

Este país quiere mostrarse activo ante la comunidad internacional en la batalla contra el cambio climático, aunque no puso el tema como una de las prioridades del G-20 para este año, para evitar conflictos.

Los temas principales elegidos por el gobierno de Mauricio Macri son: El futuro del Trabajo, Infraestructura para el Desarrollo y Un Futuro Alimentario Sostenible.

El ministro argentino de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Sergio Bergman, reconoció al participar en el encuentro del T20 que Argentina necesita cumplir sus compromisos asumidos en el marco del Acuerdo de París sobre cambio climático.

Ese acuerdo vinculante que establece las medidas planetarias para luchar contra el cambio climático fue adoptado durante la 21 Conferencia de las Partes de la CMNUCC, en diciembre de 2015, y considerado como un logro histórico, hasta que la administración estadounidense de Donald Trump lo abandonó en 2017.

Argentina necesita mantener esos compromisos, entre otras cuestiones porque está solicitando su ingreso a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

“Queremos entrar a la OCDE y para ello tenemos que asumir nuestras obligaciones y rendir examen”, dijo Bergman, quien agregó: “Luego de lo que pasó en Alemania el año pasado, el desafío es cómo metemos a los 20 integrantes del G-20 en el documento final”.

Junto a Bergman también participó en la cita del T20 el ministro de Defensa, Oscar Aguad, quien en cierta forma fue el anfitrión porque la reunión se realizó en la Universidad de la Defensa Nacional.

Esta institución estatal tiene a su cargo la formación de militares y civiles y el cambio climático es una de sus áreas destacadas de investigación.

Los planteamientos de Sarmad en Buenos Aires dejaron en claro que objetivo de la CMNUCC es que Argentina, como presidente del G-20, impulse compromisos en el ámbito de cambio climático.

“El G-20 tiene que tener el liderazgo político e incluir en sus recomendaciones de este año que el Acuerdo de París debe ser instrumentado, porque si no será un lindo Acuerdo, pero quedará en un estante”, dijo en la conferencia magistral que dio durante el encuentro, ante un centenar de asistentes, muchos de ellos funcionarios públicos.

Sarmad dijo que, a pesar de los esfuerzos de la comunidad internacional contra el cambio climático, en 2017 hubo un incremento de las emisiones de gases de efecto invernaderos, tras haber disminuido los tres años precedentes.

La razón, afirmó, ha sido un incremento en el consumo de combustibles fósiles.

Lo corroboró otro participante en el encuentro del T20, el maliense Youba Sokona, especialista en energía y vicepresidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, en inglés).

Sokona destacó que detrás está el problema de que las energías renovables han reducido su precio en los últimos años, pero las fósiles todavía son más baratas.

“Los costos de las energías renovables son elevados no solo para los países en desarrollo. Incluso Alemania, cuando decidió poner un freno a la energía nuclear, tuvo que recurrir al carbón”, dijo Sokona, quien reveló que el IPCC enfrenta problemas de financiamiento por el retiro del apoyo económico de Estados Unidos.

“Es interesante que nos reunamos en este tipo de conferencias para hablar de cambio climático, pero hay otras muchas cosas que podemos hacer. Debemos actuar porque existe sufrimiento en el mundo, especialmente de parte de mujeres y niños, que son las poblaciones más vulnerables”, analizó, por su parte, Sarmad.

“No hay ninguna cuestión a nivel internacional aparte de la seguridad y la proliferación nuclear que sea más importante que el cambio climático”, concluyó.

Edición: Estrella Gutiérrez.

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