"Ante
los enormes desafíos que se plantean en el mundo del trabajo, incluidas las desigualdades y la exclusión persistentes,
nunca había sido más vital que ahora configurar un panorama claro de las tendencias
sociales y de empleo a escala mundial. Para hacer frente a los problemas y
las dificultades con que tropiezan las políticas es preciso llevar a cabo una
reflexión crítica sobre la idoneidad de los métodos y conceptos, e introducir
innovaciones cuando estas sean necesarias. Habría que preguntarse, por
ejemplo, si la tasa de desempleo es la medida más fiable del mal
funcionamiento del mercado laboral. Tenemos que entender si las personas
en edad de trabajar pueden o no desarrollar todo su potencial en el
trabajo. La medición también se vuelve crucial para evaluar la creciente
percepción de que los mercados laborales no están distribuyendo
adecuadamente los frutos del crecimiento económico".
“Si bien las pruebas demuestran que los países no están
experimentando una convergencia al
alza de las oportunidades de empleo y los aumentos de ingresos, será
necesario comprender con mayor precisión qué grupos de trabajadores están
ganando y cuáles están perdiendo. Las respuestas convincentes a estas
preguntas pueden contribuir directamente al diseño de políticas
económicas y sociales que posibiliten un desarrollo sostenible e inclusivo. Este
informe pretende estar a la altura de este desafío ofreciendo pruebas y
perspectivas novedosas que mejoren nuestra comprensión del funcionamiento del
mercado laboral en todo el mundo, así como presentando los datos más
recientes que caracterizan las dificultades por las que
atraviesa el mercado laboral persistentemente”.
/////
LA INSUFICIENCIA DE EMPLEOS REMUNERADOS
AFECTA A CASI 500 MILLONES DE PERSONAS.
*****
Eduardo Camín.
ALAI. América Latina en Movimiento.
Sábado 25 de enero del 2020.
El
informe anual Perspectivas sociales y del empleo en el
mundo–Tendencias 2020 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) señala que la insuficiencia
de empleos remunerados afecta hoy a 500 millones de personas y estima que el
desempleo aumentará este año a 190,5 millones de personas en el mundo.
El informe analiza los principales
desafíos del mercado laboral, como el desempleo, la subutilización de la
mano de obra, la pobreza de los trabajadores, la desigualdad
de los ingresos, la parte del ingreso destinada a la fuerza de trabajo y
los factores que excluyen a las personas del trabajo decente.
La falta de trabajo
decente asociada al aumento del desempleo y a la persistencia de las desigualdades, hacen cada vez más difícil
que las personas se construyan una vida mejor gracias a su trabajo, según la
edición más reciente del informe mundial de la OIT sobre las tendencias
sociales y del empleo.
Casi 500 millones de
personas trabajan menos horas remuneradas de las que desearían o
no tienen suficiente acceso al trabajo asalariado, según el nuevo informe de la
OIT, que destaca, además, que el número de desempleados debería
aumentar en alrededor de 2,5 millones durante
este año.
El desempleo mundial
se ha mantenido relativamente estable durante los últimos nueve años,
pero la desaceleración del crecimiento económico significa que mientras
a nivel mundial la fuerza de trabajo incrementa no se están creando suficientes
nuevos empleos para absorber a los que se incorporan al mercado laboral.
“Para
millones de personas comunes es cada vez más difícil construir vidas mejores
basadas en sus trabajos”, afirmó el Director General
de la OIT, Guy Ryder. “La persistencia y la amplitud de la exclusión
y de las desigualdades relacionadas con el
trabajo les impiden encontrar un trabajo decente y forjarse un futuro
mejor. Esta es una conclusión extremadamente preocupante que tiene
repercusiones graves y alarmantes para la cohesión social”, añadió
“Para
millones de personas comunes es cada vez más difícil construir vidas mejores
basadas en sus trabajos", dijo Ryder.
El informe muestra
que el desajuste entre la oferta y la demanda de mano de obra se
extiende más allá del desempleo a una amplia subutilización de la mano de
obra. Además del número mundial de desempleados
(188 millones), 165 millones de personas
no tienen suficiente trabajo remunerado y 120 millones
o bien han abandonado la búsqueda activa de trabajo o no tienen acceso al
mercado laboral.
En total, más de 470 millones de personas en el mundo se ven afectadas. El
informe analiza también las desigualdades del mercado laboral. A partir
de nuevos datos y estimaciones, muestra que a nivel mundial las desigualdades de ingresos son superiores a lo que
se pensaba, sobre todo en los países en desarrollo.
A nivel mundial, la
parte del ingreso nacional destinada a la mano de obra (en
vez que a otros factores de producción) disminuyó de manera substancial entre 2004
y 2017, de 54 por ciento a 51 por ciento. Esta caída significativa desde el
punto de vista económico es más acentuada en Europa, Asia Central y las
Américas. Esto es más de lo que sugerían las estimaciones previas, como
muestra el informe.
La pobreza de
los trabajadores, moderada o extrema, debería incrementar en 2020-21 en
los países en desarrollo, haciendo más difícil la realización del Objetico
de Desarrollo Sostenible (1) relativo a la erradicación de la pobreza
en todo el mundo de aquí a 2030. En la actualidad, la pobreza de los
trabajadores (definida como ganar menos de 3,20 dólares al día en
términos de paridad del poder adquisitivo) afecta a más de 630 millones de trabajadores, uno de cada cinco
personas de la población activa mundial.
Otras desigualdades significativas – definidas por sexo,
edad y ubicación geográfica – siguen siendo factores pertinaces de
los mercados laborales actuales, constata el informe, limitando tanto
las oportunidades profesionales individuales como el crecimiento económico
general.
En particular, un
número impresionante de jóvenes, 267 millones (entre 15 y 24 años)
no trabaja ni estudia o recibe formación, (Ni,
Ni; Ni,) y muchos más tienen que
soportar malas condiciones de trabajo.
“Encontraremos
la vía hacia el desarrollo sostenible e inclusivo sólo si combatimos este tipo
de desigualdades en el mercado laboral y
facilitamos el acceso al trabajo decente", indicó Stefan Kühn, principal
autor del informe, que advierte que el fortalecimiento de las restricciones
comerciales puede tener graves repercusiones, directas o indirectas, sobre el
empleo.
En lo que se refiere al crecimiento
económico, el informe constata que el ritmo y la forma actuales del
crecimiento están entorpeciendo los esfuerzos dirigidos a reducir la pobreza
y mejorar las condiciones de trabajo en los países de bajos ingresos. El
informe recomienda que es necesario cambiar el tipo de crecimiento para
estimular las actividades de mayor valor añadido a través de la transformación
estructural, la modernización tecnológica y la diversificación de la
producción.
“La
subutilización de la mano de obra o los empleos de baja calidad
significan que nuestras economías están perdiendo los beneficios potenciales
que representa el enorme caudal de talento humano”, agrego Stefan
Kühn. “Encontraremos la vía hacia el desarrollo sostenible e inclusivo
sólo si combatimos este tipo de desigualdades
en el mercado laboral y facilitamos el acceso al trabajo decente”, añadió
Kühn.
Cuatro mensajes, y una duda
Ante los enormes
desafíos que se plantean en el mundo del trabajo, incluidas las desigualdades y la exclusión persistentes,
nunca había sido más vital que ahora configurar un panorama claro de las tendencias
sociales y de empleo a escala mundial. Para hacer frente a los problemas y
las dificultades con que tropiezan las políticas es preciso llevar a cabo una
reflexión crítica sobre la idoneidad de los métodos y conceptos, e introducir
innovaciones cuando estas sean necesarias.
Habría que preguntarse, por
ejemplo, si la tasa de desempleo es la medida más fiable del mal
funcionamiento del mercado laboral. Tenemos que entender si las personas
en edad de trabajar pueden o no desarrollar todo su potencial en el
trabajo. La medición también se vuelve crucial para evaluar la creciente
percepción de que los mercados laborales no están distribuyendo
adecuadamente los frutos del crecimiento económico.
Si bien las pruebas
demuestran que los países no están experimentando una convergencia al
alza de las oportunidades de empleo y los aumentos de ingresos, será
necesario comprender con mayor precisión qué grupos de trabajadores están
ganando y cuáles están perdiendo. Las respuestas convincentes a estas preguntas
pueden contribuir directamente al diseño de políticas económicas y sociales
que posibiliten un desarrollo sostenible e inclusivo.
Este informe pretende estar
a la altura de este desafío ofreciendo pruebas y perspectivas novedosas
que mejoren nuestra comprensión del funcionamiento del mercado laboral
en todo el mundo, así como presentando los datos más recientes que caracterizan
las dificultades por las que atraviesa el mercado laboral
persistentemente. Presenta cuatro mensajes fundamentales:
En primer
lugar, es muy probable que la disminución del crecimiento
económico proyectado y la falta de inclusión perjudiquen la
capacidad de los países de menores ingresos para reducir la pobreza y
mejorar las condiciones de trabajo.
En segundo
lugar, una medición más completa de la subutilización de las
personas en edad de trabajar revela importantes lagunas
en el acceso al trabajo; la tasa de «subutilización total de la
fuerza de trabajo» tiende a acentuarse y supera ampliamente la del desempleo.
En tercer lugar, incluso cuando las personas
tienen un empleo, siguen existiendo deficiencias significativas en la
calidad del trabajo.
El trabajo
decente tiene que ver con la adecuación de los
salarios o de los ingresos del trabajo por cuenta propia, con el
derecho a la seguridad del empleo y a un lugar de trabajo seguro y
saludable, el acceso a la protección social, la oportunidad de
expresar las propias opiniones y preocupaciones a través de un sindicato, una
organización de empleadores u otro órgano representativo, así como con
otros derechos fundamentales como la no discriminación.
Los déficits en
materia de trabajo decente son especialmente pronunciados en la economía informal,
que registra las tasas más altas de pobreza entre los trabajadores y un
elevado porcentaje de personas que trabajan por cuenta propia o de trabajadores
familiares auxiliares que carecen de la protección adecuada.
En cuarto
lugar, prevalecen importantes desigualdades
en el acceso al trabajo y en la calidad del mismo.
Entre ellas se encuentran las principales líneas de segmentación entre los
trabajadores, según su ubicación geográfica (entre países y entre
trabajadores de zonas urbanas y rurales), sexo y edad. Además, los
nuevos datos de la OIT sobre las rentas del trabajo (para todos
los trabajadores, incluidos los autónomos) demuestran que la desigualdad de ingresos es mucho mayor de lo que se
pensaba.
La duda, como los
antiguos mayas, los organismos internacionales esperan que tras el
ritual comience la lluvia. Cabría preguntarse si este futuro que muchos
quieren construir puede continuar a desarrollarse en un mundo capitalista,
porque ni el planeta lo permite ni una sociedad
desarrollada y formada puede tolerarlo.
Eduardo Camín
Periodista uruguayo acreditado en ONU-Ginebra,
analista asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario