"Una
cooperación médica destacada por las instituciones internacionales
Los
distintos organismos internacionales destacaron la cooperación internacional de
Cuba. “Salvar vidas: eso
es lo que hace Cuba aquí y en el mundo”, señalan las Naciones Unidas
que agregan que la isla “tiene una larga historia de
cooperación” con los países del
Tercer Mundo. “Los médicos cubanos son los primeros en llegar y los últimos
en retirarse” durante las catástrofes naturales, señaló Ban Ki-moon, entonces
Secretario General de la ONU.
Según José
Di Fabio, representante de la OMS,
“Cuba es un caso aparte por su capacidad de
respuesta rápida, su voluntad política y por la experiencia de los médicos. Lo que Cuba es capaz de hacer
es increíble. Hay a la vez la voluntad política [de los dirigentes] y la
voluntad humana de la población. Cuando hubo un terremoto en Pakistán,
2.000 médicos llegaron allí en 48 horas. Fueron los primeros en llegar a Pakistán
y los últimos en retirarse del país. Estuvieron presentes seis meses. Ocurrió
lo mismo en Haití”.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo señala en un informe:
La
cooperación ofrecida por Cuba se enmarca en el
contexto de la cooperación Sur-Sur. No persigue
el lucro, sino que se otorga como expresión de un principio de solidaridad y,
en la medida de lo posible, a partir de costos compartidos. Durante años,
sin embargo, Cuba ha proporcionado ayuda en calidad de donación a los países
más pobres, y ha sido muy flexible con respecto a las formas o estructuras
que pueda adoptar la colaboración.En la casi
totalidad de los casos la ayuda cubana fue gratuita, aunque a partir de 1977, con algunos países de altos ingresos, básicamente
petroleros, se desarrolló la cooperación de forma compensada.
El elevado
desarrollo alcanzado por Cuba en salud, educación y
deportes determinó que el mayor peso de la cooperación
estuviera concentrado en estos servicios, aunque hubo participación en
otras ramas como, por ejemplo, la construcción, la pesca y la agricultura. Al atacar la
principal fuente de ingresos de la isla, la Administración de Trump atenta gravemente contra el bienestar de la
población cubana, cuya economía depende ampliamente de la cooperación
médica. Del mismo modo, Washington priva a
millones de personas en el mundo del único acceso a la salud del cual
disponían, poniendo así en peligro sus vidas.
/////
REGRESO
A LA POLÍTICA DE LA CONFRONTACIÓN.
CUBA
FRENTE A LA ADMINISTRACIÓN DE TRUMP ½
*****
Salim Lamrani.
Rebelión jueves 30 de enero del 2020.
Introducción
En 2014 la
Administración de Obama tomó medidas inauditas a favor de una normalización de
las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y respondió así al reclamo unánime
de la comunidad internacional, que siempre ha abogado a favor de una solución
pacífica al conflicto asimétrico que opone Washington a La Habana desde hace
cerca de seis décadas. En marzo de
2016 el presidente demócrata incluso realizó un viaje histórico a Cuba, por
primera vez desde la visita de Calvin Coolidge en 1928, sellando así la
voluntad oficial de la Casa Blanca de encontrar una salida positiva.
Así, en el
espacio de dos años Barack Obama reabrió una embajada en La Habana,
suprimió a Cuba de la lista de los países patrocinadores del terrorismo, alivió
un poco las sanciones económicas, restableció los vuelos comerciales directos
entre ambos países, amplió las categorías (12 en total) de
los ciudadanos estadounidenses autorizados a viajar a la isla y dio su acuerdo
para algunas inversiones en Cuba. El mundo entero aplaudió el abandono de
una política de hostilidad anacrónica que se remonta a la Guerra Fría,
cruel ya que afecta a las categorías más vulnerables de la población cubana, e
ilegal pues contraviene los principios elementales del derecho internacional
público.
¿Cuál ha
sido la política de Donald Trump hacia a Cuba desde su llegada al poder en
2017? ¿Qué decisiones ha tomado después de haberse mostrado muy crítico con las
medidas adoptadas por su predecesor, las cuales consideró concesiones al
“régimen cubano”?
Sin
sorpresa, la toma de posesión de Donald Trump ha marcado un viraje de 180° en la política exterior de Estados Unidos hacia
Cuba. Lejos de proseguir con la política de acercamiento iniciada por Obama, al
contrario, ha procedido a un recrudecimiento de las sanciones contra la isla
atacando las tres principales fuentes de ingresos del país: la cooperación
médica internacional, las transferencias de remesas procedentes de la
comunidad cubana en Estados Unidos y el turismo. Además, la
Administración de Trump ha decidido aplicar el Título III de la ley
Helms-Burton, que permite que las empresas extranjeras con intereses en Cuba
sean perseguidas ante los tribunales estadounidenses, con el objetivo de privar
a La Habana de toda inversión extranjera. La Casa Blanca también
ha tomado medidas para privar a Cuba de recursos energéticos sancionando
las empresas petroleras y los buques que tienen relaciones comerciales con la
nación caribeña, engendrando importantes penurias para la población.
- Presiones sobre la cooperación médica cubana
La
cooperación médica cubana: un pilar de la política exterior
Desde 1969 y
el envío de la primera brigada médica a Chile tras un terremoto, Cuba ha hecho de la solidaridad internacional con los
pueblos del Sur un pilar de su política exterior. Desde esa fecha 407.000
profesionales de la salud han trabajado en 164 países de todos los continentes.
En 2019 más de 29.000 de ellos se encontraban en 66 naciones. La
solidaridad y el beneficio mutuo son los dos principios que rigen esta
cooperación. Así, el servicio es gratuito para los países con recursos
limitados, particularmente algunos países de África. En cambio, tiene un
costo para las naciones que disponen de los medios de retribuir esta
cooperación, como Brasil, por ejemplo. Con el tiempo la cooperación
internacional cubana, principalmente médica, se ha convertido en la primera
fuente de ingresos de la isla, a la altura de 7.000 millones de dólares.
Además de
esta cooperación basada en el envío de personal médico, Cuba ha
elaborado desde 1988 el Programa Integral de Salud para los países de
América Central y del Caribe, tras el huracán Mitch que destruyó la región,
y se extendió luego a los otros continentes. Con el apoyo de la Organización
Mundial de la Salud, Cuba lanzó campañas de vacunación en el mundo entero
para proteger a las poblaciones más vulnerables. En total, 44 países se
han beneficiado de este programa que ha ofrecido una cobertura médica integral
a decenas de millones de personas.
También en
1998 Cuba creó la Escuela Latinoamericana de Medicina
(ELAM), cuyo papel
es formar a estudiantes de medicina procedentes de los países del Tercer
Mundo e incluso de Estados Unidos. Así, en 2019 Cuba formó en
sus distintas universidades, en el área de la salud, a más de 35.000
personas de 136 naciones del mundo. Según las Naciones Unidas “la ELAM
es la escuela médica más avanzada del mundo”. Margaret Chan, directora
general de la Organización Mundial de la Salud, destacó el trabajo
realizado por la ELAM y elogió la política cubana y su compromiso en la
cooperación Sur-Sur:
“No conozco ninguna otra escuela de medicina con
una política de admisión que da la prioridad a los candidatos procedentes de
las comunidades pobres y que saben,
de primera mano, lo que significa vivir sin acceso a una atención médica de
base. Por primera vez si usted es pobre, si usted es una mujer o si procede de
una población indígena, usted dispone de una ventaja precisa. Es una ética
institucional que hace de esta escuela una entidad única”.
En 2004 Cuba
lanzó con Venezuela la Operación Milagro, que
consiste en operar a personas víctimas de cataratas y otras enfermedades
oculares y que no tienen los recursos para operarse. Desde esa fecha más de
seis millones de personas procedentes de 34 países han podido recobrar la
vista gracias a los médicos cubanos. Ningún otro país en el mundo ha
lanzado una operación humanitaria de semejante envergadura con resultados tan
tangibles.
En 2014 los
médicos cubanos desempeñaron un papel fundamental en la lucha contra la
epidemia de ébola en el oeste
de África, particularmente en Liberia, Guinea y Sierra Leona.
Tras el llamado de la Organización Mundial de la Salud, La Habana mandó
a 168 médicos de la Brigada Henry Reeve, creada en 2005 después del
huracán Katrina que asoló Estados Unidos, para ayudar a las víctimas de
catástrofes naturales. La isla del Caribe mandó tantos médicos como la
suma de los enviados por todos los demás países juntos.
Estados
Unidos, mediante la voz del presidente Barack Obama, destacó el compromiso humanitario de Cuba
en la lucha contra el ébola:
“Quiero expresar mi gratitud a los médicos cubanos
que fueron voluntarios y que se involucraron en misiones muy difíciles para
salvar vidas en el oeste de África junto con nosotros y otros países.
Apreciamos mucho el trabajo hecho. Nadie puede
negar el servicio que miles de médicos cubanos brindaron a los pobres y a las
poblaciones sufrientes”.
En 2017 la
OMS entregó a Cuba el Premio de Salud Pública, la más alta distinción otorgada por la institución, por su obra contra
el ébola. Explicó las razones:
“La experiencia internacional de Cuba en materia
de emergencias médicas empezó más de 50 años antes de la creación del
contingente Henry Reeve […]. Ello
marcó el inicio de la perspectiva internacionalista y de la cooperación
sanitaria de Cuba. Desde su creación […] 24 contingentes integrados
por 7.000 equipos brindaron voluntariamente su apoyo en 21 países […].
Más
recientemente, en 2014, en Contingente Henry Reeve respondió al virus del ébola
en África Occidental, donde más
de 250 profesionales de la salud obraron con las comunidades afectadas
de Sierra Leona, Liberia y Guinea.
El
Secretario General de Naciones Unidas Ban Ki-moon y la Directora General de la
OMS, la doctora Margaret Chan, pidieron al General
Raúl Castro Ruz, presidente de Cuba, que desplegara a su personal médico
para luchar contra la epidemia del ébola. La respuesta positiva de Cuba
fue inmediata.
La
asistencia internacional brindada por Cuba no disminuye la atención ofrecida por el país a su propia población, que
disfruta de un sistema nacional de salud universal y gratuito […] que
cuenta con un total de 493.368 agentes de salud y una ratio de 80,2
médicos, 15 dentistas y 79,3 enfermeras por 10.000 habitantes".
El
Contingente Henry Reeve también
intervino durante el terremoto en Ecuador en 2016, las inundaciones
en Perú en 2017, el huracán María en el Caribe y el terremoto en
México en 2017, entre múltiples emergencias en todo el mundo.
Las
medidas hostiles de la Administración de Trump
Desde su
llegada al poder Donald Trump decidió volver a una política agresiva contra
Cuba y apuntó a su principal fuente de ingresos, la cooperación
médica internacional. El 20 de julio de 2019 Washington decidió
incluir a la isla en la lista de países responsables de tráfico de seres
humanos. Según la Casa Blanca, la cooperación médica
cubana en el mundo equivale a un tráfico de seres humanos y a “trabajos
forzados”.
El 26 de
septiembre de 2019 el Departamento de Estado lanzó un llamado público a todos los países pidiéndoles que pusieran término
a su cooperación médica con Cuba, acusando a la isla de “tráfico de médicos” y
de “esclavitud moderna”. Estados Unidos no ocultó su verdadero objetivo
que es atentar contra la economía del país presionando a las naciones que se
benefician de estos servicios:
“Estos programas emplean hasta 50.000 profesionales
de la salud en más de 60 países y son una fuente principal de ingresos para el
régimen cubano. […] El Gobierno recogió 7.200 millones de dólares en un año”.
Antes
Washington ejerció presión sobre varios países
de América Latina para poner fin a los acuerdos de cooperación. El primer
país en plegarse a estas órdenes fue el Brasil
del presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, quien decidió romper
en noviembre de 2018 de modo unilateral el acuerdo tripartito firmado en 2013
por su predecesora Dilma Roussef, Cuba y la Organización Panamericana de
la Salud. En cinco años los 20.000 profesionales de la salud cubanos
realizaron más de 112 millones de consultas en más de 3.600 municipios
y ofrecieron una cobertura médica permanente a 60 millones de brasileños.
Por otra parte, Cuba formó un total de 1.214 médicos brasileños. La
decisión tomada por Brasilia bajo influencia de Washington priva a Cuba
de importantes ingresos, pero priva sobre todo a decenas de millones de
personas de asistencia médica.
En mayo de
2019 Estados Unidos exigió a Ecuador que le proporcionara una lista completa de los acuerdos
firmados con Cuba. Unos meses más tarde, en octubre de 2019, el Gobierno
de Lenin Moreno decidió poner fin a los acuerdos de cooperación médica
con Cuba unos días antes de su fecha de expiración. Desde el inicio de la
colaboración empezada bajo el gobierno de Rafael Correa, 3.565 médicos
cubanos trabajaron en el país andino y realizaron 6,7 millones de consultas
médicas, ofreciendo una cobertura médica a varias centenas de miles de personas
procedentes de las capas populares. Por otra parte, 2.093 ecuatorianos
consiguieron sus diplomas de médicos en Cuba.
En Bolivia, tras el golpe de Estado orquestado contra Evo
Morales en noviembre de 2019, el régimen
golpista ordenó a todos los cooperantes cubanos que abandonaran el país a la
mayor brevedad. Cuba denunció un total de 26 incidentes graves contra su
personal médico, actos de violencia contra dos de ellos y la detención de 50
colaboradores. Cuba se vio en la obligación de repatriar de urgencia a su personal
médico por razones de seguridad. La brigada médica cubana en Bolivia
se componía de un 54% de mujeres sobre un total de 406 médicos y 208
profesionales de la salud. Desde su llegada al territorio boliviano los médicos
cubanos realizaron 73 millones de consultas médicas y 1,5 millones de
intervenciones quirúrgicas. Por otra parte, 5.184 médicos consiguieron su
diploma en las universidades cubanas. El
Secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo no dejó de felicitar a
la junta militar boliviana: “El Gobierno de Bolivia anunció el viernes la
expulsión de centenas de funcionarios cubanos de su país. Fue una buena
decisión. ¡Bravo Bolivia! Bolivia se suma a Brasil y Ecuador”.
La Agencia
de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) también ha dedicado un presupuesto de tres
millones de dólares para llevar una campaña internacional con los gobiernos
de las naciones que han firmado acuerdos con Cuba en el campo de la cooperación
médica. El objetivo es
“promover en Cuba, en América Latina y en los
organismos regionales e internacionales, tales como la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos y el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas [una
política destinada] a presionar al régimen cubano para que mejore las
condiciones de vida de los doctores y otros trabajadores”.
En octubre
de 2019 Washington se negó a conceder visas a la delegación cubana, dirigida
por el Ministro de Salud Pública José Ángel Porta, invitada al 57 Consejo Director de la
Organización Panamericana de la Salud. Esta decisión, en violación de
los convenios internacionales, impidió que Cuba participara en el más
importante congreso regional en materia de salud y presentara su punto de vista
sobre la cooperación médica.
En diciembre
de 2019 la Organización de Estados Americanos, entidad notoriamente bajo influencia de Estados Unidos cuya
sede se encuentra en Washington y de la cual Cuba no es miembro desde su
expulsión en 1962, organizó un foro titulado “La oscura realidad detrás
de las misiones médicas cubanas”, promoviendo así la campaña de
desprestigio lanzada por la Casa Blanca. La Habana condenó este nuevo
ataque orquestado por la Administración de Trump.
Washington
contempla restablecer el Cuban Medical Professional Parole Program
(CMPP), en vigor de 2006 a 2017, cuyo objetivo es incitar
a los médicos cubanos en servicio en el exterior a desertar ofreciéndoles la
posibilidad de ir a ejercer su profesión en Estados Unidos y privar así
a Cuba de un precioso capital humano. Según
las autoridades estadounidenses, “en virtud del programa CPPP, los médicos
y otros profesionales del sector de la salud enviados por el Gobierno de
Cuba para trabajar o estudiar en los países del Tercer Mundo podrán pedir asilo
en Estados Unidos”. Así, de 2006 a
2017, cerca de 8.000 profesionales cubanos optaron por beneficiarse de este
programa –que incluía el pago de los boletos aéreos, los gastos de abogado y la
entrega de una visa de viaje– y emigrar a Estados Unidos.
Reacción
de La Habana
El
Ministerio cubano de Relaciones Exteriores denunció la política intervencionista y la campaña de desprestigio
llevadas a cabo por Estados Unidos. Según La Habana, Washington ejerció
presiones sobre Guatemala para el país pusiera término a su cooperación
médica con Cuba. “La persecución y búsqueda de información ha
incluido intentos de interrogar al personal cubano por ‘diplomáticos’ de
Estados Unidos en los propios centros de salud donde este labora en el
exterior, incluso en el norte de África y Medio Oriente”, declararon las
autoridades de la isla. La diplomacia rechazó todas las acusaciones de la
Casa Blanca:
En Cuba se han formado de manera gratuita 35.613 profesionales de la salud de 138 países. En el caso de las naciones con condiciones
económicas más desfavorables, Cuba asume prácticamente los gastos de la
colaboración. De igual modo y en línea con las concepciones de las Naciones
Unidas sobre la cooperación entre países en desarrollo, esta se ofrece en
otras naciones sobre la base de la complementariedad y la compensación parcial
por los servicios prestados.
Los técnicos
y profesionales cubanos que participan en esos programas lo hacen absolutamente
de manera libre y voluntaria. Durante el
cumplimiento de su misión continúan recibiendo íntegramente su salario en Cuba
y disponen, además, de un estipendio en el país de destino, junto a otras
prestaciones. Cuando Cuba recibe compensación por la cooperación
prestada, esos colaboradores tienen el mérito de brindar un aporte justo y
totalmente legítimo para el financiamiento, la sostenibilidad y el desarrollo
del sistema de salud masivo y gratuito , accesible a todos los cubanos,
así como para los programas de cooperación que se despliegan, sin ningún pago a
nuestro país, en muchas partes del mundo.
Una
cooperación médica destacada por las instituciones internacionales
Los
distintos organismos internacionales destacaron la cooperación internacional de
Cuba. “Salvar vidas: eso
es lo que hace Cuba aquí y en el mundo”, señalan las Naciones Unidas
que agregan que la isla “tiene una larga historia de
cooperación” con los países del
Tercer Mundo. “Los médicos cubanos son los primeros en llegar y los últimos
en retirarse” durante las catástrofes naturales, señaló Ban Ki-moon, entonces
Secretario General de la ONU.
Según José
Di Fabio, representante de la OMS,
“Cuba es un caso aparte por su capacidad de
respuesta rápida, su voluntad política y por la experiencia de los médicos. Lo que Cuba es capaz de hacer
es increíble. Hay a la vez la voluntad política [de los dirigentes] y la
voluntad humana de la población. Cuando hubo un terremoto en Pakistán,
2.000 médicos llegaron allí en 48 horas. Fueron los primeros en llegar a Pakistán
y los últimos en retirarse del país. Estuvieron presentes seis meses. Ocurrió
lo mismo en Haití”.
El Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo señala en un informe:
La
cooperación ofrecida por Cuba se enmarca en el
contexto de la cooperación Sur-Sur. No persigue
el lucro, sino que se otorga como expresión de un principio de solidaridad y,
en la medida de lo posible, a partir de costos compartidos. Durante años,
sin embargo, Cuba ha proporcionado ayuda en calidad de donación a los países
más pobres, y ha sido muy flexible con respecto a las formas o estructuras
que pueda adoptar la colaboración.
En la casi
totalidad de los casos la ayuda cubana fue gratuita, aunque a partir de 1977, con algunos países de altos ingresos, básicamente
petroleros, se desarrolló la cooperación de forma compensada.
El elevado
desarrollo alcanzado por Cuba en salud, educación y
deportes determinó que el mayor peso de la cooperación
estuviera concentrado en estos servicios, aunque hubo participación en
otras ramas como, por ejemplo, la construcción, la pesca y la agricultura.
Al atacar la
principal fuente de ingresos de la isla, la Administración de Trump atenta gravemente contra el bienestar de la
población cubana, cuya economía depende ampliamente de la cooperación
médica. Del mismo modo, Washington priva a
millones de personas en el mundo del único acceso a la salud del cual
disponían, poniendo así en peligro sus vidas.
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