viernes, 10 de mayo de 2013

ESPAÑA: Huelga por los recortes en educación. UNIÓN EUROPEA: “Admitir el fracaso de la austeridad”.

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España, se hunde., Italia a la deriva, Francia, tensión política, Grecia, drama y tragedia, Chipre, se desploma, Irlanda, cada vez más la crisis la destruye, Islandia, increíble, retornan los responsables de la crisis, Estados Unidos, cada vez aumenta la deuda en billones. Todos los une el desempleo, la liquidación de los derechos sociales – derechos laborales -. La política de la austeridad está destruyendo la sociedad capitalista, la democracia liberal representativa y está hundiendo en definitiva al Estado de Bienestar. Una política nefasta, salvaje, violenta, autoritaria, fascista, donde el privilegio lo tienen los bancos y banqueros, bolsas, aseguradoras y corporaciones, pero con dinero del Estado que es dinero de todos los ciudadanos. La zona euro, epicentro de la crisis estructural, sistémica, multidimensional, los propios derechos a la Educación, servicios de salud, servicios públicos, etc. están siendo atacados con salvajismo jamás visto, ni en los países del Tercer Mundo que siempre hemos vivido en crisis, pero nunca, se llegó al salvajismo y violencia a botar a miles de familias a la calle, que los juicios de desahucio, siempre lo ganen los bancos.

Más de cuatrocientas mil familias han perdido sus viviendas y hoy viven en las calles, millones han perdido su trabajo – el desempleo progresivamente se mundializa – se profundiza la desigualdad económico social, crece en miles y millones la pobreza y la extrema pobreza – los hijos directos de la crisis – aumenta en millones la exclusión de derechos y servicios de millones de migrantes, millones de jóvenes hoy no tienen futuro y es el sector social más agredido por la crisis, la mujer en general, es otra víctima directa de las bárbaras políticas neoliberales, igual y con mayor crueldad contra los derechos de millones de discapacitados y cuanto más hoy imponen al austeridad como políticas centrales de la Troika europea, es decir,  el Banco Central Europea, la Comisión Económica Europea y el Fondo Monetario Internacional, mayor es la tragedia y el drama de millones de trabajadores, sindicalistas y ciudadanos en general. Pero que dice, el respetado Dr. Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, crítico tenaz y radical sobre el “chavismo” y todos los gobiernos progresistas de América Latina, de quienes expresa que su “muerte política” es lenta pero definitiva, porque no hay democracia – pero democracia a su imagen y semejanza, de lo que hoy ocurre en Europa o México o Colombia. Y Señor que pasa con el neoliberalismo salvaje, genocida y fascista, ¿Vivirá eternamente? Y al final nos llevará al paraíso celestial, pero de la destrucción final de la civilización humana.
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ESPAÑA: Huelga por los recortes en educación

Miles de Profesores y Alumnos españoles protestaron en las calles de Madrid y Barcelona.

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En la capital española, los manifestantes colmaron el Paseo del Prado y, a la altura del Congreso de los Diputados, en la plaza Neptuno, pidieron a viva voz la dimisión del ministro de Educación de Rajoy, José Ignacio Wert.

Página /12 viernes 10 de mayo del 2013.

Los españoles pusieron el grito en el cielo para protestar por los recortes que el cada vez más impopular gobierno de Mariano Rajoy pretende llevar a cabo en educación. Miles de profesores y alumnos se manifestaron en las calles de Madrid y Barcelona, entre otras treinta ciudades, en el marco de una huelga en los niveles primario, secundario y universitario públicos de toda España contra el modelo neoliberal que impone la reforma educativa del gobernante Partido Popular. La famosa “Marea Verde” –color del sector educativo en Madrid– se lanzó a las calles de la capital con el lema “No a la Lomce (Ley Orgánica para la Mejora Educativa, que impulsa el PP), no a los recortes, no a la contrarreforma”, para exigir la retirada de la reforma de educación que podría aprobarse hoy.
Los manifestantes colmaron el Paseo del Prado y, a la altura del Congreso de los Diputados, en la plaza Neptuno, pidieron a viva voz la dimisión del ministro de Educación español, José Ignacio Wert. “No vamos a permitir una ley que nos hace retroceder a la época franquista, al pretender volver a introducir la religión en las escuelas”, afirmó a la prensa el secretario de la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, Carlos López Cortiñas, quien confía en que el gobierno aplace la aprobación de la norma.
Anteayer, Barcelona fue escenario de una multitudinaria manifestación que acaparó toda la atención en la jornada de huelga de 24 horas del sector educativo español. También hubo protestas en otras ciudades, como Sevilla, Bilbao, Santiago y Valencia, en esta última con algunos incidentes. Tras una pancarta con el lema “Per la cohesió social. Ni Lomce, ni retallades” (“Por la cohesión social. Ni Lomce, ni recortes”), miles de catalanes, profesores, alumnos y padres protestaron con sus camisetas amarillas, color que identifica a este sector en Cataluña.
“Estamos sufriendo los recortes, la falta de personal docente para cubrir las bajas y esto repercute en la calidad de la enseñanza”, dijo Ana Gorrochategui, maestra con más de veinte años de experiencia. “La nueva ley perpetúa la reducción de gastos en educación y amplía la financiación a centros privados por diferentes vías”, añadió la profesora catalana. “En la universidad aumentaron las tasas que hay que pagar para inscribirse en las materias, y conseguir becas es casi imposible porque se han reducido al mínimo”, apuntó por su parte Alba Martínez, estudiante de Psicología.
El nuevo paro tuvo lugar tras meses de movilizaciones y un día antes de la jornada en la que el Ejecutivo español tenía previsto aprobar la llamada “ley Wert”, en referencia al polémico ministro de Educación español, aunque ahora se podría aplazar. El ministro, responsable de frases como “hay que españolizar a los catalanes”, o por considerar “adoctrinamiento” la materia Educación para la Ciudadanía, que pretende eliminar, es uno de los miembros más cuestionados del gobierno y su figura genera animadversión entre los estudiantes, que dirigieron fuertes mensajes críticos hacia él.
El paro, que es histórico porque abarca todos los niveles educativos, terminó resultando un éxito, según los convocantes, alcanzando un seguimiento medio del 80 por ciento (72 por ciento entre los profesores y 90 por ciento entre los alumnos), del 75 por ciento en la enseñanza obligatoria (primaria y secundaria) y de hasta un 95 por ciento en las universidades.
En cambio, el Ministerio de Educación hizo una breve valoración y cifró en un 20 por ciento la participación en la jornada de huelga, a la que estaban llamados unos 800 mil profesores y 10 millones de alumnos y a la que se sumaron también los padres de niños de educación infantil, no llevando a sus hijos a los centros de enseñanza.
Según denuncian los sindicatos del sector, la reforma del conservador PP está teñida de una matriz ideológica, profundiza los recortes, amenaza la igualdad de oportunidades y no resuelve los problemas del sistema educativo. También pidieron al ministro que abra un proceso de negociación con la comunidad educativa.
Por su parte, el secretario del sindicato de estudiantes, Tohil Delgado, advirtió que la “ley Wert” sólo busca desmantelar la escuela pública, discrimina a los alumnos por renta y contribuye a precarizar aun más la situación de los jóvenes en España, entre los cuales el desempleo se encuentra por encima del 50 por ciento.
La Lomce consolida los recortes, al reducir el gasto en Educación hasta un 3,9 por ciento del Producto Interno Bruto en 2015 –más de 10 mil millones de euros–, en comparación al 5 por ciento de la media que se aplica en los países de la Unión Europea (UE).



Rajoy: El gobierno no cambiará su política, pero tendrá “mayor holgura” para ejecutarla. Asegura que ampliar al 6.3% el déficit evitará 18,900 millones en recortes. Insiste en que las medidas aplicadas están dando resultados.
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Entre algunos puntos de la controvertida reforma se destaca impulsar un adelanto a los 15 años de la separación entre los alumnos que optan por la Formación Profesional o el Bachillerato, iniciativa que puede contribuir a una expulsión más temprana del sistema educativo de los estudiantes que provienen de los sectores más populares de España.
Asimismo, se elimina finalmente la materia obligatoria Educación para la Ciudadanía, contenidos introducidos en el currículo por el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, que aborda cuestiones relacionadas con la ética, valores democráticos y convivencia. Por otro lado, se permite la financiación con fondos públicos de centros que segregan a niños y niñas y se recupera la asignatura Religión como opcional, algo que responde a una exigencia de la Iglesia Católica.
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El CERMI lamenta el "letargo" social de la UE. 
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MADRID.

(SERVIMEDIA)

elEconomista.es jueves 9 de mayo del 2013.

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) lamentó este jueves, Día de Europa, "el letargo de la dimensión social y ciudadana de las instituciones de la Unión Europea, en cuya agenda política no figuran los asuntos que más preocupan a la ciudadanía europea, que cada vez se siente más distante y ajena al proyecto político europeo, en el que apenas se reconoce".

"Los movimientos sociales como el de las personas con discapacidad y sus familias, comprueban que la Unión Europea ha dejado de ser un proyecto sugestivo de cohesión y avance sociales, que ayude a construir una ciudadanía europea sólida que suscite la adhesión de la población y estimule el espíritu europeísta", sostiene el Cermi.

En su opinión, "esta triste situación es responsabilidad en gran parte de una clase política dirigente que no sabe interpretar ni dar cauce a las demandas y anhelos de la ciudadanía europea, que aspira a que Europa sea un espacio de derechos, de participación y de inclusión sociales, en el que los grupos en situación de vulnerabilidad para los que la Unión Europea debe ser una oportunidad y no una amenaza, como lo es hoy".

Para el Cermi, la mejor contribución que puede hacerse en estos momentos a la construcción europea, en la que los movimientos sociales siguen creyendo, es reforzar la dimensión cívica y social de la UE dotando a las instituciones comunitarias de una nueva gobernanza en la que la primacía resida en la ciudadanía activa y comprometida.

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UNION EUROPEA: “Admitir el fracaso de la austeridad”.

Entrevista a Simón Tilford, del Centro para la Reforma Europea, con sede en Londres.

El desempleo record en España, Portugal, Grecia y Francia y la contundente derrota en febrero del candidato de la austeridad Mario Monti en Italia son las más claras señales del agotamiento político y social de los recortes europeos.

Marcelo Justo
Desde Londres. Página /12 miércoles 8 de mayo del 2013.
La austeridad en Europa no da para más. En su primer discurso como primer ministro ante el Parlamento italiano, Enrico Letta fue contundente: “Italia está muriéndose con la aplicación de la austeridad. Necesitamos políticas de crecimiento”. No es una voz aislada. En la última semana, nada más y nada menos que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo que se necesitaba “una política correcta que tenga al mismo tiempo aceptación social y política”. La contundente derrota en febrero del candidato de la austeridad Mario Monti fue la más clara señal del agotamiento político y social de la austeridad. Con un desempleo que ha superado el 27 por ciento en España y Grecia, es record en Portugal y Francia y suma 19 millones en los 17 países de la Eurozona, este agotamiento se hace día a día más visible. Con este clima de fondo, el Banco Central Europeo bajó la tasa de interés a un mínimo histórico para estimular el crecimiento. Página/12 dialogó con Simon Tilford, del Centro para la Reforma Europea con sede en Londres, sobre el futuro de la Eurozona.
–¿Le sorprende que desde el ortodoxo José Manuel Barroso hasta Enrico Letta o los documentos del Partido Socialista Francés filtrados a Le Monde, todos hablen del fracaso de la austeridad?
–La idea de que la austeridad iba a allanar el camino al crecimiento mediante el retorno de la confianza de los mercados no ha funcionado. Hoy, muchas economías se encuentran en una recesión o aun una depresión. Los datos son incuestionables. El problema es que admitir el fracaso de la austeridad es muy difícil para los políticos, porque tendrían que admitir que hay dificultades institucionales en Europa que hay que cambiar.
–¿Cuáles son estos problemas institucionales?
–Se necesita una autoridad bancaria que actúe realmente como un prestamista de última instancia para toda la Eurozona. La única razón por la que bajaron los costos de financiamiento de los países periféricos es porque el presidente del Banco Central de Europa (BCE), Mario Draghi, dijo en agosto pasado que haría todo lo necesario para sostener al euro. Es decir, no sucedió –como dicen algunos políticos– porque se siguiera una política de austeridad, un absurdo si se piensa que el costo de la deuda ha bajado también para Francia, que se resiste a aplicar la austeridad. Lo que pasó es que los inversores piensan que el BCE va a actuar como prestamista de última instancia si hay un problema. Pero esto debe institucionalizarse y se necesita una federalización del sistema bancario de la Eurozona para romper el vínculo actual entre la deuda de los bancos y la de los Estados. Y, por supuesto, es fundamental que haya políticas de crecimiento que reemplacen a las actuales de austeridad.
–Está claro que el plan A o austeridad falló. ¿Cómo sería este plan B? ¿Estamos hablando de un plan keynesiano clásico?
–Europa necesita crecer. No se trata simplemente de gastar más dinero o que España o Italia se endeuden más para estimular el crecimiento. Lo que se necesita es que la Eurozona, en su conjunto, tenga una política de expansión. Es decir, que países con fuerte superávit comercial como Alemania relajen su política fiscal y gasten más, potenciando su consumo interno, y que haya un relajamiento radical de la austeridad en la periferia.
–Por el momento, de lo que se habla es de una reducción de las tasas de interés este jueves. ¿Eso serviría como un estímulo para el consumo?
–No creo que tenga un gran impacto. El tema es por qué el llamado mecanismo de transmisión del dinero está quebrado. La razón por la que el crédito es caro en España o Italia para el consumo individual o empresario es porque los bancos son muy débiles. Para solucionar eso necesitan quebrar el vínculo entre los bancos y el Estado. Los inversores son reticentes a prestarles a los gobiernos por el temor que tienen a la debilidad del sector bancario y a la necesidad de que el Estado tenga que rescatarlo. Y a su vez hay desconfianza en el sector bancario porque tiene mucha deuda del gobierno en sus balances. Esto se logra con un BCE que actúe como prestamista de última instancia y algún mecanismo de federalización del sistema bancario.
–¿Es posible tener un plan de inversión a nivel de la Comisión Europea para estimular el crecimiento en España, Italia, Grecia y Portugal?
–Las sumas que se necesitarían son gigantescas. Una inversión así podría mejorar un poco las cosas. Pero si uno piensa en España, no necesita más infraestructura. Italia o –fuera de la Eurozona– el Reino Unido sí necesitarían inversión en infraestructura que, en ambos casos, necesita urgente modernización. Lo que un país como España necesita es resolver su crisis bancaria, relajar la política de austeridad y que haya una demanda más fuerte de otros países europeos para salir de su crisis.
–El gran obstáculo para la adopción de un plan B es Alemania, pero por el momento, hasta las elecciones de septiembre, no hay ninguna posibilidad de cambio. Incluso si en las elecciones gana la oposición, que está ahora criticando más la austeridad, un cambio de política tomará tiempo en efectivizarse. ¿Tiene la Eurozona tanto margen político, económico y social para esperar un cambio?
–Me ha sorprendido mucho el grado de tolerancia que ha habido con la austeridad. La gente ha aguantado mucho más de lo que la mayoría de los observadores pensaban. Pero no se puede apostar a esto indefinidamente. Si uno mira a la creciente impopularidad de la Unión Europea y la frustración de la gente, creo que es una estrategia insostenible. Me sorprende que Francia, Italia y España no hayan coordinado más una posición común. Es posible que no hayan querido poner a Alemania contra la pared. Pero no descarto que lo hagan. Alemania misma va a tener que aceptar que esta estrategia no está funcionando. El problema es que, más allá de quién gane la elección en septiembre, el electorado alemán pondrá límites a un cambio de estrategia. En Alemania no hay mucha aceptación de la necesidad de federalización real de la Eurozona para que funcione. Sólo si la crisis llega a un punto límite y se fuerza un debate abierto en Alemania, podrá haber un cambio de estrategia.
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