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Dra Saskia Sassen. Socióloga.
Ganadora del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2013. Merecido
reconocimiento a toda una autoridad en la Sociología Urbana. Este año será entregado el Premio Príncipe
de Asturias a una personalidad de la Sociología mundial. Reconocida
científico social en trabajos de investigación sobre la globalización. La Madre de la “Ciudad Global”, constituye
el reconocimiento a toda una vida dedicada a la investigación científica y la
producción de sus Obras expresan directamente el conjunto articulado, académico
y científico de todos sus trabajos en Sociología,
Globalización, Sociología Urbana, (Sociología
de los Expulsados), etc. “Los
análisis de la globalización económica suelen apelar a un dualidad entre lo
global y lo nacional, según la cual el primero de los térmicos acrecienta su
poder a expensas del segundo. La introducción de un tercer elemento – Las Ciudades –
le permite a Saskia Sassen abordar los procesos globalizadores bajo la forma de
complejos económicos situados en locaciones específicas. Emerge así un nuevo
sistema de Ciudades Globales y una trilogía de regiones económicas que se
extienden más allá de Silicon Valley”. Profesora
de la Universidad Neoyorquina de Columbia, ha dedicado parte de sus
trabajos a reflexionar sobre el poder y la desigualdad que provoca la globalización y su
obra más reconocida es La Ciudad Global,
SASKIA SASSEN.- ( Holanda. La Haya, 1949), que se impuso en la última votación del
jurado al economista norteamericano Paul Romer, es la tercera mujer que consigue este premio ya que en las 32 ediciones
anteriores sólo se hicieron con él la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, en la pasada edición, y la
ex presidenta irlandesa Mary Robinson, en 2006. Saskia Sassen, que ha dedicado gran parte de sus trabajos
a reflexionar sobre el poder y la desigualdad que provoca la globalización, se
encontraba hoy en Londres, desde donde, en una entrevista telefónica con Efe, ha mostrado su
satisfacción por recibir un galardón de "tanto prestigio"
internacional. "Yo diría que el
concepto (de ciudad global) es más famoso que yo; si hubiera hecho un copyright o tuviera derechos de propiedad
intelectual como las farmacéuticas hubiera ganado mucho dinero", ha
bromeado Sassen en
un perfecto castellano, dado que pasó gran parte de su infancia en Buenos Aires. Sassen ha asegurado que acudirá a Oviedo a recoger el premio el próximo mes de octubre y ha incidido
en que es un "gran honor" que el jurado haya valorado de este modo su trabajo. Un gran
ejemplo para las presentes y futuras generaciones. Pablo Raúl.
Socióloga,
Profesora de la Universidad de Columbia (Nueva York) obtuvo en 1991 el reconocimiento internacional
con la publicación de la Ciudad Global,
sobre los nuevos espacios urbanos, hoy se muestra muy crítica con el actual
modelo financiero y con los efectos de las políticas
de austeridad que se han puesto el marcha en Europa como consecuencia de la crisis.
***
ACERCA DE LA DRA.SASKIA
SASSEN. COMENTARIO AL ARTICULO “CUARTO Poder” España.- Domingo 19 de mayo del
2013.
Tres puntos centrales, aparentemente
negados o en duda por el comentario.
1.- Hoy en pleno siglo XXI
podemos real y objetivamente negar, desconocer,
ignorar las clases y la lucha de clases. Mire Europa, América latina.
Estudiantes, juventud, sindicalistas, desempleados, pobres de la “Ciudad Global” o en A.L.
Universitarios, mineros, desempleados, empleados del Estado y miles de
comunidades y pueblos originarios en pie de lucha en defensa de sus derechos
sociales, su territorio y soberanía nacional.
2.- El neoliberalismo y sus
políticas privatizadoras
nos ha cerrado todos los espacios - hasta incluso nos siguen privatizando
nuestros espacios públicos - que
históricamente la clase obrera en democracia, fue construyendo. Si los espacios
están y siguen estando cerrados, hoy el lugar común, para la batalla de las
ideas, para la lucha contra la crisis, la corrupción, es ganar la calle, la plaza
pública y reconquistar lo nuestro, el
espacio público, con una diferente y
democrática Opinión Pública, escenarios originarios de la Sociedad Civil,
hoy epicentro de las luchas del 15-M, Democracia Real, Ya, el Movimiento
estudiantil y universitario chileno, “Yo soy, 132”, el movimiento estudiantil
en México, el Occupa Wall Street, conjunto
de “nuevos” Movimientos Sociales y su lucha por la Nueva Democracia.
3.- No es cierto que millones
de tierras agrícolas
en el mundo, en especial en países del "tercer mundo"
y países de economías emergentes, están siendo comprados, alquilados o
hipotecados por países - China, Rusia,
Francia, Alemania, - o por
corporaciones transnacionales - Daewoo -
autos – en Madagascar, - mirar más intenso hacia A.L, quienes son los
compradores de las tierras de cultivo en Argentina,
en Brasil, Colombia - ¿Qué hacen por
ahí, los “santos” del misterioso Club de Bilderberg- . Acaso la finalidad no es controlar los mercados en los siguientes años
- industria alimentaria y producción de etanol - y ello genera que millones de campesinos pobres y pequeños
agricultores del campo salgan expulsados. ¿Y qué dice la democracia, liberal representativa?. Es
parte de esta política mundial de las corporaciones y países imperialistas. Continúe Dra.
Saskia Sassen con sus investigaciones científicas en las Ciencias Sociales en
beneficio de la humanidad y un Premio merecidamente reconocido.
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Saskia Sassen. “Pedir sacrificios mientras se rescatan bancos, es un abuso”. La Socióloga de la “Ciudad
Global” ha sido
galardonada esta semana con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales por “su contribución a la Sociología Urbana y el análisis de las dimensiones
social, económica y política de la globalización”.
***
Saskia Sassen, socióloga de la globalización, Príncipe de Ciencias
Sociales.
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SOCIOLOGIA.
Oviedo, 15 may (EFE).- La
holandesa Saskia
Sassen, experta en sociología urbana
e impulsora del concepto de ciudad global, ha obtenido hoy el Premio Príncipe
de Asturias 20013 por su contribución "al análisis de las dimensiones
social, económica y política de la globalización".
Lainformación.com miércoles 15 de mayo del 2013.
Oviedo, 15 mayo.- La
holandesa Saskia Sassen, experta en sociología urbana e impulsora del concepto
de ciudad global, ha obtenido hoy el Premio Príncipe de Asturias 20013 por su
contribución "al análisis de las dimensiones social, económica y política
de la globalización".
Sassen (La Haya, 1949), que se impuso en la última votación del jurado al economista
norteamericano Paul Romer, es la tercera mujer que consigue este premio ya que
en las 32 ediciones anteriores sólo se hicieron con él la filósofa
estadounidense Martha Nussbaum, en la pasada edición, y la expresidenta irlandesa Mary Robinson, en
2006.
Saskia Sassen, que ha dedicado
gran parte de sus trabajos a reflexionar sobre el poder y la desigualdad que
provoca la globalización, se encontraba hoy en Londres, desde donde, en una entrevista telefónica con Efe, ha mostrado su
satisfacción por recibir un galardón de "tanto prestigio"
internacional.
"Yo diría que el concepto
(de ciudad global) es más famoso que yo; si hubiera hecho un copyright o
tuviera derechos de propiedad intelectual como las farmacéuticas hubiera ganado
mucho dinero", ha bromeado Sassen en un perfecto castellano, dado que pasó
gran parte de su infancia en Buenos Aires.
Sassen ha asegurado que
acudirá a Oviedo a recoger el premio el próximo mes de octubre y ha incidido en
que es un "gran honor" que el jurado haya valorado de este modo su
trabajo.
El fallo había sido dado a
conocer poco antes, a las 12.00 horas, por el presidente del jurado, el jurista
y exministro Aurelio Menéndez, desde el Hotel de la Reconquista de Oviedo.
En el acta, el jurado ha
destacado su aportación a la sociología urbana, la dimensión internacional de
sus ideas, sus estudios sobre las migraciones y el papel de las grandes
ciudades en la dirección de la economía internacional y su concepto ciudad
global, una de sus mayores aportaciones, "actualmente aceptado y empleado
en todas las Ciencias Sociales".
"Para Sassen, las
ciudades globales forman redes que concentran el poder de decisión y nuevas
relaciones entre territorio, autoridad y derechos, diluyendo así el papel de
las fronteras", refleja el acta del jurado, que incide en que también son
"generadoras de grandes desigualdades y segregación social debido, entre
otras causas, a las diferencias en el acceso a las tecnologías de la
información".
Dedicada a la docencia y la
investigación, donde se ha especializado en las nuevas tecnologías de la
información, ha sido profesora de la Universidad de Chicago e imparte clases de
globalización, sociología urbana en la Cátedra de Sociología Robert S. Lynden
de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
Es también la única mujer que
aparece entre los diez primeros científicos sociales del mundo, según el
ranking del Social Science Citation Index de la última década.
Entre sus publicaciones,
"La Ciudad global", publicada en 1991 y revisada diez años después;
"Territorio, autoridad y derechos: de los ensamblajes medievales a los
ensamblajes globales" (2006) y "Una sociología de la
globalización" (2007), en las que analiza el empobrecimiento de las clases
medias y sus dificultades de acceso a las telecomunicaciones, lo que determina
desigualdades sociales.
Sassen, que había sido
propuesta a este galardón por Jesús de Miguel, catedrático de Sociología de la
Universidad de Barcelona, ha desarrollado también investigaciones decisivas
sobre los asentamientos humanos sostenibles como asesora de las Naciones Unidas.
El de Ciencias Sociales ha
sido el segundo premio en fallarse en la XXXIII edición de los Príncipe de
Asturias tras el galardón de las Artes que el pasado jueves fue concedido al
cineasta austríaco Michael Haneke.
El premio está dotado con una
escultura diseñada por Joan Miró, símbolo representativo del galardón, una cantidad en metálico de
50.000 euros, un diploma y una insignia.
Están en posesión de este
galardón, entre otros, David Attenborough, Tzvetan Todorov, Paul Krugman, Jurgen Habermas, Carlo María Martini, Raymond Carr yo Julio Caro Baroja.
SASKIA SASSEN: Reoteorizar
las realidades. Cultura.- Premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales.
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La socióloga holandesa se ha dedicado a reflexionar sobre el poder y la
desigualdad que provoca la globalización a través de libros como La ciudad
global. Vivió dieciséis años en Buenos Aires, donde descubrió su interés por la
justicia social en la biblioteca paterna.
Por
Silvina Friera.
Página
/12 jueves 16 de mayo del 2013.
Esa mujer, flamante ganadora del Premio Príncipe de Asturias en Ciencias
Sociales por su contribución “al análisis de las dimensiones social, económica
y política de la globalización”, la creadora del concepto de ciudad global, es
la socióloga holandesa Saskia Sassen. Si le piden que se presente, sonríe
comprensivamente, con esa sonrisa que sabe graduar, en su justa medida,
confianza y calidez. “Soy profesora e investigadora, fui reclutada por Joseph
Stiglitz cuando trabajaba en la Universidad de Chicago para que me fuera con él
a Columbia. Allí codirigimos el Comité Sociológico para el Pensamiento Global.
¿Que qué es eso? Trabajamos a partir de una suposición: que para entender la
globalidad no es suficiente computar datos. Hay que reteorizar qué significan
realidades como el sistema financiero, los países, las ciudades –dijo en una
entrevista reciente–. Nací en Holanda, viví en Buenos Aires y por eso tengo
este acento en español. Mi familia se fue a Roma y pasé dos años en Italia.
Después, me instalé en Estados Unidos. Siempre he sido una inmigrante, con la
suficiente identidad, el suficiente coraje para identificar esa característica.
Creo que ésa es la clave de mi modalidad de pensamiento.”
Sassen
(La Haya, 1949), la tercera mujer que obtiene el Príncipe de Asturias en
Ciencias Sociales –antes lo ganó la filósofa estadounidense Martha Nussbaum, el
año pasado, y la ex presidenta irlandesa Mary Robinson, en 2006–, se ha
dedicado a reflexionar sobre el poder y la desigualdad que provoca la
globalización en La ciudad global (1991), Territorio, autoridad y derechos: de
los ensamblajes medievales a los ensamblajes globales (2006) y Una sociología
de la globalización (2007), ambos publicados por la editorial argentina Katz,
entre otros títulos. “Yo diría que el concepto (de ciudad global) es más famoso
que yo. Si hubiera hecho un copyright o tuviera derechos de propiedad
intelectual como las farmacéuticas, hubiera ganado mucho dinero”, bromeó ayer
la socióloga, desde Londres, en una entrevista telefónica con la agencia EFE.
El jurado ha subrayado los aportes de Sassen a la sociología urbana, la dimensión
internacional de sus ideas, sus estudios sobre las migraciones y el papel de
las grandes ciudades en la dirección de la economía internacional, además del
concepto de ciudad global, una de sus mayores contribuciones, “actualmente
aceptado y empleado en todas las ciencias sociales”.
Casada
con el sociólogo estadounidense Richard Sennet, la primera escala del
itinerario de Sassen comenzó en 1950 en Buenos Aires, donde vivió dieciséis
años. Las primeras referencias de Marx y de Saussure las escuchó de profesores
argentinos en la escuela secundaria. Acá descubrió su interés por la justicia
social en la enorme biblioteca paterna. Tenía sólo 13 años, muchas ganas de
cambiar las injusticias que rodeaban su mundo y decidió estudiar ruso porque
entonces le gustaba el comunismo. De formación multidisciplinaria en las
ciencias sociales –sociología, filosofía, economía y ciencia política–, esa
mujer no quedó encadenada a ninguna coraza teórica. Hacia fines de la década
del ’60 continuó su periplo por Roma y Francia, hasta que en 1969 optó por
quedarse en Estados Unidos. La perfecta nómada nunca puede estar quieta; de un
tiempo a esta parte vive entre Nueva York y Londres. Aunque habla cinco
lenguas, suele aclarar que lo hace a su manera, habitando la lengua como zona de
experimentación. A su intensa vida académica hay que añadir su rol de
intelectual pública y su destreza en la comunicación de su pensamiento cuando
arroja tentadores titulares: “Nos hemos vuelto consumidores de todo, de nuestra
democracia, de nuestra ciudadanía”.
El
año pasado estuvo en la Argentina, invitada por el Programa Lectura Mundi de la
Universidad de San Martín (Unsam). “El Estado nacional es la construcción
social más compleja, capaz de manejar lógicas muy diversas y es un actor clave
de las transformaciones actuales –advirtió–. Hay componentes que se
desnacionalizan porque se vinculan directamente con la economía global. La
cuestión es pensar la posibilidad de ese internacionalismo del Estado desde
otro lugar, es decir, no sólo impulsado por las finanzas.” A Sassen le importa
el “espacio subjetivo” que los actores no formales experimentan a través de las
tecnologías. “Un militante de derechos humanos que está en un pequeño pueblo,
que milita incluso arriesgando la vida, tal vez no sepa usar las tecnologías en
el sentido clásico, pero esas tecnologías le provocan una sensación importante:
sabe que no está solo. Esta es otra función que no es lo que solemos llamar
comunicación.” A este tipo de actores los denomina “actores globales no
cosmopolitas”, que son “fundamentales para pensar lo global de otra manera”. Lo
que ocurrió en plaza Tahrir, en Egipto, fue “muy mal interpretado en Estados
Unidos”, donde ligeramente etiquetaron los hechos como “la revolución
Facebook”. “Ahí la comunicación empieza por los barrios marginales que tienen
una estructura urbana, material, muy diferente a lo que son los suburbios
estadounidenses. Es esa estructura de comunicación vecinal la que cuando se
junta con Twitter y Facebook genera una convocatoria impresionante. Pero es
ridículo obviar esa dimensión territorial”, explicó la socióloga.
La calle es el espacio ideal, ha planteado, para promover el cambio
social. La socióloga afirmó que los movimientos callejeros “se han convertido
en espacios para hacer política y están haciendo historia”. Alguien escribió en
Twitter: “Matar a Saskia Sassen y pretender que parezca un accidente”. No se
traumatizó por el anónimo ni ha dejado de hacer lo que siempre hizo: ir más
allá de las categorías dominantes, hurgar en lo que queda en penumbras.
"Tanto España como Italia tienen economías fuertes y las nuevas políticas
que se están aplicando, que privilegian la renta ( frente a la estabilidad)
financiera, las están destruyendo. Y eso va a ser difícil de recuperar, ya que
la construcción de esas empresas y el desarrollo de un producto de alta calidad
ha costado generaciones".
***
SASKIA SASSEN,
SOCIOLOGÍA DE LOS EXPULSADOS.
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España. Cuarto Poder.
Domingo 19 de mayo del 2013.
Elvira Huelbes.
Llámenme ingenua pero la Fundación Príncipe de Asturias lleva
dos años sorprendiéndome con sus premios a las Ciencias Sociales. Este año ha sido para Saskia Sassen (La Haya, 1949). ¿Se ha visto conquistado el
corazón del jurado por las razones que impelen a la gente a ocupar la calle
para protestar? Porque ese es uno de los campos de estudio preferidos por la Socióloga holandesa.
Para Sassen, hace falta una nueva lucha de clases, toda vez
que el nuevo orden de cosas, creado por la severidad que imponen los negocios
financieros al resto de la economía, ha destruido el tejido social que había
nacido de la bonanza económica, para favorecer el bien común. “La austeridad es el equivalente
económico de la limpieza étnica”, ha dicho.
Es el sector financiero el que debe sufrir una política de
austeridad. Así que no se trata de una lucha de clases a lo marxista, porque
todo parecido con la realidad de la industrialización es pura coincidencia. Es
otra lucha de clases y deberá librarse con armas nuevas pero lo más
contundentes posible.
Como decía, a lo mejor no es casualidad que el premio haya
recaído en una mujer por segundo año consecutivo. Martha Nussbaum, la filósofa premiada el pasado año,
reflexiona sobre la fragilidad del bien –un importante libro que en España
publicó Visor, en 1995, Fortuna
y ética en la tragedia y la filosofía griega-, desde el punto de
vista de la ética clásica. Otro de sus libros traducidos, Sin fines de lucro. Por qué la
democracia necesita de las humanidades (Katz, 2010) resulta
orientativo de por dónde va esta pensadora.
Nadie se extraña de que se premie a dos y hasta a 20 hombres
consecutivos, pero llama la atención el caso contrario. Por algo será. La
interminable –por más que se la dé por acabada- lucha feminista sirve para
plantearse, entre otras cosas, problemas de economía. Preguntas sobre las
causas de que sean mujeres las más desfavorecidas por el sistema, y con ellas,
sus proles. Análisis sobre el crecimiento y el progreso: hacia dónde se va y
para qué; crucial en la larga agonía que estamos padeciendo.
Para Sassen, los sin poder pueden hacer historia, un asunto en
el que se encuentra trabajando la socióloga. Ejemplo del 15-M: no lograron el
poder –tampoco lo buscan- pero la percepción de la calle cambió para siempre.
Sassen piensa que el actor decisivo de la época que vivimos
son las finanzas. Que no consisten en un elemento sino en una lógica que se
desembaraza de lo que le estorba, no importa que lo que estorba sean seres
humanos, para ir restringiendo el espacio de la economía, de la supervivencia.
Hay una clara diferencia entre la actividad de la banca tradicional –vende
dinero que tiene- y la de las grandes finanzas actuales –venden dinero que no
tienen- con sus nefastas consecuencias conocidas.
Sassen, como el llorado Judt de Algo va mal (Taurus, 20 10), ya veía en los años 80
cómo se estaba preparando la devastación actual: los activos financieros
mundiales se cifraban en 2008 en una cantidad que superaba diez veces la suma
del PIB del mundo, China incluida. ¿Quién se queda la diferencia de esos
activos que no son más que dinero virtual? Nadie los tiene, no existen; pero
los excluidos a los que el juego financiero ha enviado a la calle sí son
reales.
Sassen sostiene que en un mundo globalizado la importancia de
las pequeñas economías y las economías tradicionales es esencial para evitar
los movimientos migratorios masivos que están desdibujando la variedad cultural
del mundo. Por eso, investiga la compra masiva de millones de hectáreas en
países subdesarrollados por parte de las firmas financieras. Muchas,
desconocidas. Compran para hacer negocio y con ello, barren de sus campos a los
granjeros locales y a las pequeñas poblaciones de gente que acaba sus vidas
como desplazados –ella dice “expulsados”-,
miserablemente. Un ejemplo es la tierra que ha comprado China en Zambia para cultivar palma.
Los sin poder –cada vez somos más-, han elegido como
territorio el espacio urbano, con sus enormes complejidades crecientes. En sus
libros, se pregunta Sassen cuáles son las capacidades urbanas, en qué
consisten, así como las estrategias que propicia la ciudad global, un término
acuñado por ella y que se refiere a lo que otros llaman mega-ciudades, ciudades
que contienen muchas ciudades, diferencias económicas, raciales, religiosas,
etc.
La ciudad, para ella, tiene capacidad de producir un total
que es más que la suma de las partes: un grupo de gente sin poder ni deseo de
acapararlo puede unirse para lanzar un mensaje de solidaridad y de exigencia
democrática. Ocupar el territorio es más eficaz que la mera difusión de la cosa
por las redes sociales, un tanto alimentadas de público cautivo. Sassen propone
en su trabajo que los sin poder surgidos de la conciencia de la ocupación de la
calle sean capaces progresivamente –estas cosas toman su tiempo- de hacerse con
los asuntos políticos y los asuntos económicos: “Ocupar
la economía”, dice. Su próximo libro: Expulsiones. Habrá que seguir leyendo.
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