THOMAS GRIESA.
Un Juez norteamericano y el gobierno del sr. Macri, ponen a la Argentina de “rodillas”
ante el capital buitre.- El juez marca los tiempos del
Congreso. Definió el levantamiento de la cautelar, pero en forma condicionada. La
propuesta argentina fue aceptada por Thomas Griesa pero será efectiva luego de
que el Congreso derogue las leyes Cerrojo y Pago Soberano. También insistió en
que el pago a los buitres que aceptaron la oferta debe concretarse antes del 14
de abril.
El juez Thomas Griesa accedió
ayer a la solicitud argentina de levantar las medidas cautelares
que impiden al país pagarles a los bonistas reestructurados. Pero condicionada.
Esta medida se conoció luego de la audiencia celebrada el día anterior en la
que los fondos buitre exigieron un plazo de 30 días adicionales. De todos
modos, Griesa ratificó que la condición para levantar la cautelar es que el
Congreso derogue la Ley de Pago Soberano y la Ley Cerrojo y que pague hasta el
14 de abril a todos los holdouts que ya llegaron a un acuerdo. En tanto,
durante la jornada de ayer se conformaron las comisiones de Presupuesto y
Hacienda y de Finanzas donde se discutirán los proyectos de ley del oficialismo
que buscan derogar ambas normas. El Poder Ejecutivo enviará a primera hora de
hoy esas normas para pagar a los buitres. Una vez ingresado, los diputados
convocarán para mañana o más tardar el lunes próximo a los funcionarios del
equipo económico para que expongan el detalle de la negociación.
El
Gobierno alcanzó un acuerdo con los fondos buitre más duros para entregarles
4653 millones de dólares en efectivo antes el 14 de abril próximo, sin quita de
capital y con una pequeña rebaja en los punitorios judiciales. Ese acuerdo
alcanza al 75 por ciento del monto demandado, que se extiende al 85 por ciento
si se suman los pactados con inversores más pequeños. El dinero provendrá de
una colocación de deuda de 15.000 millones de dólares, pero para ello se
necesita que Griesa levante las cautelares que impiden la colocación de bonos y
el pago a los tenedores. La audiencia de anteayer se focalizó en convencer al
juez de levantar esas restricciones sobre la cláusula pari passu, que obliga al
país a pagar en el mismo momento a los que ingresaron al canje y a los que no
aceptaron.
“Las circunstancias han cambiado tan significativamente como para volver
las órdenes injustas y en detrimento del interés público”, indicó el juez
en un escueto texto, en el que ratifica que la condición es que el país derogue
las leyes que obstaculizan un acuerdo con los fondos y que pague a los
acreedores que hayan aceptado hasta el 29 de febrero la generosa oferta del
gobierno. La decisión rechaza el pedido de 30 días de plazo que esgrimió el
fondo NML de Paul Singer para que holdouts más pequeños puedan seguir
negociando. Se abre un período de apelaciones de 48 horas para elevarlo a la
Cámara Nueva York. Cristian Carrillo.- Página /12 jueves 3 de marzo del 2016.
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GOBIERNO DE
ARGENTINA SE RINDE A LA EXTORSIÓN DE LOS FONDOS BUITRES.
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Axel
Kicillof.
Página
/12 miércoles 2 de marzo del 2016.
Sabemos ya que el gobierno de Macri ofreció a los fondos
buitre mejores condiciones que las que los mismos buitres ofrecieron al
gobierno de Cristina. Incluso se ha conocido que Macri quiere pagarle a algunos
fondos, como el caso de Dart, el 100 por ciento de lo que reclamaban a Griesa.
¡Así es fácil llegar a un “acuerdo”! La negociación no fue agresiva, todo lo
contrario, y esto se debe a la urgencia por arreglar a cualquier costo. La
desesperación no es, ni en éste ni en ningún caso, una buena estrategia de
negociación.
Ahora la extorsión se traslada al Congreso. Al juez
Griesa ya no le basta con extorsionar al Poder Ejecutivo sino que pretende
ordenar al Congreso de la Nación las leyes que tiene que derogar o promulgar
para pagarle a un puñado de especuladores en mejores condiciones que las que
aceptó el 93 por ciento de acreedores de buena fe. Concretamente, los fondos
buitre pagaron 25 centavos por dólar y ahora piden 4 dólares. El 93 por ciento,
en cambio, aceptó recibir 30 centavos por cada dólar, lo que terminó siendo un
buen negocio porque Argentina creció ininterrumpidamente en la última década y
pudo pagar todos los vencimientos acordados como nunca antes en su historia.
¿Cuál es el monto total del autodenominado “acuerdo” de
Macri y cuál la ganancia de los fondos buitre? Todavía no conocemos el dato
exacto. Lo que sí sabemos es que Macri ofreció a los fondos buitre dinero en
efectivo. ¿Cómo planea conseguir estos fondos? Endeudándose por una cifra de 15.000
o 20.000 millones de dólares. Llegamos así a la siguiente conclusión: de manera
encubierta, el gobierno de Macri está pidiendo al Congreso la autorización para
realizar una de las operaciones de deuda más formidables de toda nuestra
historia, sólo comparable con los tristemente célebres “megacanje” y
“blindaje”. Además, según Clarín, los beneficiarios de este negocio serán los
“sospechosos de siempre”: HSBC, JP Morgan, Santander, Deutsche, BBVA, Citi y
UBS. Son los mismos bancos que le “prestaron” 5000 millones de dólares al BCRA
hace pocos días. Lo que no se menciona es que para conseguir ese también
autodenominado “crédito” el BCRA tuvo que poner como garantía 12.000 millones
de dólares, es decir, más del doble. En resumen, en poco menos de 3 meses Macri
va a endeudar al país en 20.000 o 25.000 millones de dólares, una cifra que
supera las reservas internacionales en poder del Banco Central.
Para tener una idea de la inequidad (¿o de la
ilegalidad?) que implica lo quieren presentar como un acuerdo que genera entre
el 93 por ciento que apostó por la Argentina y el 7 por ciento que decidió
especular e ir a juicio contra nuestro país, baste decir que nos vamos a
endeudar para pagarle a ese 7 por ciento ¡en un valor que equivale a la mitad
de la deuda que se le reconoció al restante 93! Así como se lee: el 7 por
ciento de los acreedores se llevarán una suma que equivale al 50 por ciento de
lo que se les reconoció al 93 por ciento de los acreedores. Esta “exitosa
negociación” no es otra cosa que “hacer lo que dice Griesa y pagar”, calladito
y contante y sonante.
El arreglo de Macri con los buitres contrabandea entonces
una operación de endeudamiento gigantesca, cuyos detalles financieros y
“comisiones” tampoco conocemos. Recordemos que la Corte Suprema acaba de
confirmar el procesamiento del actual presidente del BCRA por las comisiones
que se pagaron en el megacanje. La ganancia de los bancos va a ser doble: por
un lado, las comisiones por emitir esos 20.000 millones, que si fueran del 2
por ciento significan nada menos que 400 millones. Pero, además, seguramente el
precio de los bonos probablemente crezca no bien se anuncie el acuerdo.
Si mejoran los bonos en un 4 o 6 por ciento, la ganancia
de los bancos puede llegar a 1000 millones adicionales. Lo que encubre esta
inaceptable extorsión sobre el Congreso de la Nación para que derogue las leyes
que exige un juez norteamericano (Griesa) es un posible negociado que podría
llegar a 1400 millones de dólares.
Pero hay otros elementos centrales que aún se desconocen sobre
el acuerdo. En primer lugar,
mientras a Argentina se le pide derogar sus leyes, el juez Griesa va a
“suspender” su orden, lo que no implica dejar sin efecto la sentencia sobre el pari passu ni garantizar que no queden más
buitres sin entrar al acuerdo. El riesgo es, entonces, que nuevos fondos buitre
repitan el reclamo y nuevamente impidan el cobro de los bonos. Si no se
garantiza un acuerdo con el total de los “holdouts”, más adelante, un solo
bonista con un solo bono puede llevarnos a la misma situación. Que no nos
extrañe que sea el mismo Paul Singer o algún otro camuflado con otras plumas
que vuelve al ataque.
En segundo lugar, si a los fondos buitre se les paga 10 veces más que al
93 por ciento de los acreedores, no sería extraño que en el futuro sean estos
últimos los que reclamen un trato igualitario. Y tampoco sería extraño que los
bonistas encuentren un juez que les dé la razón, incluso con mejor criterio que
Griesa. Entonces lo que parece una solución se transformará en un problema
inmenso. Ni Macri ni sus abogados han hecho nada para garantizar que este
“acuerdo” no genere riesgos legales futuros para la Argentina. Total, el
problema vendrá después... del enorme endeudamiento.
Por último, si Argentina avanzara por esta opción estaría quedando aislada del
mundo. Sí, así como se escucha: la misma fuerza política que denunció durante
años que las políticas del kirchnerismo nos “aislaban del mundo” son hoy las
que encabezan una operación de endeudamiento que contradice los principios de
reestructuración de deudas soberanas. Estos principios recibieron el apoyo de
136 países en el pleno de las Naciones Unidas, y fueron declarados de Orden
Público mediante la ley N° 27.207. En particular, cabe recordar uno de los
Principios fundamentales de la ONU, el Principio 5 de Trato Equitativo “impone
a los Estados la obligación de abstenerse de discriminar arbitrariamente a los
acreedores” y que cualquier arreglo individual “garantice la igualdad entre los
acreedores y sea examinada por todos los acreedores”.
El apuro por “acordar” deriva de que todo el plan
económico de Cambiemos parece basarse en el endeudamiento externo. Y derogar la
ley de Pago Soberano es un paso clave para abrir esa puerta que nuestro país
nunca tiene que volver a abrir. El inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento,
que comenzó con 5000 millones de dólares del BCRA y sigue con la emisión de 15
o 20.000 millones de dólares que nunca ingresarán a nuestro país y que irán a
alimentar a estos carroñeros internacionales que son los fondos buitre. No sólo
se violan así los principios en materia de deuda soberana de la ONU y se
generan riesgos legales incalculables para el futuro, sino que es un retorno a
los mismos errores que en el pasado condujeron a la Argentina a
su peor crisis económica, política y social. De desarrollo, inclusión o pobreza
cero, ni hablar.
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