Mientras haya trabajadores explotados, asalariados,
habrá un Sindicato, como organización de defensa y protección de sus derechos
sociales y reivindicaciones laborales.
Actualmente, si existe crisis estructural en el Sindicalismo, pero no es una crisis final, pero en la actual coyuntura
en un Mundo Multipolar, si es posible recuperar los Sindicatos, como escuelas
de lucha de los trabajadores en defensa de sus derechos sociales y
reivindicaciones laborales. La recuperación de los Sindicatos solo será
posible, mediante un proceso muy doloroso, profundo, amplio e institucional de
transformación social y política estructural. Hoy los actores sociales – los sujetos sociales principales – en los
tiempos de la globalización neoliberal, tiempos de las empresas y corporaciones
transnacionales, del capital corporativo global, son totalmente distintos de
los trabajadores, de los obreros de los tiempos de vigencia y “florecimiento”
sindical del siglo XX. En principio son
trabajadores contratados en diferentes formas y modelos, propios de las políticas impuestas de la llamada flexibilización
laboral o desregulación del mercado del trabajo – eliminación total de los
derechos de los trabajadores – escenario social absolutamente diferente –
sumado a ello continua la gran separación entre lo social y lo político _
mundos extrapolados que generan graves daños no solo en el ámbito
social-laboral – gremial sindical – sino también en el Político. Los cambios
estructurales -. Una verdadera
revolución social en el interior del movimiento sindical, sembrará las
semillas, las bases para trabajar en perspectiva de reconstruir el movimiento
sindical, asumiendo las grandes lecciones de la Historia – nacimiento y origen,
organización y lucha, reconocimiento de
derechos y vigencia de los mismos – para trabajar – limpiando desde los
principios de la Política Sindical, y trabajar asumiendo CONFIANZA personal, social e institucional, es importante para dar los “primeros
pasos” en perspectiva de que SÏ es posible recuperar los Sindicatos y el
Sindicalismo.
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Años de militancia en el Sindicalismo Clasista, años de pertenencia a una Ciudadanía Política, Socialista y Democrática. Participó activamente en la fundación del glorioso SUTEP, en docencia en Juliaca y El Imperial, Cañete. (Lima) y como Docente Universitario Agustino fue fundador del SUDUNSA y Secretario General, organización sindical del docente agustino y fundador como Delegado Nacional de la FENDUP. Ha investigado y escrito varios libros sobre el Sindicalismo y el origen de la clase obrera en Arequipa, el movimiento sindical peruano y latinoamericano en el siglo XX.
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SINDICALISMO EN
AMÉRICA LATINA.
Es posible recuperar
el Sindicalismo o su crisis es final, final?.
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Dr. Pablo Raúl Fernández
Llerena.
Sociólogo. Politólogo.
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“Hay hombres que luchan un día
y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan
muchos años y son muy buenos, pero hay los que luchan toda la vida esos son los
imprescindibles”. B.B.-
“Los sindicatos, como el SUTEP, son como un inmenso Jardín de flores,
donde existen flores de todos los colores, menos las amarillas. Y las flores rojas
son la gran mayoría”. Horacio.
El sindicalismo en América latina ha sido y es actualmente fuertemente golpeado desde el Poder por las
políticas neoliberales, la flexibilización laboral o desregulación del mercado
del trabajo, sigue vigente y continúan siendo arrasados algunos de los derechos
sociales que aún se mantienen, pero además también ha contribuido a esta crisis
del sindicalismo, otras características centrales, internas en una visión
panorámica del Sindicalismo en el siglo XXI. La clase obrera, no es la misma
del siglo XX – el “viejo” desarrollo del capitalismo industrial, que viene
desde el siglo XVII hasta el siglo XX (finales
de los 30 años de oro del capitalismo en Europa, 1970-1980), basado en la
ocupación de millones de fuerza de trabajo ha sido sustituido, por una “élite”
profesional – trabajadores altamente calificados, propios para un capitalismo
globalizado financiero especulativo (bancos, bolsas, aseguradoras y en los últimos
tiempos Malls y trabajadores para la explotación de los Commodities); al obrero
sindicalizado del siglo XX, con derechos sociales, laborales, las políticas
neoliberales de flexibilización laboral, lo remplazó, lo ha sustituido con el “nuevo esclavo asalariado del siglo XXI”,
contratado con infinidad de formas y sin derechos sociales y laborales.
Además, la crisis del
sindicalismo está en el mismo escenario de la crisis de las Instituciones
fundadas, fortalecidas, post Segunda Guerra Mundial – propias para un escenario
del capitalismo industrial, tiempos históricos y políticos de la Guerra Fría, en un mundo Bipolar,
Socialismo, capitalismo, tiempos de las empresas y corporaciones multinacionales
– Instituciones fortalecidas, consolidadas (en especial el Sindicato) en tiempos
de los 30 años de “oro del capitalismo,
la Democracia Liberal y el Estado de bienestar, necesario es recordar las
graves interrogantes formuladas, por los “Líderes” Políticos del
neoliberalismo, en los inicios de la década del 80’, cuando, no sólo el Estado
y su modelo eran el gran problema, sino que había que atacar frontalmente el Poder Sindical, conseguido en grandes
jornadas de lucha, derechos y reivindicaciones sociales reconocidas y vigentes
en los tiempos del Estado de Bienestar, tiempos del más grande aporte político
que Europa, nos regaló al mundo con la Democracia y los Derechos Laborales, derechos
también respaldados por gobiernos social-demócratas y socialistas en Europa, en
un escenario europeo-norteamericano, en tiempos de la guerra fría y de pleno
avance del socialismo y los Movimientos de Liberación Nacional a nivel mundial,
igualmente es importante sumar a ello la
crisis estructural de la ideología y la política de Izquierda Socialista,
vigente en los tiempos de La Caída del
Muro de Berlín y el fin del Socialismo realmente NO existente.
Obviamente si miramos no
solamente el escenario múltiple, donde
nace, se reproduce y entra en crisis el Sindicalismo, nos permite una
mirada dialéctica hacia un escenario que entra en crisis lo social con lo político, se
produce un rompimiento – fractura social incurable hasta hoy – generando una
separación, distanciamiento o rompimiento entre el Partido Político y la Organización Sindical. Tiempos de la
globalización neoliberal vigencia de las Políticas
del Consenso de Washington, la agresión neoliberal es feroz contra el
movimiento sindical, acosado, acorralado desde distintos frentes: las políticas
neoliberales, la crisis de la ideología y la política socialista, el
oportunismo y los “viejos” modelos asistencialistas, burocráticos, la represión
y despidos de la dirigencia y principalmente la crisis sobre el Proyecto
Histórico Revolucionario del Proletariado. Se
agudiza la crisis en los partidos políticos de la Izquierda Tradicional, Histórica.
Crisis del
sindicalismo clasista. (In)surgen los Movimientos Sociales anti-globalización, y en los últimos tiempos
los Movimientos Sociales – miles de conflictos sociales, (ambientales,
culturales, servicios públicos, laborales, etc.) principalmente como respuesta
de los pueblos en defensa de su Patrimonio
Histórico Territorial (recursos naturales, biodiversidad, conocimientos
ancestrales, etc.)- golpearon fuertemente, en un escenario profundamente
político – el escenario de escenarios de las clases y la lucha de clases –
vigente, opuesto y cada vez más radical, que violentó las estructuras internas
del Sindicalismo, no entendidas por sus dirigentes – lectura muy vacía, pobre y
desesperada ante la arremetida neoliberal – sacudidas desde su raíz o por las políticas neoliberales o el propio
impacto, dinamismo y multitud de los movimientos sociales.
En la coyuntura actual, los sindicatos, el sindicalismo, los trabajadores
sindicalizados – básicamente están
sobreviviendo en los sectores públicos
(Maestros, Docentes Universitarios, Empleados Públicos, etc. ), en el sector privado, se mantienen en algunas grandes empresas, pero el grueso
de los trabajadores está en la pequeña y Micro empresa, donde el sindicalismo
está totalmente ausente, por la propia naturaleza de contratado del trabajador
y trabajo de sobrevivencia. El
sindicalismo está ingresando en un proceso interno de cambio total
institucional (nueva dirigencia – lideres propios, cero corrupción, cero
reelección y “cero” política sindical, - cuidado con el amarillaje sindical-)
su objetivo central es recuperar la CONFIANZA
del trabajador, del sindicalizado – como fue ayer – en su Organización, en la
Política Sindical y avanzar con un Nuevo Capital Político Sindical, (los
actores sociales del siglo XXI, son totalmente diferentes a los del siglo XX), Nuevo Capital Democrático Sindical (el
sindicalismo clasista de la historia) traerlo, actualizarlo, enriquecerlo, desarrollarlo,
pero con un “lenguaje” propio del siglo
XXI, sin abandonar, sin salir de la “estructura histórica” de la Ideología
y la Política de clase, propia de la clase trabajadora, Construir este nuevo
escenario “sindical
de clase” es sumamente difícil, riesgoso,
representa un verdadero desafío y compromiso para la Dirigencia, para la
Organización y básicamente para los propios trabajadores. Confianza, Democracia
Interna, Comunicación permanente, Participación popular, trabajar para forjar
la Unidad Sindical – luchando en el
camino contra todas formas, prácticas
visibles e invisibles de corrupción – hoy representa un compromiso de alta
responsabilidad sindical – que muy pocos están decididos a jugársela –Los despidos, el
oportunismo, el burocratismo y la traición están sustituyendo a los antiguos
principios del Sindicalismo.
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