SOCIOLOGIA POLÍTICA. PERU 2018. AÑO DE PROFUNDA CRISIS DE CORRUPCIÓN
POLÍTICA, JUDICIAL E INSTITUCIONAL. AÑO TURBULENTO, PERO TAMBIÉN AÑO DE
ESPERANZAS. Fracaso total de la DEMOCRACIA
TECNOCRÁTICA. “NUEVO GOBIERNO”: VIZCARRA lucha frontal contra la CORRUPCIÓN, “salvación” del Modelo
Neoliberal y la propia Democracia Electoral. LA SOCIEDAD CIVIL, REAL, desde la invisibilizada – hasta hoy - “DEMOCRACIA ASOCIACIONISTA” propia de
los pueblos del PERÚ PROFUNDO,
histórica en las raíces Culturales de las COMUNIDADES de los PÙEBLOS
ORIGINARIOS, activada en un PERÚ de
todas las SANGRES, un PERÚ NUEVO en un MUNDO NUEVO.
LA COMUNICACIÓN DIRECTA,
asume con fuerza, coraje y unidad, la realidad de sus principales problemas
locales, motoriza la Participación
Ciudadana, camino hacia la recuperación de la CONFIANZA y la forja de CIUDADANÍA, la construcción social, cultural y política de NUEVOS LÍDERES, - ante el fracaso y traición de los
“viejos” líderes políticos – Los CIUDADANOS
(AS) del PERÚ apostamos y luchamos desde la calle y las plazas públicas,
por el Derecho al Futuro, por un PERÚ
NUEVO, en NUESTRA AMÉRICA, la PATRIA GRANDE. Analizamos, los siguientes
acontecimientos nacionales. Aportes.
1.- LA CRISIS POLÍTICA,
la renuncia de PPK. Prepotencia,
odio y abuso desde el Congreso. “Apogeo” y crisis final del fujimorismo.
Movimiento clientelista y asistencialista. Fracaso absoluto del gobierno de los
LOBBIES y su Democracia de Mercado. La CRISIS
POLÍTICA, una mirada nacional y su proceso de destrucción estructural.
2.- LA CORRUPCIÓN
en vivo y en directo. Política, Judicial, CNM, Regional, Municipal. ODEBRECHT y
el financiamiento Electoral. Primera parte. TODOS los políticos capturados por
la CORRUPCIÓN. Extraordinario Nueva
Generación de Jueces y Fiscales.
3.- “NUEVO GOBIERNO” PRESIDENTE VIZCARRA, la lucha frontal contra la CORRUPCIÓN. “SALVAR” el modelo
neoliberal – asfixiado. EL REFERENDUM y
el Triunfo Político de Vizcarra. Los “viejos” caudillos, pillos y corruptos se
hunden.
4.- LA SOCIEDAD CIVIL, la COMUNICACIÓN DIRECTA –
activa la Participación Ciudadana, llega por primera vez a las raíces de
la Histórica Democracia ASOCIACIONISTA”,
cimientos de una Nueva CIUDADANÍA, sobre la base de la recuperación de la
CONFIANZA SOCIAL, movilizando Colectivos Sociales, Gremios, Sindicatos,
Colegios Profesionales, Universidades. Medios de Comunicación, etc. El Poder
Local, cimiento y base de la NUEVA
DEMOCRACIA DIRECTA – la Democracia del pueblo – y la construcción social,
cultural y política de los NUEVOS
LÍDERES COMUNITARIOS.
5.- LAS REFORMAS INCONCLUSAS. Apoyamos las Reformas POLÍTICA Y JUDICIAL – Pero el
Perú y los 32 millones de Población, no “somos cojos”, siempre, aunque deforme
hemos tenido una MESA con 4 patas. FALTA
las 2 REFORMAS más importantes – que tocan las raíces podridas del modelo
neoliberal – EDUCACIÓN Y SALUD. Un PERÚ
educado e informado y un PERÚ sin TBC y
sin ANEMIA- (el inicio)
6.- LA CRISIS HUMANITARIA
Y su Visión LATINOAMERICANA. América
latina, la Desigualdad Económico-Social, la violencia e inseguridad de sus
Ciudades, continente de población más joven, pero de más FEMINICIDIOS en el mundo, Continente de mayor CORRUPCIÓN. Sumar, Secuestro y
asesinato de Dirigentes Populares, MAESTROS,
PERIODISTAS y JUVENTUD. Pablo Raúl, sábado 29 de
diciembre del 2018.
/////
“Hay
hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son
mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay los que
luchan toda la vida esos son los imprescindibles”. B.B.
***
“Para
todos los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”
***
Luchemos juntos, todos, construyendo un PERÚ NUEVO, en NUESTRA AMÉRICA, la PATRIA GRANDE.
DR. Pablo Raúl Fernández LLerena.
Sociólogo. Comunicador.
LOS RUMBOS DE LA POLÍTICA EN
NUESTRA AMÉRICA.
*****
Julio C. Gambina.
ALAI. América Latina en Movimiento.
Miércoles 2 de enero del 2019.
México y Brasil tienen nuevos gobiernos y
animan el debate del rumbo de la región, con Cuba cumpliendo 60 años de
revolución contra el orden capitalista. ¿Cambios reformistas, reaccionarios o
revolucionarios para la región?
Venezuela y Nicaragua están en el centro de la ofensiva de la OEA, es decir, de EEUU y los gobiernos afines del continente, los que predican el
libre comercio, aun contra la diatriba discursiva proteccionista desde
Washington.
Bolivia encara un tiempo electoral en donde se discute el
proceso de cambio inaugurado en 2006.
Gobiernos de derecha y “pro mercado” se afianzan en varios de
los países en la región, incluso algunos de los que protagonizaron la oleada
reformista.
Nuestramérica está convulsionada y en debate, no solo
por sus procesos nacionales y/o regionales, que involucra el proceso de
integración o de desintegración, sino por lo acontece en el mundo,
especialmente con Donald Trump en el
gobierno de EEUU y su política “nacionalista”
con tasas de interés en alza.
Una política exterior estadounidense que en lógica imperial se
extiende sobre todo el continente y por ende recela de la presencia de China, de creciente peso comercial,
económico, y financiero en la región.
El marco de los debates sobre el rumbo ocurre en
momentos de crecimiento pobre de la
economía mundial, con desaceleración de la evolución económica regional,
afectando derechos económicos sociales ganados con luchas históricas de los
pueblos.
Lo que está en juego es la cotidianeidad y la satisfacción de las amplias necesidades de la
sociedad y por eso nos interesa discutir hacia dónde vamos en la construcción
del orden económico y social.
Tal como señalábamos al comienzo nos interrogamos
si es este un tiempo de reformas como supone el nuevo gobierno mexicano; de contra reformas sugeridas con la
asunción del gobierno brasileño; o de confirmación de perspectivas que emanan
de los 60 años de revolución en Cuba.
¿Hacia dónde va Nuestramérica?.
El cambio de siglo, del XX al XXI, estimuló el debate y nuevos
procesos emergieron discutiendo la tradición conservadora por décadas,
especialmente el consenso neoliberal desde los 80 del siglo pasado.
La novedad era el horizonte socialista que amplió la solitaria
experiencia anticapitalista y por el socialismo expresada por Cuba desde 1959/61.
En el lenguaje
político apareció el horizonte del socialismo del siglo XXI en Venezuela, o el socialismo comunitario en Bolivia; junto a
caracterizaciones constitucionales por el Vivir Bien o el Buen Vivir, en Bolivia y Ecuador respectivamente.
También emergieron propuestas de distribución del
ingreso compatibles con procesos de integración novedosa, que incluyeron
propuestas inconclusas de una Nueva
Arquitectura Financiera, e incluso mecanismos de cooperación para renovados
proyectos productivos y de desarrollo en ámbitos que esperan mejor oportunidad
para su concreción, especialmente en materia alimentaria o energética.
Nuestramérica apareció como una identidad que recuperaba una
perspectiva emancipadora por más de doscientos años y con capacidad para
interactuar con la tradición ancestral de los pueblos originarios.
Por eso destacamos la experiencia que incluyó la emergencia de nuevos sujetos que
visibilizaron la complejidad de la lucha
social, política y cultural de nuestro tiempo.
Destaca en ese sentido el movimiento originario, indígena y campesino, de larga trayectoria
en la confrontación civilizatoria, especialmente en los países andinos,
ampliando la territorialidad de la lucha indígena y constituyéndose en fenómeno
visible de carácter continental y global desde el proceso de cambio político boliviano desde 2006.
En ese orden surge a la consideración social la lucha de las mujeres y el movimiento feminista en sus diversas corrientes y
acepciones, con reivindicaciones por la igualdad
de género y en contra de toda discriminación
sexual. El movimiento adquirió una dimensión cultural que atravesó a toda la
sociedad gestando un salto en la socialización de una reivindicación que
aparecía de minoría y particular para transformarse en social y general.
Del mismo modo adquiere relevancia la lucha ambiental
y en defensa de los bienes comunes, contra el modelo productivo y de
desarrollo que afecta y depreda a la Naturaleza
y la condición de la vida sobre el
planeta, e involucra las consideraciones sobre el hábitat, la urbanización y la colonización y subordinación al capitalismo y al consumismo de la
vida cotidiana, en el campo y la ciudad.
La complejidad de la lucha social, política, económica y cultural
diversificó la tradición de la confrontación
de clases, de la contradicción entre el capital y el trabajo, para adquirir desde allí otras y articuladas
dimensiones que desafiaron el orden vigente, componiendo una nueva singularidad
al conflicto social y la lucha de
clases.
Mirando el panorama actual, la revolución continúa siendo un
sueño eterno, parafraseando a Andrés
Rivera, el escritor que recuperaba las expectativas a comienzos del Siglo
XIX, en Haití o Sudamérica, y que
nosotros proyectamos en los procesos vividos en 1959 en Cuba, en 1979 en Nicaragua, y con matices y especificidades
en tiempos recientes en todo el continente.
Un sueño que se funde con diversas expectativas por
reformas sociales, las que alimentan
un debate de época sobre reforma y
revolución, e incluso de contra reforma, y nos convoca a resolver el
interrogante sobre el presente y el futuro del rumbo en la región
latinoamericana y caribeña.
¿Es posible la lucha por la igualdad bajo el capitalismo?
Más allá de la revolución
o las revoluciones, el Siglo XXI generó expectativas de distribución del ingreso y satisfacción
de necesidades de los sectores más vulnerables.
Desde la CEPAL se fundamentaron indicadores socioeconómicos que
daban cuenta de una mejora en la distribución del ingreso, pero no
necesariamente de la riqueza. La ilusión
de la reforma del capitalismo ganó espacio en la política y anima nuevas y
renovadas ilusiones para repetir la experiencia, más allá del accionar
reaccionario de los sectores hegemónicos y dominantes.
La política social masiva apareció en escena y morigeró los efectos
más nocivos de la concentración de
ingresos y riqueza. Se trató de una política social masiva que trascendió
procesos nacionales del “giro a la
izquierda” y que se generalizaron más allá de la orientación de derecha o
de izquierda de los gobiernos.
Es más, en plena ofensiva actual de las derechas, la masividad de la política social no
mengua, sino que se amplía en la perspectiva de contener el conflicto social.
Bajo esas condiciones de articulación de una
perspectiva de reforma y revolución, los
tiempos de revancha y contra reforma no se hicieron esperar y la hegemonía
política conservadora y tradicional disputó el consenso de la sociedad.
Lo hizo con golpes
blandos, apoyados por Parlamentos o
sistemas judiciales, o electoralmente
por la vía de la manipulación mediática.
Para esto se empleó a los tradicionales medios de comunicación, monopólicos, privados o públicos, junto
a nuevas redes
sociales emergentes, permeadas por una religiosidad e ideología
individualista del “sálvese quien
pueda”, funcional a la lógica de la dominación capitalista, con eje en la
seguridad personal.
El orden capitalista busca así la normalidad de su funcionamiento, es
decir, de la ganancia y la acumulación,
alejando la realidad de cualquier perspectiva revolucionaria o reformista.
Ya no acude a la tradición del golpe cívico militar; sino a novedosos mecanismos
asentados en la manipulación del
consenso social, incluso falseando la realidad.
Lo que pretendemos discutir es el orden democrático y económico en curso
y en su conjunto, lo que supone analizar el horizonte de confrontación por la igualdad, junto a la libertad de elegir y gobernar.
No alcanza con la lucha por la igualdad, la distribución
del ingreso y la riqueza, si al
mismo tiempo no se cuestiona el orden político y cultural bajo sus formas
democráticas realmente existentes, lo que implica superar el carácter electivo
de la democracia
para abordar mecanismos de protagonismo de la comunidad en la toma de
decisiones.
En Nuestramérica hubo un tiempo en donde las contradicciones
aparecían entre dictaduras o democracias
constitucionales, pero que ahora, tras la fachada de gobiernos
constitucionales que estabilizan el orden capitalista, se requiere discutir una
estrategia integral de la economía y la política, de la igualdad y la libertad para resolver las demandas de una mayoría
empobrecida y explotada.
Derechos económicos y políticos para un futuro de liberación.
Se necesita un horizonte de discusión sobre los contenidos de la emancipación, al mismo tiempo que se
debaten las formas de la participación política de la sociedad.
La soberanía alimentaria, energética o financiera demanda la soberanía en
las formas decisorias sobre la cotidianeidad.
La comunidad necesita expresar los rumbos de los contenidos y formas para
resolver necesidades insatisfechas.
No es solo economía o política, sino economía y política; modelo productivo y de desarrollo, de formas de convivencia de la
sociedad en nuestro tiempo, en una búsqueda de superación del debate
coyuntural. Por eso no alcanza con la discusión contenida en procesos electorales limitados al campo de lo posible que
recreen momentos anteriores de la construcción social.
En rigor, los cambios provienen de nuevas prácticas desplegadas en el movimiento de la sociedad, que pueden
modificar la conciencia colectiva y así, desde la hegemonía cultural intentar
institucionalizar nuevas modalidades en la producción, la distribución, el
cambio y el consumo, bajo modalidades de protagonismo y participación ampliada
en la toma de decisiones sobre el orden
político, económico, social y cultural.
Pretendemos señalar que no habrá distribución del ingreso y menos de la riqueza, o nuevo orden
económico, si
no se modifica en simultáneo la política, o sea, el ejercicio de la soberanía
del pueblo.
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Buenos Aires, 2 de enero de 2019.
- Julio C.
Gambina es Presidente de la Fundación de
Investigaciones
Sociales y Políticas, FISYP.
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