CONAIE: EL MOVIMIENTO
INDÍGENA QUE HACE TEMBLAR A LENÍN MORENO. REIVINDICAN EL ESTADO PLURINACIONAL Y
LUCHAN CONTRA EL FMI. La Confederación
de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) aglutina a 14 NACIONALIDADES y
cerca 15.000 PUEBLOS ORIGINARIOS. Durante la reforma constitucional
del 2008, la CONAIE ocupó un rol central
acompañando al gobierno de RAFAEL CORREA. “Allí se lograron derechos
de avanzada, como declarar al ESTADO PLURINACIONAL. También se proclamó
el derecho humano al AGUA, y a la ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA como
principio rector de la economía ecuatoriana”, Posteriormente, durante la
institucionalización de esos derechos se produce el quiebre con CORREA. El
permiso que otorgó el expresidente ecuatoriano al extractivismo en terrenos
indígenas generó la ruptura definitiva.
LAS ORGANIZACIONES INDÍGENAS ocupan un lugar central en las jornadas
de protesta que se están viviendo en Ecuador contra el presidente Lenín
Moreno. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) aglutina a 14 nacionalidades y
cerca 15.000 pueblos originarios. Desde su conformación en 1980
tuvo un papel central en la política ecuatoriana formando parte de
movimientos que derrocaron presidentes. Hoy le dicen al gobierno que las
protestas no van a parar hasta que el FMI se vaya del país.
LA POBLACIÓN INDÍGENA EN
ECUADOR representa aproximadamente el 25 por
ciento de sus 17,3 millones de habitantes, pero en términos reales un 80
por ciento del total son mestizos. Recién desde la conformación de la CONAIE en 1980 encontraron una representación que
los ubicó como actores determinantes del mapa político ecuatoriano. En
1986 tuvieron su primer congreso donde expusieron sus reclamos históricos:
la consolidación de los pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador, lucha
por la tierra y territorios indígenas, lucha por una educación propia
(intercultural bilingüe), lucha contra la opresión de las autoridades
civiles y eclesiales, lucha por la identidad cultural de pueblos
indígenas, contra el colonialismo y por la dignidad de pueblos y
nacionalidades indígenas.
EN 1990 LA CONAIE IMPULSÓ EL
PRIMER GRAN LEVANTAMIENTO ABORIGEN EN ECUADOR que movilizó a miles hacia Quito.
Los nativos hicieron sentir la fuerza de su organización y consiguieron
2,3 millones de hectáreas. En 1995 crearon un brazo político de izquierda,
llamado Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. Hoy ese partido
ocupa cinco de los 137 escaños del Legislativo, aunque llegaron a
obtener hasta un 10 por ciento de bancas. Ante medidas
consideradas impopulares, la CONAIE
promovió protestas, que junto a otros sectores derivaron en el derrocamiento
de los expresidentes Abdalá Bucaram (1997), Jamil Mahuad (2000) y Lucio
Gutiérrez (2005).
LA CONAIE NO ES UNA FRENTE
GREMIAL TRADICIONAL,
sino que se encarga de la organización del gobierno de todos los pueblos
indígenas que la componen, explica en diálogo con Página/12 la
politóloga Soledad Vogliano, que formó parte de la Confederación entre
2009 y 2018. “Reivindican el estado plurinacional reconocido por la
Constitución ecuatoriana de 2008. Esta les otorgó ciertas potestades para
el ejercicio del gobierno en sus tierras, como la administración justicia y
la gestión comunitaria del territorio”, explicó Vogliano. Durante
los levantamientos de la década del noventa el lema de la CONAIE fue “nada sólo para los indios”, expresando
la necesidad de reivindicaciones que excedían la de los pueblos originarios.
“Es un movimiento indígena pero no
indigenista. Por eso logra una gran adhesión de la gente en Quito. Es una
característica que tiene el movimiento indígena ecuatoriano y que no se ve en
otros países”, sostiene la politóloga.
Durante la jornada represiva del
miércoles se vieron que brigadas de estudiantes universitarios auto convocados salieron a las calles
a atender a los heridos. “Sus premisas desde el 1994 son la crítica a la
sociedad capitalista. Además, elaboraron propuestas para la construcción de una
vida comunitaria, dentro del paradigma del buen
vivir entre seres humanos y la naturaleza. Expresan un fuerte sentido de
colectividad”, explica Vogliano.
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Manifestantes
en el Ágora de la Casa de la Cultura, Quito, 9 de octubre de 2019. Foto: Silvia
Arana.
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ECUADOR.
EL MOVIMIENTO INDÍGENA HA DICHO BASTA Y HA ECHADO A ANDAR.
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Silvia
Arana.
Rebelión.
La
CONAIE demanda revocar el acuerdo con el FMI, revertir las
privatizaciones y terminar con el extractivismo petrolero en territorios en
conflicto. Presenta un Plan Plurinacional en defensa de la soberanía de
Nacionalidades Indígenas, por la Justicia, por la Educación en general y la
Educación Bilingüe en particular, por la economía campesina familiar, por
Derechos Laborales y Sindicales, en defensa de la Salud Pública, de los
Derechos de las Mujeres, de los Medios de Prensa Comunitarios.
El título -parafraseando al Che- intenta dar una idea del nivel de determinación
del movimiento indígena ecuatoriano, la columna vertebral de la movilización en
repudio al plan económico neoliberal del gobierno nacional. La protesta
fue iniciada el 3 de octubre por la Asociación de Transportistas, que
rápidamente les cedió el protagonismo a la Confederación de Nacionalidades
Indígenas de Ecuador (CONAIE), los
sindicatos y los colectivos de estudiantes, mujeres, artistas, profesionales y
trabajadores.
La CONAIE,
desde mediados de los 80 y principalmente en la década del 90, fue la columna
vertebral del movimiento anti-neoliberal en Ecuador. Durante la década
pasada tuvo una relación conflictiva con el gobierno de Rafael Correa. Es
la confederación más importante de Ecuador y una de las más poderosas de
América Latina. Agrupa a una decena de nacionalidades indígenas de
las principales regiones del país -Sierra, Costa y Amazonía-, fue
constituida en 1986 para
“consolidar
la lucha de los pueblos indígenas por la tierra y los recursos naturales, por
la igualdad y justicia social, contra el colonialismo y el neocolonialismo
representado por las empresas trasnacionales en territorio indígena, para
construir una sociedad intercultural promoviendo la participación en el
ejercicio de la democracia representativa con el fin de descentralizar el poder
y los recursos económicos…”.
En cumplimiento de dicho mandato, el 26 de
septiembre la CONAIE en alianza con
diversos colectivos populares declaró la “Jornada progresiva de lucha”
contra el plan económico neoliberal impuesto por el FMI -unos días antes
de que el gobierno nacional anunciara oficialmente el nuevo paquete económico.
La agenda de lucha propone “romper con la pasividad” y superar la
fragmentación de las reacciones a lo largo del país. Declara la ruptura del
diálogo con el gobierno porque para el ejecutivo y sus funcionarios el
diálogo fue solo una máscara para ocultar el montaje de un plan económico
extractivista, de flexibilización laboral y ajuste contra el pueblo en
beneficio de los sectores empresariales neoliberales asociados al Partido
Social Cristiano y otras élites.
El servilismo del gobierno a la élite económica, señala la CONAIE, quedó plasmado en la condonación de
deudas tributarias a las grandes empresas por un monto de 2350 millones de
dólares, a lo que se suma la devolución del impuesto a la renta. Tan solo
al grupo comercial El Juri le devolvieron 30 millones de dólares, mientras
que un vendedor ambulante que gana un puñado de monedas debe pagar cada centavo
del impuesto. Denuncian la precarización y flexibilización laboral: los despidos,
la explotación del trabajo juvenil mediante pasantías, el debilitamiento de los
sindicatos, la total falta de garantía de los derechos laborales en la
agroindustria -donde incluso hay una actitud permisiva frente al trabajo
esclavo.
Se repudia la intensificación del modelo económico
extractivista en detrimento de la vida en los territorios y comunidades
indígenas, como es el caso del bloque petrolero 28 en la provincia de Pastaza,
al que se oponen las comunidades indígenas de la zona.
En un párrafo extenso se denuncia el giro
conservador fomentado desde el Estado hacia un “sentido común reaccionario”,
una de cuyas expresiones más repudiables es la satanización de la lucha por los
derechos de las mujeres. El “neofascismo” ha criminalizado derechos
fundamentales, como el aborto en caso de violación, la denuncia del femicidio y
en general la lucha contra el patriarcado capitalista, detalla la CONAIE. A lo que se suma la xenofobia (especialmente
contra migrantes pobres venezolanos), el fanatismo religioso, la violencia
institucional, la represión y las campañas de desprestigio de las ideas de
izquierda y el comunismo
Confrontación
integral a la agenda neoliberal
La CONAIE
demanda revocar el acuerdo con el FMI, revertir las privatizaciones
y terminar con el extractivismo petrolero en territorios en conflicto.
Presenta un plan plurinacional en defensa de la soberanía de nacionalidades
indígenas, por la justicia, por la educación en general y la educación
bilingüe en particular, por la economía campesina familiar, por derechos
laborales y sindicales, en defensa de la salud pública, de los derechos de las
mujeres, de los medios de prensa comunitarios.
Paro
indefinido, “diciendo-haciendo”
El motor de la agenda de lucha indígena es la
acción. La consigna lo dice con claridad: “¿Cómo luchan los pueblos del
Ecuador? Diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, diciendo-haciendo, ¡carajo!”.
No muy lejos del palacio presidencial de
Carondelet, las familias y comunidades indígenas que han comenzado a llegar
a Quito desde el lunes toman un respiro en el parque El Arbolito en
la tarde del miércoles 9. Con los pies cansados y llenos de ampollas, Juan
se quita los zapatos en busca de alivio. Pero no se queja, todo lo contrario,
sonríe y bromea: “Se le va a romper la cámara si me saca una foto”.
Más allá, una familia agricultora de Zumbahua,
provincia de Cotopaxi, con sus tres hijos, dicen que seguirán allí hasta
que se derogue el paquete económico. Salieron a pie de su comunidad el martes,
y más adelante consiguieron un vehículo que los transportó el resto del camino.
Por su parte, el maestro albañil Ignacio Pilamanga, 42 años y padre de
dos hijos, cuenta que con sus compañeros de viaje salieron el lunes de Pilaguín,
provincia de Tungurahua, y por los bloqueos policiales, recién llegaron el
miércoles al mediodía a Quito. Se oponen a la suba de gasolina y a todas las
medidas, dice que las cosas “están muy mal, ya no se puede seguir así.
Por eso, paro indefinido hasta que dé marcha atrás el gobierno”.
Los ponchos cortos y rojos de los hombres de Tungurahua
contrastan contra el cielo azul-grisáceo de la tarde quiteña. Y encienden
una llama de esperanza para los pueblos indígenas.
Indígenas comuneros
de Tungurahua, parque El Arbolito, 9 de octubre, Quito. Foto: Silvia Arana.
***
Consecuencias del ninguneo y el racismo
El ninguneo constante de los
pueblos y el movimiento indígena ejercido por los centros de
poder, el Estado, los medios de prensa y parte de la ciudadanía tuvo algunas
consecuencias inmediatas:
1) El gobierno y sus socios
del Partido Social Cristiano creyeron su propia
propaganda y subestimaron el poder organizativo y el nivel de conciencia de los
pueblos indígenas al tratar de profundizar el plan neoliberal.
2) Ante la movilización
masiva de las comunidades indígenas, el gobierno respondió con un nivel
represivo brutal. A la declaración del estado de excepción, se
sumó el toque de queda nocturno, medidas que permiten desplegar a las fuerzas
militares junto a la policía en la represión de las manifestaciones y dispersar
cualquier reunión opositora en la vía pública. Según el estado de
excepción no están obligados a informar sobre las víctimas de la represión
(heridos, muertos), lo que crea aún más zozobra entre la población civil. Se
estima que hay unas cien personas detenidas, cientos de heridos y seis víctimas
fatales hasta la fecha -el 9 de octubre se confirmó la muerte de un estudiante
que tratando de huir de la policía cayó desde el puente de San Roque, Quito,
y hoy 10 de octubre la Defensoría del Pueblo confirmó la muerte de cinco comuneros indígenas. La policía ha
lanzado gases lacrimógenos en sitios de refugio de niños, mujeres y personas
mayores en el llamado “Corredor humanitario”, instalado en los predios de la Universidad
Católica (PUCE) y Universidad Salesiana, Quito. La Cruz Roja Internacional anunció
ayer que suspendía sus actividades en todo el territorio ecuatoriano por falta
de garantías. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros
organismos internacionales denunciaron la violencia desmedida ejercida por las
fuerzas represivas.
3) El gobierno nacional ha
quedado debilitado y sin propuesta ni salida política. Por un
lado, reafirma que no revocarán el paquete económico. Por otro lado, piden
negociar con la CONAIE ofreciendo un
minipaquete de fomento a los pequeños agricultores. La CONAIE ha respondido que no se sentará a la
mesa de negociaciones si no se deroga antes el decreto 883 (paquete
de medidas económicas), se libera a todos los presos detenidos durante las
jornadas de lucha y cesa la represión. El miércoles 9 de octubre el
presidente y su gabinete se vieron obligados a regresar a Quito -después de
un escape fugaz a Guayaquil, donde buscaron la protección de Jaime
Nebot, dirigente del Partido Social Cristiano y representante de la
oligarquía costeña ecuatoriana. Pero el mañoso político Nebot hizo su
propia manifestación en Guayaquil, con sus bases donde se dio el lujo de
criticar el paquete económico. En ese momento, Lenín
Moreno tomaba el avión para volver a Quito, en otra representación tragicómica
de sus desatinos.
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