LA POLITIQUERÍA HEGEMÓNICA, LA COMERCIALIZACIÓN DE LA POLÍTICA, POR UN “CLAN”
DE CORRUPTOS, FARSANTES Y MAFIOSOS, han logrado no solo autodestruirse
como “Clase Política”, han liquidado la Representación Política,
han logrado envenenar con el virus de la Corrupción a todas las - alguna
vez – Organizaciones políticas hasta convertirlas en “verdaderos”
centros de comercialización electorera, mediante el ofrecimiento directo
de la Ubicación en las Listas Parlamentarias. La cotización era tan
nefasta, corrupta y generalizada – que parecía de lo “más común”, en especial
con los llamados “VIENTRES DE ALQUILER”, organizaciones regionales y o locales -reconocidas
por los Jurados de Elecciones, como también por los seudo “partidos políticos” - en número de 24
reconocidos – todos absolutamente
verdaderos CASCARONES, llenos de dinero al mejor postor, el voto “Preferencial”
y por lo bajo o por el “submundo” de la politiquería criolla, el “lavado
de activos” dinero sucio, negro, corruptos que venía del narcotráfico o de la
minería criminal. Todo este “clan mafioso” de protegía con el derecho de la INMUNIDAD
llevada al extremo de la IMPUNIDAD DE CORRUPTOS, MAFIOSOS Y CRIMINALES de la
POLÍTICA – que en 3 años de “estadía millonaria” en la sede del
Parlamento, no hicieron absolutamente nada – salvo un pequeño o
reducido grupo de parlamentarios, que por lo menos hicieron lo mínimo para justificar su elevado
sueldo -Sirvieron básicamente en su “misión sagrada de “VERDADEROS LOBBISTAS” al
servicio de las Corporaciones transnacionales y en lo interno a los grupos
de Poder en especial agro-exportadores y un grupo de Empresas Trasnacionales
que no pagan un solo centavo de IMPUESTOS y algunos de ellos, más
grupos de poder interno, han hecho de la práctica cotidiana . LEY
clandestina que protege la Elusión Tributaria. Son algunas de las razones
principales por las cuales el Presidente de la República – al no tener en forma directa el VOTO DE
CONFIANZA, del Congreso el día 30 de setiembre se vio en la obligación
y desde un punto de vista CONSTITUCIONAL a DISOLVER el CONGRESO. Todo lo que viene a continuación es parte del festival folklórico
politiquero.
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Todos en sendas marañas de Corrupción, todos enjuiciados por el Ministerio Público, por ser agentes de negocios con la empresa Odebrecht. El pueblo peruano en 30 años de neoliberalismo NO encontró alternativas de solución, por el contrario ha creado y hundido grandes problemas históricos, se ha profundizado y complicado con la NO solución y por el contrario han sido - y siguen - siendo evadidos, que generan graves problemas de carácter político-social. Han traicionado la Confianza que el Pueblo Peruano les otorgó en tiempos electorales.
Su único interés fue llenarse sus bolsillos de millones de dólares producto de la corrupción con las empresas brasileñas, como Odebrecht, OAS y otras.
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PERÚ:
UNA DEMOCRACIA CON GRANDES DESIGUALDADES ECONÓMICAS ES UN FIASCO PERMANENTE.
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Rebelión jueves 17 de octubre del 2019.
Después de un largo combate de la población, tanto
en las calles como en las redes sociales, el Presidente del Perú, Martín
Vizcarra, decide cerrar el Congreso, un antro de corrupción. Al mismo tiempo,
decide convocar a nuevas elecciones. Pero, nos preguntamos, ¿para un mejor
destino de una población sumida en la pobreza, desempleo y salarios bajísimos,
es la solución correcta?
Una vez más, serán los partidos políticos quienes
propondrán a los nuevos congresistas. Y por la experiencia Odebrecht sabemos
perfectamente que los partidos que logran ganar escaños en el Congreso son
ampliamente financiados por empresas, que luego realizarán las obras públicas
con cifras totalmente fuera de todo control.
Por otro lado, los candidatos al Congreso venden su
alma al diablo para tener la oportunidad de su vida de convertirse en
millonarios. Su trabajo no será el de servir al pueblo, sino el de servir a la
empresa que financió su campaña electoral, además de “mejorar” su situación
personal y de grupo.
En este panorama podemos observar tres
comportamientos. Y ellos tienen un denominador común. Tanto las empresas como
los partidos políticos y sus candidatos al Congreso, piensan solamente en
maximizar sus ganancias en el tiempo lo más corto posible, y sin tener ninguna
vergüenza de servirse del dinero que, en principio, está destinado a mejorar el
estándar de vida de la población.
Este comportamiento de las empresas como el de los
partidos políticos y congresistas, viene desde el inicio de la República. Desde
aquella época, solo ha cambiado el nombre de las empresas, de los partidos
políticos y de los congresistas. En su forma de servirse del erario nacional,
de dictar leyes con nombre propio, no ha cambiado en lo absoluto.
Este comportamiento es fruto del modelo
socio-económico impuesto por la invasión española de 1532. Quien es el dueño de
la empresa se convierte en el propietario de la totalidad del resultado de la
actividad económica. Quien maneja el acto económico es el que se apropia de
todo. Abreviando, este comportamiento es fruto de la Repartición Individualista
del resultado de la actividad económica. Sobre esta base nacen la República, el
Congreso y sus congresistas.
Los escándalos de la empresa brasileña Odebrecht ha
hecho mucho más evidente lo que antes ocultaban los poderes públicos y sus
medios de comunicación. Los recursos naturales como el salitre, guano, caucho,
oro, cobre, anchoveta… han servido solamente a ciertos empresarios y los
políticos instalados en el Gobierno. El país ha sido saqueado y, últimamente,
vendido a pedazos al mejor postor. No existe otro comportamiento que el
enriquecimiento, lícito e ilícito. El bienestar del ser humano no entra en
línea de cuentas de nuestros políticos. Todo lo contrario.
¿Qué es lo que podemos esperar de los nuevos
congresistas a elegirse próximamente? ¿Qué es lo que podemos esperar de un
Congreso, institución de la Democracia Representativa?
Saquemos la venda de nuestros ojos, dejemos a un
lado nuestra mentalidad servil, y volvamos a ser seres humanos con personalidad
propia, autonomía e independencia de criterio. Volvamos a ser y estar
orgullosos de nuestra sociedad, de nuestro país y de nosotros mismos.
Para lograr este objetivo, debemos volver a la raíz
de la noción de Democracia, una institución animada por el pueblo y, por
consiguiente, al servicio del pueblo. Es la Democracia Directa. Y
para ello no tenemos otro camino que cambiar el modelo socio-económico
actualmente imperante, por otro modelo que haga viable el comportamiento
democrático que todos anhelamos.
Entonces, el nuevo modelo socio-económico debe
facilitar que la totalidad del resultado de la actividad económica vuelva a las
manos de todos los habitantes del país, en partes más o menos iguales. Esto,
por una simpleza evidente: quienes han creado las riquezas de ahora son los
pueblos de ayer y el de ahora.
Y para que esta Repartición más o menos igualitaria
perdure en el tiempo es indispensable que lo esencial de la actividad económica
sea gestionado directamente por el pueblo, a través de sus propias
empresas, las empresas-país. Es decir, gestionado por empresas que
pertenezcan al pueblo, a todos los habitantes del país en igualdad de
condiciones. Y esto no es nada nuevo en la historia de la Humanidad, menos aún
en la historia de los pueblos originarios del Tawantinsuyo.
Las empresas-país crearán el zócalo de la propiedad
comunitaria y, con ello facilitarán la puesta en obra del financiamiento
ilimitado y gratuito para crear y desarrollar las obras que el país
requiere. Con ello se logrará la eliminación del desempleo, el incremento
acelerado del salario mínimo hasta alcanzar el estándar de los salarios mínimos
a nivel internacional (4 mil soles mensuales), y la eliminación de la pobreza
al interior del país.
Para lograr esta Gran Transformación, el pueblo
cuenta con una herramienta que le permitirá realizar las Grandes Obras,
descomunales obras, como las 60 ciudades del Sol y la Luna, que permitirán en
el más corto plazo, eliminar el desempleo masivo imperante en el país.
Esta herramienta está en manos del pueblo porque es
ella quien la genera con su “aceptación general”. Con su aval se podrá
financiar todas las obras, cualquiera sea su tamaño. Se trata de la emisión
monetaria. Un mecanismo que actualmente las grandes empresas y los “países
ricos” lo vienen utilizando en su propio beneficio.
Sólo la ignorancia de una mentalidad sometida al
amo, al patrón, a la fuerza imperante del dinero y de las armas, nos tiene en
un aparente callejón sin salida. Es decir, sólo el sometimiento mental a los
efectos perversos del modelo socio-económico imperante, nos impide ver y
alcanzar el futuro al cual todos tenemos derecho.
Nunca es tarde ni para nosotros, ni para nuestros
hijos, ni para las generaciones venideras. Nuestro objetivo inmediato debe
ser cambiar el modelo socio-económico imperante. Coraje y lucidez, que el futuro nos pertenece.
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