"¿Guerra biológica o evento natural? Ante el tsunami de crítica a Trump, que le puede
costar la elección presidencial, y ante el enorme costo económico para el
capitalismo global –a diferencia de China, cuyo PIB volverá a
crecer este año entre el 5 y 6%-- los gobiernos burgueses atlánticos
acusaron a China de “iniciar una
pandemia global” (Departamento de Estado). El mismo Trump insiste
con su habitual ignorancia, que hablar del “virus chino” es una forma “muy
adecuada” para referirse al COVID-19. De hecho, al etiquetar el
fenómeno geopolíticamente, Trump agrega una mentira más a los 17.000
fake news que ha producido en los últimos tres años, según el Washington
Post Fact Checker".
"Del
alrededor de 1450 patógenos humanos conocidos, casi dos
terceras partes son zoonóticos. Es decir, transmitidos vía una interfase
animal-humano. Mientras no se conozca esa interfase y el “paciente
cero” (primer enfermo), no hay forma científica para identificar el lugar
de procedencia del COVID-19. De ahí, que el argumento de Beijing, de que no hay evidencia para demostrar
que el lugar de origen del patógeno es Wuhan y que el virus fue posiblemente
introducido en octubre pasado por una delegación militar
estadounidense en esa localidad, es absolutamente válido. De
hecho, China podría argumentar una hipótesis forense muy fuerte
basada en evidencia circunstancial, que satisfaría, entre otros, los aspectos
de motivo (cui bono), de intencionalidad y de antecedentes
históricos. Por razones de espacio mencionamos solo algunos antecedentes
forenses ampliamente documentados por científicos estadounidenses".
"Experimento biológico en Nueva York. Entre 1949 a 1969, Estados Unidos realizó al menos
239 experimentos de un "programa de pruebas de guerra de
gérmenes", que utilizaron bacterias para simular armas
biológicas y que se llevaron a cabo en civiles sin su conocimiento o
consentimiento. Todas estas bacterias son "consideradas patógenos ahora".
En uno de los experimentos sobre “La vulnerabilidad de los pasajeros del
metro en la ciudad de Nueva York para el ataque encubierto con agentes
biológicos", agentes secretos rompieron bombillas llenas de
casi 175 gramos de la bacteria bacus subtilis, aproximadamente 87
billones de organismos en cada uno, para luego medir su propagación a
través de los túneles y trenes del metro. Las nubes envolvían a
la gente cuando los trenes se alejaban, pero ellas no sospechaban nada. A raíz
de este experimento, los científicos del ejército concluyeron que los pasajeros
del tren tardaron entre cuatro y 13 minutos en estar expuestos a
la bacteria. Cinco minutos después de que las bacterias fueron liberadas en
la estación de la calle 23, las bacterias podían ser detectadas
en cada estación entre la calle 14 y la 59, según el informe. Entre
el 6 de junio y el 10 de junio, calcularon que más de un millón de personas
estaban expuestas".
"En
julio del año pasado, la primordial institución de control del sistema de salud pública estadounidense,
los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), prohibió al principal
centro de guerra biológica del ejército estadounidense en Fort Detrick,
Maryland, seguir con sus trabajos sobre los más letales agentes patógenos “selectos”,
como el Ébola y el anthrax, entre otros, porque una inspección de
los CDC encontró serias fallas en el sistema de esterilización de
los materiales usados (sic)".
/////
La población de Wuhan, después de la cuarentena - encierro social - de 60 días, salen a las calles, después que son informados del control del CORONAVIRUS.
***
CHINA VENCE CORONAVIRUS EN 60 DÍAS. WASHINGTON Y BRUSELAS
DESCALABRADOS. ¿QUÉ PASARÁ EN AMÉRICA LATINA?
*****
Dr.
Heinz Dieterich Stteffan *.
IELA. Sábado
21 de marzo del 2020.
Director,
Center for Transition Sciences (CTS) Coordinador,
World Advanced Research Project (WARP).
1/. Trump
derrotado, Xi triunfa. Cuando Donald Trump elogió
ponzoñosamente los esfuerzos del presidente Xi para contener el
coronavirus COVID-19 en China, no sabía que sus palabras pronto
regresarían a atormentarlo.
"El
presidente Xi es fuerte, perspicaz y totalmente enfocado a
conducir el contraataque al Coronavirus… Hay gran disciplina en China y el
Presidente Xi dirige eficazmente lo que será una operación muy exitosa…",
decía con su habitual demagogia.
Minimizó
el peligro del COVID-19 en Estados Unidos alegando que la influenza
estacionaria (seasonal flu) mata a mucho más estadounidenses que el coronavirus
y que “la vida y la economía siguen adelante” (life and the economy go
on).
La
semana pasada, Trump se vio obligado a declarar una emergencia nacional
(national emergency), autorizar un paquete económico de más de 900 mil millones
de dólares y colocar toda Europa bajo cuarentena. En Europa, cuyo número
de muertos ya sobrepasó al de toda Asia, la presidenta de la Comisión
Europea, la alemana Ursula von der Leyen, usó el mismo newspeak de Trump
para ocultar la cínica negligencia e incapacidad operativa de sus gobiernos,
diciendo, que los líderes de la Unión Europea “subestimaron” la
magnitud del peligro del virus. De tal manera, que mientras la Unión
Americana entró en “emergencia nacional” y la Unión Europea cerró
en pánico sus fronteras, China clausuró sus 16
hospitales de emergencia en el epicentro epidemiológico de Wuhan,
reportando cero casos de infección en ese epicentro.
2. Gran éxito del modelo chino. Ante
las mentiras de Trump, que él mismo llama “truthful hyperbole, an
innocent form of exaggeration and a very effective form of promotion",
Xi respondió en su momento con gran
mesura y dignidad, afirmando que el Partido Comunista de China (PCC) era
"completamente capaz" de detener la epidemia y que libraba "una
guerra popular" contra el mal, con una "movilización
nacional" y "medidas de prevención y control muy
estrictas".
Hoy,
que la epidemia está efectivamente vencida (en su fuerza expansiva) en China
y que la estrategia contra-epidémica del país ha demostrado que es el
único paradigma eficaz para controlar ese peligro pandémico, la digna respuesta
de Xi a la mercadotecnia imperialista
de Trump se ha convertido en una incontrovertible verdad empírica. Y,
también, en merecido orgullo del sistema de gobernanza socialista del
país y del liderazgo de Xi Jinping.
El presidente de la República Popular China, Xi Jinping llega a Wuhan y celebra con el equipo de la Academia China de Ciencias Médicas, el control del virus COVID-19.
***
3. Las claves del triunfo. Gobernando
al Estado más eficaz de la sociedad global contemporánea, Xi tenía razones de sobra para estar confiado. Sabía,
que la sinergia del esfuerzo coordinado del Estado, del Partido y del pueblo,
guiado por la ciencia dialéctica materialista del Siglo 21 y apoyado en
los extraordinarios avances de la organización y tecnología del país (robots
5G, salas hospitalarias impresas en 3D, sistema monetario digital basado en
códigos QR, inteligencia artificial, etc.), garantizaba la victoria de
la “guerra de todo el pueblo” contra el patógeno. La muy rápida
secuenciación del COVID-19 por el Dr. Wang Jianwei de la Academia
China de Ciencias Médicas mediante next generation sequencing (NGS);
la construcción de hospitales con 1000 camas en diez días (¡!); el
anuncio ayer, que China ya inicia la
primera fase de ensayos clínicos con una vacuna recombinante, al igual
que la producción industrial masiva del eficaz medicamento japonés
Favipiravir (T-705, Toyama Chemical Co, Tokio) y la tasa cero de infección
en Wuhan son evidencia irrefutable de
vanguardia mundial del Socialismo chino en la guerra contra el patógeno.
4. Ciencia china para el Mundo En
la revista teórica Qiushi, cuyo nombre significa “buscar la verdad en
los hechos” (shí shì qiú shì, 实事求是), el
presidente Xi explica sucintamente las
claves del éxito chino, las tareas del futuro y el compromiso global
de compartir solidariamente los conocimientos y experiencias del modelo con
todos los países del mundo. Es obvio, que el axioma científico de “buscar la
verdad en los hechos”, que ha orientado a la sociedad china por miles de
años y que fue “repotenciado” por la “Nueva
Revolución Democrática” (Mao Zedong) de 1949, no tiene la misma
fuerza cultural conductora en otros países; y que tampoco existe la eficacia
del Estado guiado por el PCC, el alto nivel educativo y la
estabilidad de las familias chinas en otras latitudes. Sin embargo, aun
así, los gobiernos y pueblos del mundo pueden beneficiarse del gran esfuerzo social
y científico de China y de su solidaria oferta de compartir su know how
anti-epidémico en aras de “un destino común en beneficio de toda la
humanidad” -- a community of shared future for all mankind (Xi).
5. Solidaridad china para el Mundo. Que el “futuro compartido de toda la humanidad” no
es una simple figura retórica de política exterior se muestra en los hechos: 250.000
mascarillas y cuatro expertos epidemiológicos fueron enviados a Irán, donde las criminales sanciones de Trump
agravan la crisis de salud pública; 100.000 mascarillas de alta
tecnología, dos millones de mascarillas ordinarias, un millar de
ventiladores pulmonares, en total 31 toneladas métricas, y un equipo
de expertos fueron despachados a Italia;
a Madrid llegó un cargamento con 8
millones de mascarillas y 100.000 reactivos ; a
Francia, 1 millón de guantes y mascarillas quirúrgicas; a Corea del Sur, China ha donado más de un millón
de máscaras y otro material médico; 5.000 trajes protectores y 100.000
máscaras fueron a Japón; 12.000 kits
diagnósticos a Pakistán; 300.000 mascarillas a Bélgica; 1000 kits de pruebas rápidas a Serbia. Last but not least, ayer salió de Shanghái el primer envío de 500,000 kits
diagnósticos y un millón de máscaras protectoras a California, donadas
por el billonario Jack Ma.
BILL DE BLASIO, alcalde de la ciudad de Nueva York, expresó, hoy,
“odio decir esto, pero ya somos el epicentro de la crisis": alcalde de Nueva
York se quiebra. Bill de Blasio convocó a la prensa para pedir ayuda y
denunciar la pasividad del gobierno federal y de Donald Trump.
***
6. Nueva York quiere nacionalización. El millonario alcalde de Nueva York, Bill De Blasio, criticó
públicamente al gobierno de Trump por su inoperancia y la falta de
kits diagnósticos, ventiladores, máscaras, ECMOs y otros
equipos protectores, en la Unión Americana. Estamos en un escenario de
guerra, al cual el gobierno de Trump responde con una “actitud de
Mar-a-Lago --“We are in a wartime scenario with a Mar-a-Lago attitude
being used by the federal government”-- declaró el alcalde del centro
más poderoso del capitalismo mundial y demandó, superando al “socialista
democrática” Bernie Sanders, “la
nacionalización de las fábricas que pueden producir los suministros que
necesitamos”: “the nationalization of factories that can produce the
medical supplies we need.” En otras palabras: la eficacia del Estado socialista chino hace la diferencia con la
inoperancia del Estado capitalista neoliberal.
7. Negligencia criminal de Washington. El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, comparó
la cínica negligencia del gobierno neoliberal de Trump ante el COVID-19
con el criminal estilo de gobierno laissez faire del presidente
neoliberal George Bush ante el huracán Katrina.
En
palabras de Cuomo, la fallida política
epidemiológica de Trump “es la versión de salud pública del huracán
Katrina". "Sabíamos que esto (la epidemia-H.D.) estaba
sucediendo en noviembre y diciembre. Vimos a China. China hizo unas 200,000
pruebas por día. Corea del Sur realizó alrededor de 15,000
pruebas por día. Estados Unidos solo ha realizado unas 5,000
pruebas hasta la fecha", dijo Cuomo en una crítica pública
devastadora. Tiene razón. El escrutinio masivo y sistemático, junto
con la cuarentena inmediata, es la variable más importante en la derrota del
COVID-19.
8. Desidia delincuencial de la Unión Europea. La crítica de Cuomo, por supuesto, es válida
para Italia, España y la Unión Europea entera. Desde la aparición del virus
en China, expertos del país e internacionales han enfatizado sin cesar,
que la acción sistemática y contundente del Estado chino en la primera
fase de la epidemia fue el elemento decisivo para contenerla. Pero,
atrapados en su ideología y función de clase anticomunista, su soberbia racista
frente a China y el oportunismo de sus aparatos capitalistas de
guerra psicológica (medios de “comunicación”), siguieron con sus
mentiras sobre la supuesta violación de los derechos humanos de China por
la cuarentena de la provincia de Hubei.
Ahora,
sus ciudadanos están pagando con enfermos y muertos el precio de su negligencia
gubernamental, ineptitud operativa y actitud ideológica
de guerra fría, que los han dejados sin preparación logística ni previsión
estratégica ante la pandemia. Actuaron con el cinismo típico del
laissez faire neoliberal, las mentiras de la democracia burguesa y
culpando a China por el supuesto “Virus de Wuhan”. Ahora,
vencidos por la realidad de la pandemia, andan buscando a quién culpar del
desastre y mantenerse en el poder, calumniando alternativamente a China y
Rusia y actuando con la lógica del socialdarwinismo; sabiendo, que
los ricos sí tendrán atención hospitalaria adecuada conforme a los
estándares de la medicina del Siglo 21, mientras que los pobres morirán
por falta de médicos, camas, equipo y recursos.
9. ¿Guerra biológica o evento natural? Ante el tsunami de crítica a Trump, que le puede
costar la elección presidencial, y ante el enorme costo económico para el
capitalismo global –a diferencia de China, cuyo PIB volverá a
crecer este año entre el 5 y 6%-- los gobiernos burgueses atlánticos
acusaron a China de “iniciar una
pandemia global” (Departamento de Estado). El mismo Trump insiste
con su habitual ignorancia, que hablar del “virus chino” es una forma “muy
adecuada” para referirse al COVID-19. De hecho, al etiquetar el
fenómeno geopolíticamente, Trump agrega una mentira más a los 17.000
fake news que ha producido en los últimos tres años, según el Washington
Post Fact Checker.
Del
alrededor de 1450 patógenos humanos conocidos, casi dos
terceras partes son zoonóticos. Es decir, transmitidos vía una interfase
animal-humano. Mientras no se conozca esa interfase y el “paciente
cero” (primer enfermo), no hay forma científica para identificar el lugar
de procedencia del COVID-19. De ahí, que el argumento de Beijing, de que no hay evidencia para demostrar
que el lugar de origen del patógeno es Wuhan y que el virus fue posiblemente
introducido en octubre pasado por una delegación militar
estadounidense en esa localidad, es absolutamente válido. De
hecho, China podría argumentar una hipótesis forense muy fuerte
basada en evidencia circunstancial, que satisfaría, entre otros, los aspectos
de motivo (cui bono), de intencionalidad y de antecedentes
históricos. Por razones de espacio mencionamos solo algunos antecedentes
forenses ampliamente documentados por científicos estadounidenses.
Un grupo, del equipo de científicos chinos, que siguen trabajando en la lucha de la República Popular China, para el control y derrota del virus COVID 19
***
10. Experimento biológico en Nueva York. Entre 1949 a 1969, Estados Unidos realizó al menos
239 experimentos de un "programa de pruebas de guerra de
gérmenes", que utilizaron bacterias para simular armas
biológicas y que se llevaron a cabo en civiles sin su conocimiento o
consentimiento. Todas estas bacterias son "consideradas patógenos ahora".
En uno de los experimentos sobre “La vulnerabilidad de los pasajeros del
metro en la ciudad de Nueva York para el ataque encubierto con agentes
biológicos", agentes secretos rompieron bombillas llenas de
casi 175 gramos de la bacteria bacus subtilis, aproximadamente 87
billones de organismos en cada uno, para luego medir su propagación a
través de los túneles y trenes del metro. Las nubes envolvían a
la gente cuando los trenes se alejaban, pero ellas no sospechaban nada. A raíz
de este experimento, los científicos del ejército concluyeron que los pasajeros
del tren tardaron entre cuatro y 13 minutos en estar expuestos a
la bacteria. Cinco minutos después de que las bacterias fueron liberadas en
la estación de la calle 23, las bacterias podían ser detectadas
en cada estación entre la calle 14 y la 59, según el informe. Entre
el 6 de junio y el 10 de junio, calcularon que más de un millón de personas
estaban expuestas.
En
julio del año pasado, la primordial institución de control del sistema de salud pública estadounidense,
los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), prohibió al principal
centro de guerra biológica del ejército estadounidense en Fort Detrick,
Maryland, seguir con sus trabajos sobre los más letales agentes patógenos “selectos”,
como el Ébola y el anthrax, entre otros, porque una inspección de
los CDC encontró serias fallas en el sistema de esterilización de
los materiales usados (sic).
11. ¿Qué pasará en América Latina? El
único país de América Latina que tiene un sistema de gobierno eficaz
semejante al de China, y que cuenta con
las experiencias de planeación estratégica, organización de masas, nivel
educativo, sistema de salud pública y logística científica comparable, mutatis
mutandis, a China, es Cuba.
Cuenta, además con la ventaja geográfica de ser una isla y no
jugar un papel de hub en el comercio mundial. El impacto de la pandemia
en la isla será, en consecuencia,
comparativamente bajo.
Lamentablemente
no puede decirse lo mismo de los demás países latinoamericanos,
porque siguen el equivocado rumbo de los gobiernos europeos y de Washington,
en lugar de emular la exitosa experiencia de China.
Los pueblos latinoamericanos pagarán los costos de esa
extravagancia evitable de los gobiernos criollos. Pero, los mismos gobiernos
burgueses también pagarán un alto precio. Los que no hacen caso a la
evidencia científica preventiva y terapéutica del control de
la pandemia, acumulada a nivel mundial, sino que pretenden
tranquilizar al pueblo y las clases medias con frases generales y, acaso, la “fuerza
de la fe”, serán removidos del Estado mediante elecciones,
grupos de presión o masivas protestas sociales.
Presidente Bolsonaro de Brasil y Donald Trump de Estados Unidos, NO tienen ni la más mínima ubicación, origen y naturaleza sobre el CORONAVIRUS, siguen con sus mentiras, insultos y fake-news . Sus Pueblos y la Historia los juzgaran.
***
El
hecho, de que ante este peligro de remoción hasta los cínicos neoliberales
Trump y Bolsonaro recularon de sus cínicas estrategias
de minimización e improvisación, debe de hacer reflexionar a todos
los gobiernos socialdemócratas de la Patria Grande.
¡Pero, parece que no entienden, que en el manejo del
COVID-19 se juegan su propia existencia!
*****
DR. HEINZ DIETERICH STTEFFAN*. Sociólogo y
analista alemán, radicado – por más de 50 años - en México.
Profesor-Investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana. Hace más de 30
años realizó un trabajo de Investigación en la Ciudad de Puno. Uno de sus
principales libros es “La Aldea Global”, escrito
junto al Maestro Noam Chomsky. “Neoliberalismo,
Reforma y Revolución en América latina”. “Hugo Chávez y el Socialismo del siglo
XXI” “Democracia Participativa y Liberación Nacional”. “El Pensamiento Militar
latinoamericano del nuevo siglo”, etc.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario