EN LA AGENDA “CHINA 2030”,
ESTADOS UNIDOS pretende que China oriente sus profundas
reformas económicas hacia una economía abierta de “libre mercado”, dominada por el sector privado y con escasa o
marginal incidencia del Estado. EN “MADE
IN CHINA 2025”, agenda creada por esta misma nación y sin imposiciones
externas, esta gran potencia se plantea el reto y la meta de convertirse en el líder
mundial en industria de alta tecnología de quinta generación. Dicho
esto, es importante además resaltar la velocidad que toman las dinámicas en
torno a estas dos visiones en pugna. Por ambas razones, y por razones
distintas, ambas potencias tienen prisa por hacer avanzar sus agendas. CHINA, por su lado, entre otros retos
importantes, enfrenta una gran presión
de orden demográfico, pues extensos segmentos de su población se están envejeciendo
rápidamente, lo que en el corto y mediano plazo le hace perder competitividad. Por
ende, debe acelerar sus planes económicos estratégicos para blindar su economía y el
bienestar de su sociedad. Una sociedad que en muy poco tiempo deberá
sustentar a varios centenares de millones de personas de edad avanzada
imposibilitadas de sostenerse a sí mismas.
PARA ESTADOS UNIDOS, POR SU
PARTE, las presiones vienen en gran parte definidas por su
necesidad de frenar su rápida pérdida de
competitividad económica en el mundo. Una pérdida de competitividad en gran
medida causada por el imparable expansionismo militarista, que drena considerable cantidad de recursos financieros en desmedro de las
necesidades propias de inversión en sectores claves de la economía doméstica norteamericana, que
quedan abandonados y desfinanciados (infraestructura
industrial, inversión en investigación y desarrollo científico -R&D-,
inversión educativa, en salud entre otros.
COMO ACERTADAMENTE SEÑALA
JAMES PETRAS, mientras CHINA exporta productos industriales y
tecnológicos, ESTADOS UNIDOS exporta armas y guerra… CHINA invierte en
más de 50 países en infraestructura industrial (en la llamada “Nueva Ruta de la
Seda”), y al mismo tiempo, USA invierte billones en casi 800
bases militares alrededor del mundo. De hecho, hace pocas semanas TRUMP anunció la reciente aprobación de
incrementos históricos al presupuesto de la Defensa para el presupuesto
nacional del 2019. Según datos del
propio Banco Mundial, tan solo en el
año 2016 el monto global de gastos
en ese rubro ya era de 606 billones de US dólares, alrededor del 18.6 % del PIB
de esa nación. Pablo
Raúl sábado 4 de agosto del 2018.
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Los políticos del siglo XXI. Señores Jinping, Putin y Trump. Dueños y propietarios del mundo? Aliados en Proyectos globales de desarrollo? Enemigos acérrimos en el Nuevo Orden Mundial. Las Políticas Nacionales y globales hoy los enfrentan en defensa de intereses políticos del capital corporativo global. Al final comienza a "sellarse" la Unidad de chinos y rusos y el total aislamiento de los yanquis?. El tiempo lo dirá sobre todo cuando hoy se radicaliza la llamada "guerra comercial mundial".
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ESTADOS UNIDOS CIERRA
PUERTAS, CHINA LAS ABRE.
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Hedelberto López Blanch.
Rebelión viernes 10 de agosto del
2018.
Mientras el presidente de
Estados Unidos continúa con su enfermiza política de tratar de dominar a sus
potenciales enemigos con sanciones económicas y financiera en el afán de
debilitarlos, China continúa abriendo espacios en el ámbito internacional y se
posiciona con más fuerza en mercados de Europa, Asia, África y América Latina.
Trump ha ido contra todos
en su megalomanía política de “América primero” y ataca con impuestos
aduaneros, bloqueos y fuertes medidas económicas no solo a Irán, China, Rusia,
Corea del Norte, Siria, Venezuela, Cuba, sino también a aliados de Japón, Corea
del Sur, Canadá y la Unión Europea.
China, mientras tanto, a
la par que responde a Estados Unidos con parecidas acciones arancelarias,
persiste en abrir nuevos espacios para su comercio en diferentes zonas del
planeta.
Con Rusia, en los primeros
seis meses de 2018, el comercio creció 32 % y se prevé que alcance el objetivo
de 100 000 millones de dólares. Moscú continúa siendo el mayor proveedor de
combustible para el mercado del gigante asiático y si en 2017 el suministro
alcanzó más de 50 millones de toneladas de petróleo, ya en abril de este año el
incremento llegó al 26 %.
Pekín y Moscú trabajan
juntas en la llamada Ruta de la Seda, un super mega proyecto en el cual se pretende
invertir alrededor de 100 000 millones de dólares en los próximos años y que en
su última reunión acogió a 27 países.
Asimismo, China ha
declarado oficialmente que no dejará de tener relaciones comerciales y sobre
todo adquirir petróleo en Irán, pese a las drásticas sanciones que la Casa
Blanca ha impuesto a la nación persa.
Pekín se ha
convertido en uno de los principales socios comerciales de los países miembros
de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), integrada por
Tailandia, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Brunei, Vietnam, Laos,
Myanmar y Camboya. Papúa-Nueva Guinea está como observador y Corea del Sur
posee un estatuto especial en el bloque.
El Producto Interno Bruto
(PIB) de sus miembros en conjunto alcanza los 2,55 billones de dólares, que la
convierte en la sexta economía del planeta y para el 2050 aspiran a llegar a
los 9,2 billones de dólares para pasar al cuarto peldaño a nivel mundial por su
PIB.
Desde 2002 sus integrantes
suscribieron el Acuerdo Marco sobre Cooperación Económica Global con China y
años después formalizaron un Área de Libre Comercio (ALC) con el gigante
asiático.
Los participantes de este
mecanismo de integración y China tienen además otros tres elementos a su favor
para ampliar la cooperación: la cercanía geográfica; sus economías son
estrechamente complementarias y no han sufrido con violencia los embates de la
crisis económica-financiera que han padecido otras regiones.
Las dos reuniones
ministeriales efectuadas entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos
y Caribeños han impulsado las relaciones en todos los aspectos.
En el primer cónclave
realizado en Pekín, los anfitriones anunciaron la intención de aumentar la
inversión en la región en 250 000 millones de dólares para los próximos diez
años e incrementar el comercio en una década hasta llegar a los 500 000
millones de dólares.
La segunda reunión con
sede en Santiago de Chile, le abrió las puertas al continente latinoamericano
para participar con mayores proyecciones en la Franja y la Ruta de la Seda
impulsada por el gigante asiático.
En esa capital
sudamericana, se firmó el plan de acción 2019-2021 que se combinará con la
agenda 2030 de Naciones Unidas; un acuerdo especial que incluye con suprema
relevancia todo lo relativo a la iniciativa China, Una franja una ruta, abierta
no solo para Europa y África sino también para los países del área.
La principal meta será la
de crear una red por mar y tierra que posibilite la exportación de los
numerosos y diversos productos del gigante asiático y a la par importar
materias primas para su creciente industrialización.
La CEPAL informó que el
comercio entre la región y China se multiplicó por 22 veces entre 2000 y 2013 y
en 2017 alcanzó los 266 000 millones de dólares lo que significa un avance del
53 % respecto de la meta de 500 000 millones de dólares fijada para alcanzarla
en 2025”.
En África donde China ha
incrementado fuertemente sus relaciones en la última década, sobre todo en el
norte, sur y este del continente, a finales de julio el presidente Xi Jinping
realizó un periplo por Ruanda y Senegal, en la zona oeste del continente y
firmó acuerdos para la cooperación dentro de la iniciativa de la Nueva Ruta de
la Seda. También visito los Emiratos Árabes Unidos, nación con la que mantiene
estrechos lazos comerciales.
Senegal es una importante
puerta de entrada a África occidental, nación con el que estableció relaciones
de cooperación estratégica global y una abarcadora asociación integral en 2016.
En cuanto a Ruanda, China
es una de las mayores fuentes de inversión directa para este país, estimada en
352 millones de dólares.
El desarrollo de la
cooperación para la inversión es la parte principal del paquete de 15
documentos que se firmaron durante la visita que abarcan: comercio electrónico,
transporte aéreo civil, fuerzas del orden, desarrollo de recursos humanos y
préstamos para la construcción de carreteras.
Al final veremos quién saldrá airosa en esta puja pues mientras
China promueve y abre las puestas al comercio internacional, la Casa Blanca las
cierra cada día más.
Hedelberto López Blanch,
periodista, escritor e investigador cubano.
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