“Esta
tercera edición ha servido, centralmente, para validar los consensos
construidos en las Conferencias anteriores: La Habana (Cuba, 1996) y Cartagena (Colombia, 2008).En su documento
de clausura, la CRES de
Córdoba “reafirma el postulado
de la Educación Superior como un bien público social, un derecho humano y
universal, y un deber de los Estados”, al tiempo que “el
acceso, el uso y la democratización del conocimiento es un bien social,
colectivo y estratégico, esencial para poder garantizar los derechos humanos básicos
e imprescindibles para el buen vivir de
nuestros pueblos, la construcción de una ciudadanía plena, la emancipación
social y la integración regional solidaria latinoamericana y caribeña”.
La CRES en
Córdoba marcó una gran definición: la Universidad latinoamericana no está dispuesta a implementar los
consensos neoliberales sobre la educación superior. Esto significó refrendar la
posición tomada hace exactamente 10 años atrás, cuando el proceso de integración regional
transitaba un momento de mayor fortaleza”.
/////
LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN UN MUNDO
GLOBALIZADO.
Universidades latinoamericanas en
resistencia contra el neoliberalismo.
*****
Matías Caciabue.
CLAE/Rebelión.
Miércoles 29 de agosto del 2018.
Los ataques a
la Educación de parte de los gobiernos neoliberales empiezan por lo salarial y
presupuestario, pero terminan en la construcción de un modelo de Educación
acorde a las nuevas necesidades y requerimientos del capitalismo globalizado.
Con motivo del
centenario del movimiento de la Reforma Universitaria, transcurrió
hace unos dos meses la Tercer Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018) en la ciudad argentina de
Córdoba, un mega-evento promovido por el Instituto de Educación Superior de
América Latina y el Caribe (IESALC),
un organismo regional de la UNESCO
que tiene el objetivo de reflexionar y discutir cada 10 años cuál es la visión
de educación superior que rige en el continente.
Esta tercera edición ha servido, centralmente, para
validar los consensos construidos en las Conferencias anteriores: La Habana (Cuba, 1996) y Cartagena
(Colombia, 2008).En su documento de clausura, la CRES de Córdoba
“reafirma el postulado de la Educación Superior como un bien público
social, un derecho humano y universal, y un deber de los Estados”, al tiempo que “el acceso, el uso y la
democratización del conocimiento es un bien social, colectivo y estratégico,
esencial para poder garantizar los derechos humanos básicos e imprescindibles
para el buen vivir de nuestros pueblos, la construcción de una ciudadanía
plena, la emancipación social y la integración regional solidaria
latinoamericana y caribeña”.
La CRES en
Córdoba marcó una gran definición: la Universidad
latinoamericana no está dispuesta a implementar los consensos neoliberales
sobre la educación superior. Esto significó refrendar la posición tomada hace
exactamente 10 años atrás, cuando el proceso de integración regional transitaba
un momento de mayor fortaleza.
El
neoliberalismo es la expresión cultural más acabada de una nueva fase del capitalismo, marcada por el dominio de
una oligarquía financiera global.
Para decirlo con números: en 2017 el 1 % de la población mundial se apropió del
82% de la
riqueza socialmente producida a escala planetaria.
Este segmento poblacional, que constituye una clase capitalista de alcance
transnacional, tiene como base principal de su acumulación la apropiación,
control y despliegue del conocimiento estratégico. Sorprende, entonces,
la mirada acrítica sobre la globalización que impera en los documentos de la CRES, un evento que supone centrales
las reflexiones sobre la producción del conocimiento en las sociedades
latinoamericanas.
En ese sentido, y de cara a una reflexión que debe
trascender la CRES, nos planteamos
enunciar una serie de puntos para la reflexión y el debate de lo que implica,
en estos tiempos, la globalización
para nuestros sistemas de educación
superior en tanto nueva fase del sistema capitalista imperante a nivel
mundial:
· Pérdida de la soberanía estatal .Asistimos a un
cambio en la configuración de territorialidad, vinculado al proceso de financiarización del sistema económico. Las
grandes corporaciones determinan dónde y cómo invertir, lo que subordina a los
poderes políticos estatales al lobby empresarial y a la presión de estas a la
hora de determinar sus políticas educativas internas.
· Sistemas educativos empujados a la
obsolescencia. Las universidades
públicas son desfinanciadas, o son financiadas a merced de las pautas de las
grandes corporaciones o el “financiamiento
internacional”. Sistemas de educación en plataformas virtuales que “forman
sujetos a medida” de la necesidades puntuales del capital, que adoptan
de manera a-critica la educación a
distancia, pauperizan el trabajo docente, y transfieren la formación y la
investigación científico-tecnológica desde lo público-estatal a lo
privado-supranacional.
· Desinstitucionalización y
centralización educativa. Las empresas forman a sus propios trabajadores de forma directa sin necesidad de títulos universitarios, ni posgrados. Si necesitan posgrados, los
únicos que valen son aquellos emitidos por sus “nodos centrales”, principalmente en el atlántico norte (Harvard, Chicago, Londres, etc).
· Virtualización de la vida
cotidiana. Las redes
virtuales y las plataformas digitales son la nueva forma de mediar y
organizar las relaciones sociales,
reconfigurando las formas de consumo, el reconocimiento social, los procesos de
educación, y
hasta las actuaciones políticas colectivas (militantes de causas, no de proyectos
políticos). Esto da marco estructural a la evidente crisis en el sistema de
representación político institucional, y el montaje de una ficcional “democracia global de mercado”. El
capitalismo transnacionalizado empuja la construcción de una pequeña burguesía “ilustrada” cada vez
más atomizada y desvinculada de sus realidades concretas (“clase media global”).
· Los trabajadores del conocimiento. Tendencialmente
empiezan a jugar un papel fundamental como creadores de riqueza. Las
transformaciones en este ámbito están ligadas a la base material de las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación. Cada vez son más los
contratistas y empleados que trabajan de forma remota. La venta de nuestros conocimientos, de nuestros servicios, de nuestros
datos, de nuestra fuerza de trabajo, es cada vez más internacional.
Sabemos que 2018
no es 2008. La validación en la CRES
de los acuerdos sobre educación superior
elaborados en otro momento político regional habla de la situación de “empate” que las fuerzas populares
tienen en su disputa con las fortalecidas fuerzas de la reacción.
La disputa existe. El observatorio colombiano de universidades, de
evidente sesgo pro-mercado,
lamentaba la oportunidad perdida en la CRES
2018:
“más silencios
que aplausos y ninguna ovación tras la lectura de la Declaración de Córdoba que no presenta ningún desafío ni propuesta
novedosa ni sustancialmente diferente de las planteadas en la Conferencia de 2008, en Cartagena. La
situación política y fiscal de la universidad
pública argentina opacó la realidad de otros países, incluido el
colombiano, cuyos rectores asistentes concluyeron que si bien Colombia tiene dificultades, hace
tiempo se superó la excesiva ideologización política y se han logrado
desarrollos más técnicos y de calidad”.
Los ataques a la educación de parte de los gobiernos neoliberales
empiezan por lo salarial y
presupuestario, pero terminan en la construcción de un modelo de educación
acorde a las nuevas necesidades y requerimientos del capitalismo globalizado. Este es el horizonte conceptual de la
preocupante situación que atraviesa el sistema de educación superior público
argentino.
Universalizar
la lucha y el conocimiento son los objetivos centrales. En esa
dirección, generalizar el debate y articular las fuerzas populares son las tareas urgentes que necesitamos
realizar para transformar positivamente la educación superior si la entendemos
como herramienta de liberación de nuestros pueblos
*****.
Matías Caciabue: Licenciado en Ciencia Política
(UNRC), estudiante de la Especialización en Pensamiento Nacional y
Latinoamericano (UNLa), redactor-investigador argentino del Centro
Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario