"Ves un potencial eclipse a largo plazo, de algún tipo, de la política orientada a la clase de los donantes con estos candidatos, especialmente si los terceros partidos se unen en el apoyo a las candidaturas, o a candidaturas similares, y viceversa?
"Es toda una batalla. No estamos tratando una cuestión pequeña. Es prácticamente toda la historia política estadounidense. Esto se remonta hasta recordar a Mark Hanna, que fue el gran organizador de campañas durante finales del siglo XIX. En 1895 le preguntaron: “¿Cuáles son las cosas más importantes para una campaña política?”. Él dijo: “Hay dos cosas. La primera es el dinero, y me he olvidado de cuál era la segunda”. Era 1895. Así que esto está profundamente arraigado. Has visto el trabajo de Tom Ferguson al respecto. No es sólo la Casa Blanca; también el Congreso. De hecho, no sé si viste el estudio de Tom sobre las elecciones de 2016, un estudio muy importante, que muestra y detalla que en las últimas dos semanas de la campaña la élite republicana, a la que no le gustaba Trump, se dio cuenta de que podía darse una gran ola demócrata —lo cual ciertamente no querían—".
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NOAM CHOMSKY. “HAY UNA VERDADERA DIVISIÓN EN
EL PARTIDO DEMÓCRATA, ENTRE LA BASE Y LOS LÍDERES”.
Filósofo, politólogo, historiador y
activista, Chomsky es una referencia de la izquierda estadounidense
*****
Daniel Falcone.
Counterpunch.
Rebelión jueves 30 de agosto del 2018.
En esta entrevista en la Universidad de Arizona en Tucson
(Arizona), me senté con el laureado profesor Noam Chomsky para debatir sobre
política electoral, las perspectivas para los progresistas en las futuras
primarias, y las dificultades a las que se enfrentan los candidatos con su
aparato interno del partido, los medios de comunicación y sus rivales
adinerados, así como para explorar complicadas políticas y posiciones
internacionales.
Chomsky pondera las réplicas de la campaña de Sanders
así como el problemático asunto del BDS [la campaña anti-israelí Boicot,
Desinversión y Sanciones] y cómo los progresistas y los terceros partidos
pueden reorganizar y readaptar las posiciones de pensamiento avanzado para
volver a centrarse en las elecciones futuras.
*
La “ola azul” [buenos
resultados para el Partido Demócrata] parecía una oportunidad para que el ala
progresista del Partido Demócrata la
aprovechara y se uniera con socialistas y verdes. Para gran deleite de los
medios corporativos, los progresistas encontraron recientemente varios reveses
y obstáculos en las primarias, aunque quería preguntarte sobre los candidatos
socialdemócratas o de estilo New Deal
que están surgiendo de cara a las próximas elecciones, como Alexandria Ocasio-Cortez y Julia
Salazar en Nueva York, así como sobre un conjunto de otros progresistas como Jasmine Robinson y Zephyr Teachout que
también me vienen a la mente.
¿Ves un potencial eclipse a largo plazo, de algún
tipo, de la política orientada a la clase de los donantes con estos candidatos,
especialmente si los terceros partidos se unen en el apoyo a las candidaturas,
o a candidaturas similares, y viceversa?
Es toda una batalla. No estamos tratando una cuestión
pequeña. Es prácticamente toda la historia política estadounidense. Esto se
remonta hasta recordar a Mark Hanna,
que fue el gran organizador de campañas durante finales del siglo XIX. En 1895
le preguntaron: “¿Cuáles son las cosas más importantes para una campaña política?”.
Él dijo: “Hay dos cosas. La primera es el dinero, y me he olvidado de cuál era
la segunda”. Era 1895. Así que esto está profundamente arraigado. Has
visto el trabajo de Tom Ferguson al
respecto. No es sólo la Casa Blanca; también el Congreso. De hecho, no sé si
viste el estudio de Tom sobre las elecciones de 2016, un estudio muy
importante, que muestra y detalla que en las últimas dos semanas de la campaña
la élite republicana, a la que no le gustaba Trump, se dio cuenta de que podía
darse una gran ola demócrata —lo cual ciertamente no querían—.
En las últimas dos semanas de la campaña, hubo una
enorme riada de dinero tanto para la presidencia como para el Congreso y dijo
que, si lo comparabas con las actitudes de voto, como de costumbre, estas
cambiaron al lado de la financiación de campaña de la publicidad negativa. Y,
de hecho, eso es lo que hizo virar las elecciones tanto al Congreso como a la
Casa Blanca. No fue sólo Trump,
también fue el Congreso. Así que es otro triunfo del gasto en campañas. Esto es
2016, y no está muy lejos de 1895.
Lo increíble de 2016 fue la campaña de Sanders. Es la primera vez en la
historia de EE UU que un candidato probablemente podía haber ganado si no
hubiera sido por los dirigentes del partido que le excluyeron, sin financiación
del sector empresarial, y sin financiación de los ricos, y sin apoyo mediático.
Así que es un auténtico paso adelante. Pero llevar a
cabo un eclipse potencial de la “clase
de los donantes” va a ser realmente duro porque también va a haber un esfuerzo
movilizado por parte de toda la clase capitalista, republicana y demócrata,
para impedir que ocurra. De hecho, si Sanders
hubiera competido, creo que habría sido masacrado por la propaganda, y habría
habido propaganda masiva sobre este judío, ateo, comunista que quiere traer a
los inmigrantes para matar a todo el mundo.
Es parecido a lo que se ve con Jeremy Corbyn. Tanto
los tories como el Partido Laborista —los parlamentarios
laboristas, los tipos de Blair, los medios como The Guardian— están todos intentando destruirle. Estos últimos
ataques contra él por antisemitismo son simplemente una locura, pero harán
cualquier cosa para destruir sus opciones porque él está intentando crear un
partido político en el que la gente pueda de verdad participar; no sólo los
tipos ricos y poderosos que te dicen lo que hacer, y eso es intolerable. Así
que pienso que quizás va a ser una dura lucha.
Leí tu comentario sobre los progresistas e Israel.
Señalas que el que una vez fue el favorito de los estadounidenses progresistas,
Israel, está ahora pasando a apoyar regímenes de derecha, perdiendo el Partido
Demócrata. ¿Crea esto una posibilidad para que los socialdemócratas y su apoyo
superficial de algo como BDS se mueva
hacia una posición de defensa real de los palestinos, desde tu punto de vista?
¿Es posible que incluso los demócratas dominantes puedan acercarse a apoyar
políticas que muestren auténtica preocupación por los derechos palestinos, ya
que todos los grupos parecen moverse hacia la izquierda en este asunto?
No es sólo la
izquierda. Tomemos a la Iglesia presbiteriana; eso no está en la
izquierda. Tomaron una posición muy fuerte sobre el boicot y sobre la
desinversión —no hay sanciones. es realmente ‘BD’, no BDS— pero lo hicieron de forma que es efectivo. Se
concentraron en los territorios ocupados y en las multinacionales
estadounidenses que participan en los territorios ocupados.
El movimiento
BDS simplemente no puede pensar. Están actuando de una forma que socava sus
propios objetivos. Están insistiendo en centrarse en Israel, ya sabes, boicots
académicos, boicots culturales. Lo puedes defender, pero no va a funcionar.
Eso apenas
funcionó en Sudáfrica. En cada ocasión lleva a una reacción, que es más
fuerte que el esfuerzo. Y simplemente desvía la atención desde los palestinos a
asuntos irrelevantes, como la libertad académica. Tienes que empezar debatiendo
sobre eso. Ése no es el problema. Pero la Iglesia presbiteriana tuvo la idea
correcta, y eso no es la izquierda después de todo. Es una de las iglesias más
grandes del país. Es conservadora. Pero si el movimiento BDS tuviera algún
sentido, estarían siguiendo esa política y estarían haciendo cosas que no están
haciendo.
Mira Sudáfrica.
Justo en el momento álgido del apartheid, Howard Zinn [escritor de
izquierdas estadounidense] fue a dar charlas a Ciudad del Cabo, que estuvo muy bien porque allí pudo dar charlas
anti-apartheid. Lo mismo si un estadounidense fuera a dar charlas a la
Universidad de Tel Aviv, ella o él sería atacado por el movimiento BDS, lo cual
es una locura. De hecho, ocurrió. Fui invitado a dar una charla en la
Universidad Hebrea, para un memorial para un viejo amigo que era un verdadero
militante por los derechos palestinos, como su hija, que lo organizó. Él había
hecho mucho más que lo que cualquier persona en BDS nunca hizo.
Así, por ejemplo, podrías defender sólidamente que
toda la ayuda militar estadounidense a Israel está violando la ley
estadounidense. Mira la Enmienda Leahy,
que es ley estadounidense. Dice que no puedes dar nada de ayuda militar a
unidades u organizaciones militares que estén involucradas en abusos
sistemáticos contra los derechos humanos, y en el caso de las Fuerzas de
Defensa Israelí ha sido abrumador.
En realidad, se le ha preguntado sobre esto a Leahy, y
él dice: “Bueno, ya sabes, puede ser”. Pero Amnistía Internacional lo está
impulsando, Human Rights Watch lo
está impulsando, pero no el movimiento BDS.
Están tan decididos a hacer algo que incomodará a los israelíes que no están
pensando en cómo usar las oportunidades.
Pero creo que lo que sugieres es perfectamente
posible, y no será sólo los Socialistas Democráticos. Hay mucha gente en el
país que no ve ningún sentido en dar ayuda militar a otros países en absoluto.
¿Por qué deberíamos dársela a Israel? Hablo de un país que espía a Estados
Unidos, con agentes como Jonathan Pollard [espía israelí convicto en EE UU].
Comandantes estadounidenses han afirmado que acciones israelíes dañan a tropas
estadounidenses. Juega con eso un tiempo, como aquí en Arizona, por ejemplo.
Así que hay muchas posibilidades.
Es muy interesante la esperanza de que demócratas
electos se fusionen con un pensamiento y acción más progresistas. El tipo que
acaba de salir de mi despacho era un tipo interesante. Estuvo en la
Inteligencia de EE UU durante cerca de 20 años —totalmente beligerante contra
Iraq y Afganistán—, resulta que es puertorriqueño. Está muy molesto por el
hecho de que los puertorriqueños no pueden conseguir a Sanders u Ocasio-Cortez
para defender algo tan sencillo como permitir que los puertorriqueños voten.
Pero eso vuelve a tu primera pregunta sobre la política orientada a los
donantes.
Interesante. Estos candidatos del tipo DSA
[Socialistas Democráticos de América, por sus siglas en inglés] que salen a la
luz, ¿qué te parecen?
Es prometedor, pero me gustaría ver a Sanders salir
más a decir que Trump tiene razón en determinadas posiciones internacionales.
Creo que sería crucificado por la prensa. Quizá sea mejor para él no decirlo,
pero estaría bien crear conciencia pública en la medida en que si lo dijera,
sería bienvenido. ¿Por qué dejar a Rand
Paul —un auténtico lunático— decir, sí, hace bien en reducir las tensiones
con Rusia?
Paul está en Moscú
ahora mismo. Dio una charla con algún funcionario ruso en la que estuvo
perfectamente sensato. Y, por supuesto, se le ha vapuleado por ello.
Ridiculizado. Ni siquiera se molestan en criticarle, simplemente le
ridiculizan.
Sé que Ocasio-Cortez en su reciente carrera hacia el
cargo estaba mostrando puntos de vista bastante dominantes sobre la política en
Oriente Medio y al Partido Demócrata, a algunos de sus elementos, especialmente
al sector derechista, tristemente ni siquiera les gustó el tono moderado.
Esperaba que este ablandamiento sobre Israel para el Partido Demócrata fuera
una oportunidad para extender ese aspecto de la política internacional, y
hacerlo más progresista.
Entre la base popular, sí, pero tienes que tratar con
los medios. Tienes que tratar con toda la máquina de propaganda. Si estos
candidatos dijeran algo, tienes que tratar con el aparato del Partido Demócrata, y ellos no tolerarán
ninguna crítica. Hay una verdadera división en el Partido Demócrata, entre la
base y los líderes. DSA está
recorriendo un camino difícil. Odio criticarles demasiado pero, por supuesto,
me gustaría que lo dijeran. También puedo entender por qué ellos pueden no
querer presionar más a la izquierda.
¿Qué opinas sobre el Partido Verde o la viabilidad de
los terceros partidos progresistas y sus perspectivas en la política electoral
en el futuro próximo?
En el sistema político altamente regresivo de Estados
Unidos, las probabilidades están en contra de los partidos independientes. No
obstante, un partido como los Verdes tiene una oportunidad a nivel local y
quizá algún día incluso a nivel estatal, y con la fusión del voto, pueden tener
éxito incluso más allá. Y la presencia misma de los Verdes —no cada cuatro
años, sino de forma continua— puede cambiar el carácter de la conciencia pública en formas
que pueden tener un impacto muy positivo.
Traducido
para El Salto por Eduardo Pérez.
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