“Tesis 10. El imperio es como un taburete de tres patas que promueve el genocidio, asegura el
magnicidio y gobierna por homicidio. Las invasiones causan la muerte de
millones de personas, atrapan y asesinan
a gobernantes y luego gobiernan mediante homicidios (la policía asesina a
los ciudadanos disidentes). Son muchos los
casos que demuestran esta tesis, aunque los primeros que vienen a la cabeza son
Irak y Libia.
Estados Unidos y sus aliados invadieron, bombardearon y mataron a más de un
millón
de iraquíes, capturaron y asesinaron a sus
dirigentes y luego instalaron un Estado policial. Algo parecido ocurrió en Libia, donde Estados Unidos y la UE bombardearon, asesinaron y
desplazaron a millones de personas, asesinaron a Gadafi y fomentaron una caótica guerra terrorista de clanes, tribus y marionetas de Occidente.
Los “valores
occidentales” revelan la inhumanidad de los imperios levantados para
asesinar “a la carta”, despojando a las
naciones víctimas de sus defensores, de sus líderes y sus ciudadanos”.
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JAMES PETRAS: DECÁLOGO DE LA CONSTRUCCIÓN DEL IMPERIO AMERICANO.
Propuesta para la Reflexión.
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Dr. James Petras. Sociólogo.
Rebelión sábado 18 de agosto del
2018.
Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo.
INTRODUCCIÓN.
En la actualidad son ya pocos los que confían en las
palabras y los escritos de los líderes políticos y de los publicistas de los
medios de comunicación. La mayor parte de la gente opta por ignorar esa
cacofonía de voces, vicios y virtudes.
Este artículo presenta un conjunto de tesis que
pretenden sentar las bases de la reflexión de quienes optan por no votar en las
elecciones, con la intención de convencerlos de la necesidad de la lucha
política.
Tesis 1.
Los creadores del Imperio Americano de todos los
colores utilizan la técnica del palo y la zanahoria para que el gobierno en el
poder tome el camino adecuado. Del mismo modo, Washington ofrece dudosas
concesiones y amenaza con tomar represalias a gobiernos extranjeros con el
objetivo de empujarlos al interior de la órbita imperial.
En los últimos años, Washington aplicó con éxito esta
táctica en diversas ocasiones. En 2003, Estados Unidos ofreció dejar en paz al
gobierno de Muamar el Gadafi si este aceptaba desarmarse y abandonar a sus
aliados nacionalistas de Oriente Próximo, África y Asia. En 2011, Estados
Unidos y sus aliados europeos aplicaron el palo: bombardearon Libia,
financiaron y armaron a fuerzas retrógradas tribalistas y terroristas,
destruyeron la infraestructura del país, asesinaron a Gadafi y provocaron el
desplazamiento de millones de libios y africanos... que huyen a Europa. Washington
reclutó mercenarios para su siguiente guerra contra Siria con el objetivo de
destruir al régimen nacionalista de Bashar el Assad.
Washington logró destruir a su adversario, pero no
consiguió instalar un régimen marioneta y el conflicto se ha perpetuado.
La zanahoria imperial debilitó al adversario, pero el
palo no consiguió recolonizar Libia. Por si fuera poco, sus aliados europeos se
ven ahora obligados a pagar el coste millonario de absorber a decenas de miles
de inmigrantes desplazados, con la consiguiente agitación a nivel interno que
eso conlleva.
Tesis 2.
El plan de los constructores del imperio para
reconfigurar la economía y recuperar la supremacía imperial está creando
enemigos internos y externos. El presidente Trump ha iniciado una guerra
comercial global, reemplazando los acuerdos políticos por sanciones económicas
contra Rusia y ha propuesto una agenda proteccionista interna, además de
reducir los impuestos a las empresas. Estos movimientos han provocado un
conflicto en dos frentes. En el exterior, ha conseguido la oposición de sus
aliados europeos y de China, y en casa se ve obligado a afrontar el acoso
permanente de los partidarios del libre mercado global y de las élites
políticas y los ideólogos rusófobos.
Pocas veces se sale con éxito de dos conflictos
simultáneos. La mayor parte de los imperios triunfantes conquistan a sus
enemigos por turnos, primero uno y luego otro.
Tesis 3.
Las izquierdas se echan atrás con frecuencia: cuando
no están el poder plantean propuestas radicales y cuando lo consiguen se
vuelven reaccionarios, para al final no ser ni lo uno ni lo otro. Hemos sido
testigos de la colosal caída de la socialdemocracia alemana y del partido
socialista griego, el PASOK (y su nueva versión, Syriza), así como del Partido
de los Trabajadores de Brasil. Todos ellos ganaron elecciones con el apoyo de
las masas, formaron alianzas con los banqueros y las élites empresariales y,
cuando tuvieron que hacer frente a las primeras crisis, fueron abandonados por
el pueblo y por la élite.
Las astutas –aunque desacreditadas– élites suelen
reconocer el oportunismo de la izquierda y, en los momentos difíciles, no
tienen problema en adaptarse temporalmente a la retórica y las reformas
izquierdistas, siempre que estas no pongan en peligro sus intereses económicos.
La élite sabe bien que la “izquierda” pone el intermitente a la izquierda pero
gira a la derecha.
Tesis 4.
Las elecciones, incluso las que ganan fuerzas
progresistas o izquierdistas, suelen ser un trampolín para los golpes de Estado
respaldados por el imperio. A lo largo de los últimos diez años, presidentes
recién elegidos que no estaban supeditados a Washington se han visto
destituidos por su respectivo parlamento o poder judicial a partir de
acusaciones espurias. Las elecciones proporcionan un barniz de legitimidad del
que carecen los golpes militares descarados.
En Brasil, Paraguay y Venezuela, parlamentos tutelados
por Washington tomaron la iniciativa para destituir a un presidente popular,
consiguiéndolo en los dos primeros casos y fracasando en el último.
Cuando la maquinaria electoral fracasa, el sistema
judicial interviene para imponer restricciones a los progresistas, en base a
tortuosas e intrincadas interpretaciones de la ley. La oposición de izquierdas
de Argentina, Brasil y Ecuador ha sufrido la persecución de las élites
gobernantes de sus países.
Tesis 5.
Incluso los dirigentes alocados pueden decir la
verdad. No cabe duda alguna de que el presidente Trump sufre un grave desorden
mental, que le provoca arrebatos nocturnos y le lleva a amenazar con la bomba
nuclear a quien se ponga a mano, desde figuras filantrópicas del deporte
mundial (LeBron James*) como a respetables aliados de la OTAN.
Pero a pesar de su demencia, Trump ha denunciado y
sacado a la luz las continuas mentiras y cuentos que fabrican los medios de
comunicación. Nunca anteriormente un presidente de EE.UU había identificado tan
contundentemente los embustes de las principales cadenas de televisión y medios
impresos. El New York Times, el Washinton Post, el Financial Times, así como la
NBC, la CNN, la ABC y la CBS han sido completamente desacreditados a ojos del
gran público. Han perdido la legitimidad y la confianza. Un multimillonario
belicista ha conseguido algo que los progresistas no han podido, desvelando la
verdad aunque sea prestando servicio a la injusticia.
Tesis 6.
Cuando pasa del ladrido al mordisco, Trump es una
prueba viviente de que el miedo invita a la agresión. Trump ha implementado
graves sanciones (o amenazado con ponerlas en marcha) contra la UE, China,
Irán, Rusia, Venezuela, Corea del Norte y cualquier país que no se someta a su
dictado Al principio, su grandilocuencia o sus bravatas aseguraban las
concesiones.
Esas concesiones se interpretaban como debilidad y
eran antesala de mayores amenazas. La desunión de sus adversarios animaba a los
estrategas imperiales a dividir y conquistar. Pero al atacar a todos sus
contrincantes simultáneamente, la estrategia queda debilitada. Las amenazas
continuas limitan la elección a opciones peligrosas tanto en el ámbito interno
como en el exterior.
Tesis 7.
Los constructores del imperio angloamericanos son los
grandes maestros del arte de injerir en la política de otros estados soberanos.
Pero lo más revelador es la actual estrategia de acusar a las víctimas de los
crímenes cometidas contra ellas.
Tras la caída del régimen soviético, Estados Unidos y
sus acólitos europeos se “entrometieron” a una escala nunca vista
anteriormente, expoliando más de dos billones de dólares de riqueza soviética y
reduciendo el nivel de vida del país en dos tercios y la esperanza de vida de
los rusos a menos de sesenta años, por debajo del nivel de Bangladesh.
Con el renacer de Rusia bajo la presidencia de Putin,
Washington financió un gran ejército de supuestas ONG para organizar campañas
electorales, contratar personas influyentes en los medios de comunicación y
dirigir levantamientos de tinte étnico. Los rusos son entrometidos de andar por
casa comparados con la profesionalidad que muestran los estadounidenses,
capaces de invertir miles de millones de dólares para lograr sus objetivos.
Los israelíes también han perfeccionado sus métodos de
injerencia a gran escala, como lo demuestra la efectividad de su intervención
en el Congreso, la Casa Blanca y el Pentágono. Ellos establecen la agenda, el
presupuesto y las prioridades para Oriente Próximo, ¡y logran captar el mayor
apoyo financiero per cápita de la historia de Estados Unidos!
Según parece, algunos entrometidos injieren por
invitación y son pagados por hacerlo.
Tesis 8.
En Estados Unidos, la corrupción es endémica: tiene
estatus legal y decenas de millones de dólares pasan de una mano a otra para
comprar congresistas, presidentes y jueces.
En EE.UU. se llama “lobistas” (o cabilderos) a los
sobornadores y a sus agentes, mientras que en cualquier otro lugar se les llama
simplemente estafadores o mangantes. La corrupción (el cabildeo) engrasa los
engranajes del presupuesto militar (de miles de millones), de las subvenciones
a la tecnología, de las empresas evasoras de impuestos y cualquier faceta del
gobierno, todo ello de un modo abierto, en todo momento y en cualquier lugar
del régimen estadounidense.
La corrupción, como el cabildeo, jamás levanta ni un
ápice de crítica en los medios de comunicación de masas.
Sin embargo, cuando la corrupción se produce bajo la
mesa en lugares como Irán, China o Rusia, los medios de comunicación denuncian
a la élite política, incluso aunque China haya detenido y encarcelado a más de
dos millones de funcionarios de alto y bajo rango por dicha causa. Cuando China
castiga la corrupción, los medios estadounidenses afirman que se trata de una
simple “purga política”, aunque sirva para reducir el consumo ostentoso de la
élite.
En otras palabras, la corrupción imperial defiende los
valores democráticos; la lucha contra la corrupción es un sello distintivo de
las dictaduras totalitarias.
Tesis 9.
Pan y circo son una parte integral de la construcción
imperial, especialmente para promover disturbios callejeros destinados a
derrocar a gobiernos independientes y legítimamente elegidos.
Los disturbios financiados por el imperio
proporcionaron la tapadera para golpes de Estado promovidos por la CIA en Irán
(1954), Ucrania (2014), Brasil (1964), Venezuela (2003, 2014 y 2017), Argentina
(1956), Nicaragua (2018), Siria (2011), Libia (2011) y muchos otros lugares a
lo largo del tiempo.
Las masas que trabajan para el imperio atraen a
mercenarios y manifestantes voluntarios que dicen defender la democracia y
sirven a la élite. La participación de las masas es especialmente eficaz para
ganar el apoyo de izquierdistas que buscan la opinión de la calle ignorando
quien dirige en realidad el cotarro.
Tesis 10.
El imperio es como un taburete de tres patas que
promueve el genocidio, asegura el magnicidio y gobierna por homicidio. Las
invasiones causan la muerte de millones de personas, atrapan y asesinan a
gobernantes y luego gobiernan mediante homicidios (la policía asesina a los
ciudadanos disidentes).
Son muchos los casos que demuestran esta tesis, aunque
los primeros que vienen a la cabeza son Irak y Libia. Estados Unidos y sus
aliados invadieron, bombardearon y mataron a más de un millón de iraquíes,
capturaron y asesinaron a sus dirigentes y luego instalaron un Estado policial.
Algo parecido ocurrió en Libia, donde Estados Unidos y
la UE bombardearon, asesinaron y desplazaron a millones de personas, asesinaron
a Gadafi y fomentaron una caótica guerra terrorista de clanes, tribus y
marionetas de Occidente.
Los “valores occidentales” revelan la inhumanidad de
los imperios levantados para asesinar “a la carta”, despojando a las naciones
víctimas de sus defensores, de sus líderes y sus ciudadanos.
Conclusión.
Estas diez tesis definen la naturaleza del
imperialismo del siglo XXI, sus continuidades y novedades. Los medios de
comunicación de masas mienten sistemáticamente para favorecer al poder: su objetivo es
desarmar a sus adversarios y propiciar que sus patrones continúen saqueando el
mundo.
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N.d.T:
* LeBron James, jugador de la
NBA que utiliza su fama para denunciar las injusticias sociales y el racismo y
que ha recibido fuertes insultos del presidente.
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