“La leyenda de Mandela como Padre de la
Nación y símbolo de la unidad sigue prevaleciendo, pero actualmente se cuestiona el papel del ANC (siglas
en inglés de Congreso Nacional Africano),
en el gobierno desde 1994. Ya en 2013
NUMSA aprobó una resolución en su congreso nacional especial para retirar
su apoyo al gobierno dirigido por el ANC
y estudiar la creación de un partido de la clase trabajadora. Y tras esta
resolución NUMSA planea celebrar
este año el primer congreso de su partido. Jim explicó las razones de esta decisión”:
“Los
problemas de NUMSA con el ANC se remontan
a la época de las negociaciones con el gobierno del apartheid. En 1994 se garantizó el voto de las personas negras, pero ya era
evidente que se había llegado a una opción de compromiso estructural. La dirigencia del ANC renunció a
determinadas reivindicaciones de la revolución, especialmente a las referentes
a los derechos de propiedad y al control
de la economía. Obtuvimos poder
político perdiendo poder económico, lo que supuso una victoria vacía.
Gestionamos las arcas públicas, pero incluso la capacidad de gestionar el
presupuesto se redujo a través del marco macroeconómico del GEAR, que significaba que el
presupuesto no podía superar el 25 % del
PIB. Nos opusimos a esto cuando participamos en la alianza de gobierno a
través de nuestra participación en COSATU (siglas
en inglés de Congreso de Sindicatos Sudafricanos). Pedimos sistemáticamente
que se abandonara el GEAR porque era
una política terrible para la clase trabajadora sudafricana. En vez de defender
la nacionalización de los principales elementos de la economía e impulsar una
estrategia industrial enfocada al empleo,
GEAR defendió y mantuvo la extracción de los minerales sudafricanos a
beneficio de unos pocos capitalistas. En vez de promover bonificaciones para
defender los empleos existentes, crear nuevos sectores y nuevos empleos GEAR promovió la desregulación del
mercado de bienes y servicios. A consecuencia de ello, Sudáfrica redujo los
aranceles muy por debajo de lo que había acordado el resto del mundo en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y
este marco macroeconómico provocó importantes salidas de capital, tanto legales
como ilegales. Entonces se permitió a
muchas empresas sudafricanas cotizar
en las Bolsas de Londres y Nueva York. Era un capital
que hubiera sido vital para el desarrollo”.
/////
LA
SUDÁFRICA ACTUAL, UN PAÍS POBRE BASADO EN EL NEOLIBERALISMO
*****
Stefano Galieni.
Counterpunch.
Rebelión
martes 7 de agosto del 2018.
Traducido del
inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
Nelson Mandela habría cumplido cien años el pasado 18
de julio. La Sudáfrica actual está llena de contradicciones fruto de las
políticas neoliberales, de la corrupción y de los problemas heredados del
apartheid y que todavía no se han solucionado.
Esperábamos
en Italia a Irvin Jim, el cual ha
sido desde 2008 secretario general de
NUMSA (siglas en inglés de Sindicato
Nacional Metalúrgico de Sudáfrica), el sindicato de los metalúrgicos fundado
en 1987 y que representa a unos 400.000 miembros. Una persona acerca de
la cual oiremos hablar más en los próximos años: Irvin Jim empezó a trabajar como
limpiador en una fábrica en 1991 e
inmediatamente se convirtió en un líder sindical que luchaba para garantizar la
igualdad de derechos con independencia del puesto de trabajo de una persona.
Rápidamente se hizo popular por rechazar aquellos compromisos que pudieran
perjudicar a los trabajadores.
Venía a Italia a establecer o consolidar
relaciones con la izquierda a
consecuencia de la decisión del sindicato de convertirse en catalizador de la
formación de un partido político. Se
quedó para seguir la difícil situación de los trabajadores en ESKOM, la empresa eléctrica estatal,
que está paralizando el país. La empresa
está en crisis y propone a los trabajadores un ajuste salarial del 0 %, mientras que la inflación está al 7 % y han subido tanto el IVA como el combustible. Tres sindicatos, NUMSA, NUM (mineros,
porque la electricidad se sigue produciendo a partir del carbón) y SOLIDARITY (que en general organiza a
trabajadores afrikaner) empezaron las acciones de protesta el 16 de junio y siguieron ralentizando la
producción de electricidad debido a lo inadecuado de las promesas
subsiguientes; se está racionando la electricidad y todo esto ocurre en medio
del invierno del hemisferio sur, con las inevitables consecuencias que ello
tiene para los trabajadores y la población en general.
Entrevistamos
a Jim
e inmediatamente le pedimos que nos aclarara la situación de ESKOM:
“La crisis empezó en 1996 con la
introducción del marco GEAR (siglas en inglés de Crecimiento [Growth], Empleo
[Employment] y Redistribución [Redistribution]), que exigía que el gasto
público se mantuviera por debajo del 25
% del PIB, unas políticas neoliberales que sometieron al país al modelo
promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM)
y las agencias de calificación. Empezó la privatización de los activos
públicos, mientras que se aseguraban de que las empresas que no habían podido
privatizar a consecuencia de nuestra resistencia se alejaban de su mandato
original”.
El líder de NUMSA
destacó entonces que cuando ESKOM
era una empresa totalmente estatal producía electricidad a precios competitivos
y garantizaba el suministro de electricidad a zonas del país que hasta entonces
habían carecido de él.
“El problema empezó cuando ESKOM tomó sus minas de carbón, que se habían creado con el dinero
de los contribuyentes, y las entregó al sector privado para que las explotara para
ESKOM como contratistas. La codicia
del capitalismo, que sistemáticamente sigue a la privatización, provocó que el
coste del carbón primario se disparara cada año desde 2008 a 2015 y paralizara la economía. Quienquiera que dirigiera las
minas logró un aumento del 300 % del
volumen de ventas, con una inflación del 7.4%. La situación se agravó con la
entrada de los productores independientes de energía (los llamados IPP [por sus
siglas en inglés])”.
Jim continuó:
“Esto se hizo a pesar de las enormes inversiones
públicas para construir nuevas centrales eléctricas de carbón en 2009, que costaron a las arcas públicas
250.000 millones de rand. A
consecuencia de ello el país tiene actualmente un exceso de energía en
comparación con la época en que se concibieron las IPP, pero el gobierno
justificó la entrada de 27 productores
privados en la red eléctrica nacional jugando la carta medioambiental de la
mezcla de energías”.
Jim explicó que
“en NUMSA nos opusimos a este proyecto, no porque estemos en contra de la transición a fuentes más limpias, sino
porque queremos una transición justa. La introducción de energías renovables
debería ser un proceso de propiedad social. Y esa introducción no destruiría la
economía ni los empleos sudafricanos”. Según
este sindicalista, se debe transformar este sector estratégico en interés
de la mayoría, “de otro modo 92.000
trabajadores se quedarán sin empleo”.
Sindicatos sudafricanos realizaron – el 25 de abril del 2018 –
su Primera Huelga General convocada contra el gobierno de Cyril Ranaphosa desde
su llegada al poder el pasado mes de febrero, Huelga en protesta contra varias
propuestas de Reforma de la legislación Laboral, en especial del salario mínimo,
por considerarlo insuficiente.
***
Los
productores privados de energías renovables ponen en peligro la producción de ESKOM porque tienen prioridad sobre
cualquiera que produzca con carbón, pero a unos precios cuatro veces más altos.
“Nuestra campaña no se ocupa
solamente de los salarios, sino que consiste en asegurarnos de que tanto la
economía como nuestras comunidades tienen una tarifa y un suministro eléctricos
competitivos y seguros. El plan que propusimos al gobierno contempla ahorrar
por medio de una transición justa, reducir los gastos de los gestores, luchar
contra la corrupción y salvar 47.000
puestos de trabajo dentro de la empresa. Detrás de esta crisis hay interés en privatizar ESKOM”.
Una vez más vemos la cara de un país en el que
continúa la lucha contra la explotación, incluso una vez que acabó la lucha contra el apartheid. La mayoría
negra sigue viviendo en comunidades rurales o en “townships” situados a las afueras de las zonas urbanas. Esta
organización urbana significa que la mayoría de la población tiene que gastar
una gran cantidad de tiempo y de dinero solo para acudir a su trabajo en el
centro de las ciudades. Al mismo tiempo la pobreza extrema afecta al 60 % de la población y los conflictos
laborales a menudo acaban siendo graves, como fue el caso de los mineros de Marikana en agosto de 2012, cuando 34
trabajadores murieron a consecuencia de los disparos de la policía.
La leyenda de Mandela
como Padre de la Nación y símbolo de la unidad sigue prevaleciendo, pero
actualmente se cuestiona el papel del ANC (siglas en inglés de Congreso Nacional
Africano), en el gobierno desde 1994. Ya
en 2013 NUMSA aprobó una resolución en su congreso nacional especial para
retirar su apoyo al gobierno dirigido por el ANC y estudiar la creación de un partido de la clase trabajadora. Y
tras esta resolución NUMSA planea
celebrar este año el primer congreso de su partido. Jim explicó las razones de esta
decisión:
“Los problemas de NUMSA con el ANC se remontan a la época de las negociaciones con el gobierno del apartheid.
En 1994 se garantizó el voto de las personas negras, pero ya era
evidente que se había llegado a una opción de compromiso estructural. La dirigencia del ANC renunció a
determinadas reivindicaciones de la revolución, especialmente a las referentes
a los derechos de propiedad y al control
de la economía. Obtuvimos poder
político perdiendo poder económico, lo que supuso una victoria vacía.
Gestionamos las arcas públicas, pero incluso la capacidad de gestionar el
presupuesto se redujo a través del marco macroeconómico del GEAR, que significaba que el
presupuesto no podía superar el 25 % del
PIB. Nos opusimos a esto cuando participamos en la alianza de gobierno a
través de nuestra participación en COSATU (siglas
en inglés de Congreso de Sindicatos Sudafricanos). Pedimos sistemáticamente
que se abandonara el GEAR porque era
una política terrible para la clase trabajadora sudafricana. En vez de defender
la nacionalización de los principales elementos de la economía e impulsar una
estrategia industrial enfocada al empleo,
GEAR defendió y mantuvo la extracción de los minerales sudafricanos a
beneficio de unos pocos capitalistas. En vez de promover bonificaciones para
defender los empleos existentes, crear nuevos sectores y nuevos empleos GEAR promovió la desregulación del
mercado de bienes y servicios. A consecuencia de ello, Sudáfrica redujo los
aranceles muy por debajo de lo que había acordado el resto del mundo en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y
este marco macroeconómico provocó importantes salidas de capital, tanto legales
como ilegales. Entonces se permitió a muchas empresas sudafricanas cotizar en las Bolsas de Londres y Nueva York. Era un
capital que hubiera sido vital para el desarrollo”.
Jim señala que el privatizado
Banco de la Reserva de Sudáfrica mantuvo la concentración de la riqueza en
manos de personas blancas y aumentó
la desigualdad.
“Queremos que esta situación se invierta. Por ejemplo, consideramos que es criminal que en 2018 el 87 % de la tierra siga
perteneciendo a una minoría muy pequeña
como ocurría en la época anterior al apartheid,
mientras que la mayoría de personas negras
vive hacinada en el 13 % de la
tierra con unas infraestructuras pobres o inexistentes. Fue en este contexto
cuando en 2013 los miembros de NUMSA decidieron que era el momento de
que la clase trabajadora dejara de seguir a la burguesía y que debía
organizarse como clase para sí misma y defender la lucha de clases como única
garantía del cambio. Y por reivindicar una agenda revolucionaria NUMSA fue expulsada de COSATU a pesar de que NUMSA hace todo lo posible para
preservar la unidad de la clase trabajadora Después de nuestra expulsión no nos
quedó más remedio que crear una nueva federación llamada SAFTU. Ahora trabajamos como catalizador para la creación del Partido Socialista
Revolucionario de los Trabajadores que NUMSA está contribuyendo a crear”, concluyó Jim, “cuya misión es superar el capitalismo, cambiar las relaciones de producción y
socializar los medios de producción bajo control obrero”.
El
secretario general de NUMSA hace una
crítica radical del compromiso de clase de la ANC, critica que se debe entender en relación a la historia y al
presente de la dominación y segregación de clase y racial: un país en el que el
control de la economía sigue estando
en manos de unas pocas personas y en el que la minoría de personas blancas (8 % de la población) continúa obviando
sus privilegios arraigados en las atrocidades
del colonialismo y el apartheid. Un legado colonial que no ha sido
transformado substancialmente por las políticas
de acción afirmativa emprendidas por el gobierno de la ANC para promover que el nombramiento de personas negras para
puestos directivos o consejos de administración de empresas. Aunque de estas
políticas ha surgido una clase media de personas negras, sigue siendo una parte
ínfima de la población negra, que es predominantemente pobre. Y especialmente
entre la juventud negra empezamos a ver que cada vez hay críticas más fuertes, incluso
en contra de las luchas del pasado. Hay un partido nuevo, el EFF (siglas en inglés de Luchadores por la
Libertad Económica) de personas jóvenes que han abandonado el ANC. Cuestionan los acuerdos
firmados con el capital internacional, quieren la expropiación de la tierra y
la nacionalización. Son eficaces en las estrategias comunicativas y parecen
atacar al ANC desde la izquierda,
pero debido a su enfoque populista no se están ganando necesariamente a la
clase trabajadora en general. Cien años después del nacimiento de Nelson Mandela,
¿liberalismo, populismo o revolución?
GRACIAS A
MIRIAM DI PAOLA, investigadora del NUMSA y de la Tricontinental no solo por
haber traducido [al inglés] esta entrevista y haberla hecho posible, sino
también por haberme proporcionado información básica para ayudar a entender la
situación actual de Sudáfrica.
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